Así mueres,
así muero…
como garrote vil
la vida golpea nuestro pecho.
Estocadas de muerte súbita,
brechas que sangran por doquier,
las venas quisieran sajarse, abrirse
y dejar su sangre correr.
Resbala, corre a borbotones que duelen,
en caída libre (quisieran) hacia el olvido,
entre latidos aun calientes
bombea el corazón malherido.
Y en esa su herida de muerte
penacho de plumas y flores
en nuestra frente
marchitándose con cada latido ya seco…
Y en este esteticismo absurdo
donde prima la belleza,
predomina el caos, aun sin lluvia
y el ábaco de la vida ya nada cuenta.
Esferas discóbolas lanzamos,
los ojos abiertos, sin mirada,
chorreras de liquido rojo imaginario,
se abre el corazón y se desangra.
Y así, sin sangre
entre flores que se marchitan,
dagas que fuerzan mas las herida
nos miramos y ya no hay vida.
…Así morimos,
yo en tus ojos, tú en los míos…
Volarán los sueños a otro paraíso,
y en ese espejo al que nos asomamos un día,
sin reflejo yace en nuestras vidas,
ya no hay sol el cadalso nos pisa…
…Así mueres, así muero…
En mitad de la estacada nos perdimos,
me libero, tú te libras,
y en esa soledad de duelo
poco a poco, solos, nos morimos…
Lola Wizner
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