Una vez, hube de besar tu boca,
sin conocer aún su sabor,
y tuve que quedar prendado,
porque sabía… sabía a amor,
una vez miré tus ojos,
y admiré su denso color,
eran profundos sus antojos,
pero dulce era su candor.
Una vez palpé tus senos,
una vez bajé a tu vientre,
y tuve que volver a hacerlo,
o se enloquecía mi mente,
tuve que volver a repetir,
la atrevida experiencia,
para poder volver a sentir,
tu amor, en mi conciencia.
Tuve que recorrer tu cuerpo,
una vez, y otra vez,
no quería pasara el tiempo,
y acabara tu desnudez,
quise…quise amarte toda,
con esa pasión integral,
que me deja vacío el tórax,
de corazón para amar.
Tuve que volver otra vez,
tuve que besarte a toda costa,
y para no olvidar tu sabor,
mordí tus labios, tu lengua angosta,
luego… luego cuando partí
ardiente como derretida roca,
de añoranza lloré, deseos sufrí,
al no tener mas, el beso de tu boca.
José Prado -Estados Unidos-
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