Siempre escribí Dios
con mayúscula.
Creo en Dios.
Creo en El Todopoderoso.
Creo que existe Alguien
superior a mí
para eliminar mis pecados.
Pero sobre todos,
el pecado de desearte,
el de soñar que te tengo
desnudo
besándome como antes.
Pero sobre todos,
el que me empuja a buscarte,
el que me quema partiendo
del pubis
hasta este pecho anhelante.
El que me obliga a sentir
amor por lo que está prohibido
y que me es prohibido amarte.
Del libro Detrás de mis celosías de
Marta Roldán -Italia-
Publicado en Editorial Alebrijes
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