He caído en el pensar
qué, después de tantos años,
mis manos rotas de daños
han conseguido abarcar.
Me cuesta mucho aceptar
que solo contienen aire.
Solo aire, ¿aire?... ¡Aire!, solo Aire
es por eso lucha vana
que se pierde en la desgana
de apresar querer el aire.
Es egoísmo expresar
apego por los engaños.
¡Impotencia, desengaños!
¿Cómo se pudo escapar
transmutándose por aire?
¡Ay si pudiera empezar!
Lo que acumulé al socaire
creyéndome una sultana,
y aunque me sentia ufana
se mostró solo cual aire.
El alma pide rogar,
buscar en los aledaños,
avanzando los peldaños
que conducen a llenar.
Estas manos rebosar
¡Qué se sustituya el aire
con matiz de roja grana,
con espliego y mejorana!
y renueve amor el aire.
INMACULADA NOGUERAS MONTIEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario