El poeta te dona
su palacio de sueños,
su vino de palabras.
Ariete de inocencias,
tan sólo su locura te penetra,
te ahonda de misterios, te lastima.
El poeta es un mito,
un sonido que besa sin besar,
una lágrima inerte
que te rueda los labios,
un anuncio de miel sin consistencia,
un jabón que resbala por tu piel,
un pequeño ladrón de tu secreto.
El poeta no es nada;
solamente tu sombra,
tu materia de olvido.
Perdona su existencia
y limpia de tu piel sus cicatrices.
¡No lo hagas! ¡No dejes que el poeta
decapite su mundo imaginado
sabiéndose sin ti!
No permitas que rumie su nostalgia
vagando por la sed de no tenerte.
Prepárale tu vaso más sagrado
y déjale tu boca, tu mirada
y un silencio de pájaros que adorne
su ilusión inconclusa.
Del libro “PRIMAVERA IMPOSIBLE” de JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ -Sevilla-
1º Premio, VIII Certamen de Poesía Searus, 1985
No hay comentarios:
Publicar un comentario