Esa isla, madrastra que por melancolía
se adhiere a mis ilusiones
vestida para ir a misa
reza a las tormentas divinas
para que no desentierren
su cabellera oscura.
Aún en la otredad del exilio
la observo que sube
calle arriba aunque yo vaya
calle abajo, huyéndole
a sus fantasmas.
DANIEL MONTOLY -República Dominicana-
Publicado en La Biblioteca
No hay comentarios:
Publicar un comentario