Poderoso en la nada.
Sobre riscos donde no se atrevió la cabra.
Diluido en las mezclas de colores que utilizaron los locos,
navego los cuadros de Manet, Monet, Van Gogh y Rembrandt.
Embriagado asiduo en la fórmula de Baudelaire: de cualquier
cosa; soy diario visitante a la mente enloquecida de Poe--llorando
a Anna bel, a Ulalume.
Solo en la montaña de nadie. Sobre ella no hizo penitencia, no se
flageló ningún Santo.
Donde no hubo presencia sagrada, la montaña permaneció virgen.
Del libro TROCITOS DE ELLA EN MÍ de
OMÍLCAR CRUZ RESTREPO -Colombia-
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