Las mañanas son más tardes
que otras veces
(lo anuncian las noticias
de las dos).
Se han dibujado flores
en todas las aceras,
hay stock de almas
en los escaparates.
Un trozo de luz:
descolchada y
moribunda
duerme en una cabina
de teléfono
sin números.
Las calles están desiertas
y los cuerpos respiran
debajo del agua
para no protestar.
Hay escasez de palabras.
abundancia de nada.
.
.
.
Hoy
el hombre del tiempo
pronosticaba la paz
en el mundo.
Ana Rodríguez Callealta -Cádiz-
Publicado en la Biublioteca
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