La miel que emana de tu cautivante boca
se adhiere a mis labios, tremolantes,
mágico panal que dar un solo beso provoca,
tus virginales labios, candorosos y excitantes.
Sueño débil de hombre loco, que delira,
saciar la sed de años, que la soledad calcina,
y en tus labios hallar, el verso para mi lira,
es mi loca fantasía, que tu mirada no adivina.
Cual pétalos de flor, donde insaciables
avecillas de colores, besan tus intimidades,
penetrando su traviesa lengua, incansables.
Así te deseo demente y loco, perdido mis facultades.
Que tus labios sean remedio, para curar mi locura,
bésame mujer, bésame, con tu boca roja ardiente,
que en esa boca tuya, encuentre yo la cura,
bebiendo de tu fuente y de tus senos. Delirante.
Con suave vaivén deslizar mis labios en tu panal,
y sentir la dulce miel, que baña tus intimidades,
libar entre gemidos el néctar de tu santo grial,
entregándome tu copa, y beber de tus cavidades.
Abner Tomas Viera Quezada
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