sábado, 30 de junio de 2012
EL SUEÑO DEL REY ROJO
Francisco Vélez Nieto (Desde España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
Alberto Manguel El sueño del Rey Rojo Alianza Editorial
Lecturas y relecturas sobre las palabras y el mundo
“Quien realmente quiere luchar por la justicia, si pretende vivir algún tiempo, por breve que sea, forzosamente habrá de ceñirse al ámbito privado en lugar de al público”
Sócrates. “Apología”
Encabezar esta crónica literaria partiendo tanto del placer como la necesidad de leer y muy necesariamente la relectura, obligación y gozo, volver sobre aquellas obras que tanto han significado y continúan significando en la vida diaria de uno, no como rutina sino venero y fuente de riqueza. Apoyo defensivo frente a la agresividad y mediocridad imperante que nos acosa. Esto es de lo que se disfruta en tan embriagador libro de Alberto Manguel El sueño del Rey Rojo. Una amplia galería que muestra tanto los valores de la escritura como el ejercicio intelectual, óptica analítica para conocer la comedia humana. La lectura como elemento protector de defensa para uno mismo. Criterios que cuadran con la cita de Sócrates que encabeza esta crónica, extraída de su defensa en el juicio que lo condenó a muerte, tanto quienes le acusaron y ejercieron como jurado, como los jueces que dictaron el veredicto. Ejemplo preocupante en el presente que estamos obligados a sufrir hasta la vergüenza, conscientes del poderío avasallador que intenta tratarnos como meros números en las tablas especuladoras que maneja.
Para este rico conjunto de ensayos, envolventes por su amenidad, Manguel abre todos los capítulos con citas, comentarios y dibujos de esa clásica y viva Alicia la de el País de las Maravillas, totalmente convencido y combativo de que “Toda lectura verdadera es subversiva, a contrapelo, como descubrió Alicia, una lectora cuerda, en el mundo del Espejo donde los locos ponen nombres. La Duquesa llama a la mostaza “un mineral”; el gato de Cheschire ronronea y lo llama “gruñido”; un primer ministro canadiense destruye el ferrocarril y lo llama progreso, un ejecutivo suizo trafica con dinero y lo llama “comercio”; un presidente argentino cobija asesinos y lo llama “amnistía”. De aquí, la imperiosidad de esa locura voluntaria que significa la pasión de leer, sencillamente porque ella nos ayuda a la “coherencia en medio del caos”. No ha “confiar en la superficie resplandeciente de las palabras sino en hurgar en la oscuridad” Todos los que amamos los libros, aquellos que valoramos en su justo término que leer no es una mera distracción, somos consecuentes que vivimos bajo la amenaza de un nuevo “Farenheit”, estamos obligados, comprometidos, en la defensa y propagación constante de la lectura. Descubrir las maniobras que hoy en día muchos medios de comunicación adictos a los sistemas de los poderes establecidos, pretenden confundirnos sutilmente, también abruptamente, con golosinas culturales prefabricadas, como cuentas de cristal de collares para indios en el pasado. Hacernos creer que la verdadera lectura no es la más humana “de las actividades creativas”, que las utopías no tienen ya razón de ser.
La historia está llena de los más tristes y luctuosos ejemplos reales sobre los peligros padecidos: ejecuciones de escritores, lectores y defensores, de bibliotecas por ser fuentes del saber y enjuiciar por si mismo. Retrata esta obra, breves y envolventes secuencias y ejemplos seductores, desde la destrucción de la Biblioteca de Alejandría con sus setecientos mil rollos, a la imaginada y deseada por Borges, autor que protagoniza muchas páginas, cuya biblioteca contenía apenas quinientos volúmenes mientras aquella otra, por imperativos tan tristemente conocidos, como la del campo de concentración de Birkenau para niños, cuando la dictadura nazi hitleriana, biblioteca clandestina que solo tenía ocho libros invaluables, que cada noche había que ocultar en un lugar distinto para que no los descubrieran. Educación y tradición de padres a hijos hasta en los momentos decisivos de la vida, no abandonar el placer de leer e imaginar sueños. Y es que “para el lector ideal todos los recursos son conocidos” de igual manera que “Al leer un libro de hace siglos, el lector ideal se siente inmortal” Y ciertamente leyendo los comentarios sobre Homero y Dante, los libros que llevaba el Che consigo en la guerrilla, todos lector se considera solidario en el tiempo y las geografías que admite como suyas. La aventura incansable viva y crítica, de don Quijote.
