De pronto me alegró su partida por descansar no sé de qué.
Ha creído que chocheaba cuando dije que no la seguiría a donde
ella fuera, sedienta de la atmósfera menos venenosa.
Aquella misma noche y quizá anhelantes se busquen nuestros
cuerpos. En mí será natural y en ella, si está sola.
Observaré en largas vigilias, objetos de ella, tirados por el suelo,
como si rodaran móviles de agilidad extraña.
Mas pasarán los días y el brebaje de nuestros diálogos
se habrá extinguido.
,Serán las primaveras fenómenos no inherentes a la piel.
la obsesión de nada que en la nada obtiene fin.
Del libro TROCITOS DE ELLA EN MÍ de
OMÍLCAR CRUZ RESTREPO -Colombia-
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