Quisiera recorrer tu cuerpo como con la delicadeza que recorre los pétalos de una rosa...
Quisiera abrazar tus sueños con el alma, así como se abraza a tu más fiel compañero...
Quisiera mirar con tus ojos, y así saber con qué alimentas tu corazón de tanta dulzura...
Quisiera palpar en donde has tocado con la sutilidad de tus manos, y poder absorber esa sensualidad que transmites al tocar mi cuerpo...
Quisiera escuchar lo que escuchas, y así saturar mi corazón de susurros llenos de encantos...
Quisiera seguir tus huellas, porque sé que su destino es la felicidad...
¡Tú...!, escultura dotada de virtudes inconcebibles a mis sentidos...
¡Dulce es tu nombre...!, cual miel a mis labios al pronunciarlo..., logra elevar mis pensamientos, a una sublime idea..., poseerte...!
¡Eres mujer como muchas...,
pero amas como ninguna...!
Martín Rivera
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