Nunca se ha escuchado el canto de las mariposas,
dicen -algunas gentes- que entonan salmos
como las sirenas de escamas argentadas.
Si escuchan tu melodiosa voz
los conduces hasta el fondo del río,
donde el limo envuelve a los batracios,
donde vive el alma húmeda de los tlaloques.
Los encantados son piedra de río.
Del libro Fridamariposa de
MARÍA ELENA SOLÓRZANO -México-
Publicado en Editorial Alebrijes
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