Despuntó el amanecer
el sol comenzó a calentar
e ilumina con sus rayos dorados
desde las alturas.
Subida a un risco
entre las nubes níveas
veo el resplandor solar
que maravilla mis ojos.
Un aletear de aves
con sus trinos agudos
vuelan en torno al astro rey
tomando de él su bella energía.
El silencio se hizo mágico
el destello de la luz
se reflejó en mil colores
y un aroma a rosas colmó mi ser.
Murmullos en el aire
inundaron mis oídos
con deliciosas frases de amor
que llegan desde el cielo.
Los trae la brisa leve
que recorre el aire
mandándome tus caricias
envueltas en velos celestes
que emanan desde tu corazón
aquel que late fuertemente
para amarme y cuidarme
desde tu lejanía, un día más.
Diana Chedel -Argentina-
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