lunes, 4 de noviembre de 2013

ES EL EPÍGRAFE ESTÉRIL EL QUE MARCA

Es el epígrafe estéril el que marca​
el deseo avieso de los muertos​
la entidad forzada por el canto vulnerado​
el canto que nadie dicta desde otro lugar​
el abismo al revés como una nada adquirida​
la melancolía sin más mensaje​
que la palabra acechada ante su boca.
Quién es feliz frente a esta avalancha de lo otro:​
un dios que no quiere ser​
más allá de su permanente cercanía,​
un ser que para serlo desanda el límite​
desde el límite mismo,​
el muerto diario que encerramos​
en cada día naciente,​
los sueños que nacen y mueren​
mientras una parte de lo que somos​
abraza los sucesivos derrumbes​
y multiplica la fugacidad de los epitafios.
Nadie dicta tanta muerte​
para tanta vida​
nadie​
ni siquiera el abismo.

Conrado Yasenza
Publicado en la revista Molino Rojo y Fernet

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