Si ves, que voy a tu puerta amigo
voy, en plenitud de mis deseos
estrecharte contra mi pecho
y conmemorar el no olvido.
A través del sentimiento infinito
de nuestra amistad, que mantenemos
cruzar tu puerta, el zaguán eterno
para oír al tiempo y sus sonidos.
Aquellos, que brotan
de mis muecas y mis mohínos
al saber, que detrás de tu puerta
están los recuerdos de niños,
Si ves, que voy a tu puerta amigo
deja, una bandera entre abierta
y la luz del zaguán encendida,
que refleje en mi cara, el sentido.
De encontrarme contigo
en aquella vieja escalera
donde, hacíamos el caballito
por su estructura de madera.
Es el cielo, el reencuentro
dos niños, dos hombres
el paraíso de los recuerdos,
cruzar el zaguán con nombres.
De plantas pintadas
en repisas, parecían cascadas
unas mecedoras antiguas,
cojines de yerba cogidos del agua.
Si ves, que voy a tu puerta amigo
Deja, la cancela abierta
entraré despacio
para no despertar los sueños,
de los tiempos vividos.
EUFRASIO NAVARRO FERNÁNDEZ
Publicado en Luz Cultural
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