Beberé el bálsamo de tu hermosura,
apagaré la sed de afecto floreciente,
en tus labios saciaré toda mi pasión,
en tu piel, tapujaré la infinita efusión.
Tu cimbreante curva sensual eleva,
y embriaga la irradiación seductora,
grandeza fascinante tu luminosidad,
y flamígera ternura con preciosidad.
Tus caderas alzan ánimos exaltados,
entre la finura de tu vientre y piernas,
está la complacencia más llameante,
y anhelada con emoción penetrante.
Tus adonis piernas de encantación,
seducen vibratoriamente de ilusión,
tus pies fastuosos, corolas etéreas,
e hipnotizado de tu divina luminaria.
J. Portella M. -Perú-
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