Siempre estará, pese a las dictaduras y censuras religiosas, activa respuesta frente a la oscura mentira, el apoyo a las bibliotecas. Esa biblioteca ideal que señala Manguel por la razón insobornable que “La biblioteca ideal simboliza todo lo que una sociedad representa. Una sociedad depende de sus bibliotecas para saber quién es, porque las bibliotecas son la memoria de la sociedad” Es la geografía española actual, las vehementes y oscuras reformas que pregonan nuestros políticos con empalago, hasta la provocación del vómito, ha “recuperar una España Libre”. Las modestas bibliotecas de los distritos de las ciudades y los pueblos, no solamente sufren falta de personal sino también de partidas económicas, siempre modestas, para comprar libros, así como reducción de los horarios. Estamos ante la ignorancia voluntaria y premeditada de los gobernantes sin importarles que su imagen de demócratas se desplome, conociendo que este país no puede presumir de tener el nivel de lectura que le corresponde. Porque no debemos de olvidar que padecemos la dictadura global de la falsedad y la mediocridad. De aquí el compromiso de quienes estamos por la “Lecturas y relecturas sobre las palabras y el mundo”.
SIRENA
(I)
Naufragó. Y en su mar, el marinero
se oscureció en profunda sepultura.
Su muerte (¿no son todas?) prematura
tiñó el agua de luto, y el hondero
de los dioses lanzó un nuevo lucero
al denso techo de la noche oscura.
Braceaba en las olas la figura
del mascarón de proa del velero,
libre ya, melancólica sirena,
que en la desolación de un alma en pena
busca en la costa faro o atalaya.
Surgió la luz lejana, amortecida,
y como una ola más, casi sin vida,
se desplomó en la arena de la playa.
(II)
Sirena y marinero, en travesía
perenne sobre el mar, habían sido
casi amantes, sin voz y sin libido,
más interdependientes cada día.
Ella en el tajamar, la lejanía
su punto de reclamo, y el bramido
del viento en el cordaje retorcido
audaz proposición de rebeldía,
sistemáticamente repudiada.
Inabordable, inmóvil, entregada
sin saberlo ella misma, al navegante.
Y él, inconsciente de ello, enamorado
de quien pudo haber sido en el pasado
destructora fatal de cada amante.
(III)
En el naufragio, su alma de madera
se espiritualizó; razona y siente
con músculo y fervor de adolescente,
y con diafanidad de cristalera.
Sobre la playa, exhausta, forastera
a este su nuevo mundo, al sol yacente,
es percepción de arcángel inocente
que de su nube en un traspiés cayera.
Mas se levantará, cuando despierte
de su fatiga al borde de la muerte,
tras tanto tiempo al borde de la vida.
Y en sus pupilas brillará la llama
de la estrella distante que proclama
sus deseos en luz estremecida.
(IV)
Abre los ojos ya, que el sol declina,
se ha sosegado el mar, y en ti, sirena,
la vida en plenitud se desmelena
con la noche a la vuelta de la esquina.
Un nuevo ojo en el cielo se ilumina,
guiño hacia ti en dulzura de colmena
que no logra enturbiar la luna llena
ni en su entorno espectral ni en tu retina.
Desde lo alto contempla el navegante
tu nueva forma, humana, palpitante,
y es aserción de amor su parpadeo.
Duda, al verte intangible seductora,
si enaltecer o maldecir la hora
en que te conoció sin galanteo.
(V)
La sirena, nos dicen, sólo canta,
y ríe, y manipula, mas no llora;
habla de amor, mas nunca se enamora,
y siempre, al fin, su embrujo desencanta.
¿Por qué, entonces, el nudo en la garganta,
la angustia pertinaz que te devora,
la intermitente lágrima que aflora
y en tormenta de llanto se agiganta?
Acumulas en ti tanto de humano
que el mito se quedó en segundo plano,
mujer, si en madurez, recién nacida.
