La vida es un gran bando de perdices
remontadas por un tendón de pánico,
empujadas por plomos y jaurías.
Crótalos de amor por la montaña,
ruta incansable de pequeñas cruces
tatuando nieve, yerba triturada
por la roja tenaza de los picos.
La vida son manzanas
coronadas de trinos,
bebiendo el corazón dulce del árbol.
Péndulo vegetal, puño desnudo
flotando en un concierto de chicharras.
La muerte son manzanas y perdices sobre
una mesa,
naturaleza muda, quieta, fracasada.
Un cristal de pupilas agoniza
sol y romeros.
Del libro Museo de
JULIO ALFREDO EGEA RECHE -Almería-
Publicado en Luz Cultural
No hay comentarios:
Publicar un comentario