viernes, 3 de marzo de 2017

RECETA PARA UN GATO NEGRO


Elaborar un gato negro puede parecer muy sencillo. En apariencia necesitamos solo un poco de barro (a poder ser, proveniente de un callejón sombrío), un par de vasos de agua de charco y varios pelos púbicos de prostituta para los bigotes. Lo dejamos fermentar en una marmita de cobre durante, al menos, una semana y, cuando haya doblado de tamaño, le damos forma únicamente con ayuda de la mano izquierda.
Pero lo complicado no es modelarlo. Lo complicado es atrapar un pequeño demonio que habite en su
interior. Solo así conseguiremos que cuando se cruce desde la izquierda delante de alguien, le conceda la mala suerte que sin duda se merece.
Aunque he salido muchas noches a cazar un demonio, todavía no he podido atrapar ninguno. A veces me pregunto si, de tanto salir en busca, al igual que nos ocurrió con los unicornios, hemos acabado ya con ellos.

Xuan Folguera (España)
Publicado en la revista digital Minatura 154

No hay comentarios:

Publicar un comentario