¿Quién eres tú para impedir que te ame?
¿quién soy yo para dejar de amarte?...
Ayer los arrozales se cubrieron de escarcha
y las espigas con el frío se han secado.
Todo marcha con desdén en el invierno...
He preguntado por ti al viento y a la lluvia,
confabulan y se burlan de mi amor,
sin lograr que yo deje de quererte.
Las espigas se han doblado y han llorado
el grano desprendido hasta lo profundo de la sima,
la rosa herida deshojó, lánguida, sus pétalos,
el viento los llevó hasta la cúspide de la cima.
Ayer "día de los santos" y las flores del panteón...
Llegué hasta la tumba clásica de mis ancestros,
dormidos sobre la ley del tiempo y las edades:
Tú y la espiga y la rosa junto a ellos dormían...
RICARDO FLORES JOYA -El Salvador-
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