Algunas veces nos une el odio o el amor,
otras veces nos separa y aísla,
consientes de nuestra fragilidad,
almas desgastadas
por el frío o el calor,
la locura o la razón,
cómplices de aquello o esto.
Algunas veces nos perdemos
en la inmensidad del cielo
o en las paredes de la habitación,
en silencio nos quebramos
en el bullicio nos hundimos,
al final, nuestra alma se confiesa,
nuestro corazón se contrae.
Algunas veces afrontamos límites,
fronteras, desiertos y tormentas,
precisos en la soledad
austeros para la felicidad
sin pasión por la vida
sin sueños ni esperanza.
Ramiro Peñalba Pinell -Nicaragua-
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