miércoles, 4 de diciembre de 2013

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La gente se consuela en plena calle. Se frota. Se mima. Y hunden sus narices en solapas y pechos. Y tragan prendedores, botones, mastican amuletos, auscultan, y en plena calle se abrazan, se lamen las orejas. ¿Qué sé yo de algo?... Hicimos la calamidad.

Del libro El ombligo oblongo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

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