Desplázate
en la quietud avidamente
en tu recuerdo
nada soy
me despojas
en esta hora
que el tiempo fugaz
no devuelve lo efímero
ojos
hasta en las puertas
de tus ojos
vigilantes
en la extensión de lo imposible
en la espuma encendida
única
sobre tu carne desnudada
de hembra
nadando al final del sueño
pero esta vació
y el suero de la llaga corta
tu nombre
en retazo de pequeña letra
un fuego pagano
incandescente
devorándose en el brillo
oxidado del espejo
tus ojos me miran
han salido de la noche
para buscar los signos
de tu corazón yerto
tras
los recipientes sumergidos
de acuarios
en las alucinaciones de los peces
míticos
barboteando gotas en el rostro
que son naves
entabladas de metáforas
donde
las palabras
son pentagramas
de un nuevo lenguaje musical
nadie espera
un lugar común
de agujeros negros
y atrás
la soledad del cristal
que tiene su eterno paisaje verde
alguien
permanece
en el reencuentro húmedo
mientras
el deseo se confunde de inocencias
en los espejismos
volátiles del vientre avergonzado...
JUAN MAURICIO OCHOA GALLEGO -COLOMBIA-
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