Tu amante fue real, ya sólo idea,
por eso hoy mismo sobre ti alborea
nueva etapa de eterna despedida.
(VI)
Regresarás al mar, escapatoria
de un mundo que no es tuyo, en seguimiento
de esa mínima luz del firmamento
que sabe hablarte de común historia;
porque, en el fondo, amor sólo es memoria
de cuanto dos construyen, del aliento
que ambos mezclan, del júbilo, el lamento,
generados por pérdida o victoria.
Sobre tu espalda nadarás, alerta
al sucinto mensaje que a la puerta
de la noche el crepúsculo te enciende.
Y si lloras, tal vez, por añoranza,
recuerda ese mensaje en lontananza
que nadie, sino tú, capta y entiende.
(VII)
En la playa o el mar, pero contigo.
Tendido junto a ti, la curvatura
de tu cola en perenne travesura
frotándome los muslos. Me prodigo
sobre tus firmes senos, y persigo
rigidez de pezones. Tu estatura
sólo se mide horizontal, figura
a medias de mujer, hasta el ombligo.
Pero qué espléndida mitad, cautiva
cerebro y sexo por igual, lasciva
y sensible a la vez, sirena de oro.
Te pienso casi mía, miel y vino,
y en este sueño absurdo en que me obstino,
cuanto más me devoras, más te imploro.
(VIII)
No quiero soñar más, que me hace daño.
Tu destino es de mar, yo soy de tierra.
Y aunque mi cuerpo a tu mitad se aferra,
mi corazón se reconoce extraño.
Contra mi propio proceder me ensaño,
por llamar a portal que se me cierra.
¿De qué me sirve combatir en guerra
perdida de antemano al desengaño?
Sigue tu estrella, aunque jamás la apreses,
si te llama su luz. Que los reveses
no detengan tu marcha: Es el camino
lo que debe incumbirte, no la meta,
mientras brille ese rayo que te reta,
ya sea deslumbrante o mortecino.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
NO ESTAMOS HASTA EL GORRO, NO. ESTAMOS HASTA LOS COJONES
Este es el parte de guerra: el Jefe del Estado cazando elefantes en Botsuana mientras su yerno de dedicaba a jugar al monopoly para llevárselo calentito. Carlos Dívar, que debería de haber sido el más justo de todos los jueces, aplicándose la ley del embudo (ya saben, aquello de la boca ancha pa´mí y la estrecha pa´ti). Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España, sin enterarse de que algunos banqueros se dedicaban a saquear a particulares y al propio Estado, a la vez que Rodrigo Rato, Manuel Troyano (ex director general de Caixa Penedés), José Luis Méndez (ex director general de Caixa Galicia), Roberto López Abad (ex director de CAM), Ricard Pages (ex presidente de Caixa Penedés) y una infinita legión de exdirectores bancarios sacaban tajada de la debacle. Los gürtelianos campando a sus anchas con la pasta trincada en la filibustería política, los ERES andaluces gastándose el dinero en putas y cocaína, y parte de la casta política compaginando tres y cuatro cargos, tarjeta visa platinum en la cartera, business class en los viajes y pensiones de lujo al grito de: “paga España”. De fondo Cristóbal Montoro con su letanía (aún sin desmentir): “que caiga España, que ya la levantaremos nosotros”, mientras los hombres de negro sí que han venido y, además, lo han hecho para instalarse en Madrid. Zapatero nos ha dejado una paupérrima herencia y Rajoy va a encargarse de que nos intervengan con todas las de la ley.
Al otro lado de la trinchera el pueblo llano, ese que suma, gota a gota, cinco millones de desempleos, esa tropa que ve cómo la desahucian de sus casas por no poder atender a su hipoteca, personas de carne y hueso que tienen que pagar por las recetas médicas, chavales que tras sus estudios se tienen que ir a hacer, de nuevo, las alemanias o las suizas, paisanos que atiborran ya los comedores sociales y las oficinas de Cáritas. Gente común, gente normal, gente más buena que el pan.
