Bajo los ríos de melancolía
llueve de pronto mi amargura
una carta escrita a la deriva
que tus ojos no leerán nunca.
Antes que el sol despierte
voy a atrapar tu recuerdo
para que mi alma te sueñe
aún con los ojos abiertos.
Estas manos que un día tocaste
esta piel que conoce tu perfume
estaba el cielo a nuestro alcance
Íbamos volando en cada nube.
Entre mil sombras y desvaríos
entre la esperanza y el motivo
se oye el eco de una promesa
y calma un amor sin respuesta.
El sentir que brota de mis letras
se desvanece en tu ausencia
pero vuelves a sonar en la rima
y yo así te quiero más día a día.
J.Fabrisio.Arrieta.G -Perú-
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