Con osadía los torrentes,
sucumbimos en lo umbrío,
usos caducos rompimos
con embrujos celestiales
De ocaso a amanecer,
mecidos en el abstracto
vaivén de tu maleficio
y mi destello creciente.
Mi desvarío, noche, protege,
mi eterno hechizo contigo,
expectante, te siento conmigo,
yo, sin ti, no soy refulgente.
De mi senda no te alejes,
sin equívoco lo digo,
sin tu luna me diluyo
¡noche, bruja!... no me dejes.
Omar Aburto -México-
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