Madrugada abierta en canal.
Por el filo de la media luna.
De donde se escaparan volando
los colibríes cenicientos.
Que agitando con furia sus alas,
compondrán una melodía
de lluvia de arena sobre los montes.
Donde crecerán las crines de las cebras,
y las dentaduras de los caballos
que golpeando con sus pezuñas de metal
contra las paredes del silencio.
Compondrán una canción,
que retumbara sobre la frente
de los muertos dormidos bajo las aguas.
Como una campana de barro fundido.
Dentro de un ojo cerrado,
por un candado que es un pico de cigüeña.
Madrugada abierta en canal.
por filo de la media estrella.
Para dejar escapar los latidos de aquellos
que antes de ser palomas de barro,
fueron río.
Debora Pol.
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