miércoles, 24 de junio de 2015

VOY A CONVERTIRME EN EL VERSO


Voy a convertirme en el verso
que no se pronuncia.
Salpicada por el viento,
arrollada
por el sabor de una rosa marchita.
Un grito lejano.
Se llama cielo.
Azul en el intervalo.
Tierno consumo de una egolatría
en el parnaso.
Te imploro.
Estoy aquí.
Y tú pasas de largo
como los vértices
de las treguas.
Las fronteras.
El olvido.
Final tenue
en una mueca.

ISABEL REZMO -Úbeda-

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