Rosa veía sexo acechando por todos lados.
Ella solo amaba las flores.
Lila y Jacinto –sus padres- la bautizaron rodeada de azahares.
La iglesia donde tomó la comunión se adornó con gladiolos y anémonas.
Cuando Narciso pidió su mano, su casa se engalanó con violetas y copetes.
La boda se celebró entre margaritas y crisantemos.
Los cumpleaños con jazmines.
Los aniversarios de esponsales con orquídeas.
En su funeral fue despedida con claveles.
Ella solo toleraba genitales de plantas…
Ana Teitelbaum
Publicado en la revista La Tertulia
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