EL OJO DE PANDORA

Igual que un niño
he quedado
hundidos mis pies
en el lodo
suave
soñando con la pleamar
de tus caderas.

Igual que un zagal
he sido
capturado en ciernes
de un vendaval
duro
como la realidad
en el fondo de tus extraña mar.

Igual que maduro fruto
he vivido
embebido en tu belleza
a un palmo
del dolor y la sal
rosácea crisálida
escondida
bajo la sutil ligadura de sol.

Igual que me atrapó
tu ojo
Pandora me hizo saberte viva
componedora
sanadora y perspicaz conservadora
mas aún habrá
quien levante el dardo envenenado
cuando ambos
sepamos del sabor sano
rotundo y cómplice
de tu Ojo, Pandora.

Santiago Pablo Romero -Trigueros-