La flor ensalza trinos en el viento,
hábil vuelo jocoso, obtuso y diestro
le lleva sobre el tiempo un grito siniestro
de pétalos que abren el firmamento.
Cual lago azul en furia y sentimiento
de brillantes corolas en secuestro
que van acariciando a su maestro
entre un margen gris roto en los momentos.
Cuando invita filosa la costumbre
entre las rajaduras del invierno
que hierven ensangrentadas en la cumbre.
Ingrata en su estructura, ruin infierno
como ave desolada de infiel lumbre
que congela su boca en lo eviterno.
Bruno Nash Arias -PANAMÁ-
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