Ya despedido el verano,
cuando el otoño, despierta,
al pueblo se desconcierta
con el gruñir, del marrano.
Cuando las hojas doradas
son movidas, por viento,
cabalga el trepa contento
a molernos con chorradas.
Las hordas de embaucadores,
recorren patrias contradas,
descargando las burradas
de sus asnos... habladores.
Tras cuatro años medrando,
jugando a los marcianitos,
se desmandan los cabritos
para seguirnos... hurtando.
Apenas la veda abierta
el cazador bien armado,
busca enredar al venado
que ni estafado, ¡despierta!.
Cuando husmea la jauría,
un rastrojo en elecciones,
baten todos los rincones
para amargarnos el día.
El voto, nos lo agradecen,
unos cuantos diputados
trincando por todos lados
cuando los pobres, nos crecen.
Con masoquista querencia
sus caprichos sufragamos,
cuando nosotros votamos
tan supina... incompetencia.
Pagamos unos mastuerzos
que al agua, no pegan palo,
discurriendo... con el falo,
haciendo grandes esfuerzos.
A contarnos sus verdades,
vienen ya los embusteros,
en el mentir, son sinceros,
es cuestión de prioridades.
Aquellos que más robaron
nos venderán su honradez,
para mostrar... candidez,
los que más nos estafaron.
Habrás de ser más sincero
y decir, a quien te engaña,
que se meta su patraña
por el esfínter... trasero.
José Salas -Barcelona-
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