sábado, 2 de enero de 2016

ETERNIDAD CASTÁLIDA


Te espero Nair,
golpeando
la evasión imposible que blasfema y maldice
mientras el viento bifurca
el último despliegue del silencio.
Nair
¿No ves la marea insumisa de las cosas profundas
y un naufragio de sierpes en vocablos que huyen?
Mil veleros arpegian
esta sed invisible que devora y constriñe,
quiébrase tu nombre
en crepúsculos de espejos y diamantes
vuelvo a ser mito
lengua multiforme de los astros.
Nair
te espero,
en el límite suicida de las horas
sin el muro calcinante del segundo
allí, la vendimia quemadura de hogueras retorcidas
demudará esta carne
humus sangrante de tu boca.

ROSAMARINA GARCÍA MUNIVE -Perú-
Publicado en la revista Oriflama 27

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