Hoy, amigo lector, como ya estamos en primavera he decidido darme un paseo por la Naturaleza con tranquilidad, sin prisas, sin ansiedad, sin estrés, para captar toda su belleza en las flores, en los lirios, en las retamas, en las praderas todas verdes y frescas por el rocío mañanero. Oigo el murmullo del río en su discurrir lento y pausado y a las ranas croar y a los pajarillos y “pajarracos” surcar los cielos y a las cigüeñas hacer su laborioso nido en las espadañas de las iglesias o en lo alto de los árboles o de los pinos. El viento sopla con fuerza en esta tibia mañana primaveral y yo me fusiono con la Natura, absorbo esos olores de lavanda que el campo propicia y entro en un estado de éxtasis, de nirvana, todos mis sentidos se convulsionan, se abren todos los poros de mi piel para recibir todas las sensaciones, todos los perfumes que el campo prodiga y da sin nada a cambio, es un regalo de los dioses para los engreídos y egoístas humanos que en su trasiego cotidiano se olvidan de la Naturaleza, que es la que nos mantiene con vida en la Tierra y la tenemos muy descuidada y hay que protegerla cada vez más para poder respirar cada día un aire puro, para tener más “calidad de vida” en las ciudades, cada vez más contaminadas por el tráfico urbano, por los ruidos intempestivos, por las obras.
Acércate más a la Natura, humano posmoderno, conocerás así el origen de la vida, tendrás sensaciones nuevas y placenteras al mezclarte con ella, al respetarla, porque ella te dejará entrar en su entorno, pero no la degrades, ni ensucies, camina por ella “con pies de gato” y siente con ella, en sus entrañas, el fluir y el pasar vital…
Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-
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