¡Recordar, recordar! recordar siempre
como si el tiempo se hubiera detenido
y sin embargo corre. Corre sobre anchas avenidas
donde la multitud es soledad,
donde la realidad es un tropiezo
y la amplitud: más soledad.
Los años pasan, sin golpear, se acumulan y entonces
caen y golpean.
Recuerdo los caminos recorridos paso a paso
y las veces que brindé en soledad.
Recuerdo los años de silencio,
de las “cosas que nunca hablo / que nunca pienso”.
Recuerdo cuando creía que las palomas
cuando volaban al pan
estaban equivocadas.
Recuerdo mucho a los muertos
que pavimentan caminos
y alimentan a los peces.
Y odio si se aparece
en mi recuerdo un traidor.
Recuerdo lo que he sentido
que es igual a lo que siento.
Tal vez pudo ser mejor,
pero de nada yo me arrepiento.
Del libro En la redondez del tiempo de MIGUEL CRISPÍN SOTOMAYOR -Cuba-
Publicado en Editorial Alebrijes
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