Y en esto aparece el otro día José Chamizo, Defensor del Pueblo Andaluz, y en el Parlamento de todos los andaluces les dice a sus señorías que: “La gente está muy cabreada con ustedes, no sé si lo saben. Está muy enfadá porque los ve todo el día en la peleíta. La gente está hasta el gorro de todos ustedes. No sé si puedo decirlo con todo el cariño del mundo… / … Perdónenme el exabrupto, pero es que tenía ganas de decirlo. Nada más”. Y algunas de sus señorías van y se enfadan, y piden una nota pública para llamar al orden a Chamizo.
Pa´mí que el Defensor del Pueblo no lo ha dicho lo suficientemente clarito. Tal vez sus señorías (¿o señoritos?) no quieren enterarse: ellos son, según la última encuesta del CIS, el tercer problema nacional para los españoles; y lo cierto no es que estamos hasta el gorro de los políticos profesionales, no; lo cierto es que estamos hasta los cojones de la denominada casta política y de la caspa que sueltan. Lo raro, a estas alturas, es que aún no se haya armado la de San Quintín. Pero no deben de olvidar los políticos que con escenarios como este han sobrevenido las peores revoluciones y los más atroces dictadores de la historia. Al tiempo.
José Sarria
Publicado en el periódico El librepensador
LA CASA, UN SENTIMIENTO
La imaginamos sólida, inalterable
enclavada en un punto luminoso del universo,
donde se refugia la piadosa luz
de un dios eternamente bueno.
Así la idealizamos siempre,
sabiendo que en su corazón
quedó la alegría de los pantalones cortos.
Cuando la buscamos…..
sus formas se escapan, se vuelven viento
y sus limites, son nada mas que recuerdos
aprisionados por el tiempo.
La casa envejece con nosotros
y nos sobrevive, sin saberlo.
Carlos Eduardo Figueroa -Argentina-
Publicado en la revista Mapuche 60
BIENESTAR-CORTESÍA
bienestar y cortesía
dejado el hombre que he sido tentar por el dinero
a los efectos tentadores
de renunciar a mi más madre
cargo ahora con ella
y mis millones
y por mi bien es tiempo de que crea
que no me quita lo valiente.
MÓNICA ANGELINO
millonario
a fin
de aclarar
los tantos
digamos
que
tentado
fui
valiente
ROLANDO REVAGLIATTI
AMBIVALENCIA
Estoy siendo el blanco
de tu colorida ambivalencia.
R. Revagliatti
Quiero tu boca
en la cual
quedo floreciendo inmaculado.
Aunque reconozco
tu gama cambiante
A veces
provocas mi ambivalencia.
Juan Ricardo Sagardía -Argentina-
LA MANCHA DE MERMELADA
Hoy apareció en la ventana más grande del periódico, se podría decir que se quería salir y reventarme su sonrisa, bajar por las escaleras de las frases, tomarse mi café negro y comer el pan con mantequilla que me puso Ofelia, siempre cumplida con el desayuno. Le puse a la taza la revista que acompaña el diario por si se le ocurría.
Me miró, mejor dicho, nos disparamos, él, muerto allá, y yo, muerto acá. Pero seguimos y él se apoyaba en el borde inferior del marco de la fotografía. Ahora que por fin lo había conseguido, no estaba muy seguro de querer seguir allí, asomado como idiota al filo de la gloria. Si de mí dependiera, allí lo dejaría. Ese era su hambre, por ello salía todas las mañanas a destruir a los demás, a llevarse por delante a cualquier tonto que cometiera el error de cruzársele. Y lo consiguió, el muy hijueputa lo consiguió.
Me provoca mancharle la cara con mantequilla, o con mermelada de fresa para que parezca sangre. Él, tan pulcro, pero la soledad le cuelga como bacalao, la soledad de saberse aislado por la fama, esa perra en celo. Me gustaría tomar de la mesa un lápiz y hacerle unos mostachos de mosquetero, entonces Martha se molestaría, ya que no le gusta que le dañen el periódico sin que haya leído sus notas sociales.
Él se creyó superior, dizque las musas lo visitaban disfrazadas de muchachos y se inspiraba en ellos para hacer su poesía. Pero pensándolo bien, él está atrapado en ese papel que hoy lo muestra triunfante y lleno de orgullo. Martha podrá fastidiarse con un poco de mermelada en el papel, pero la tentación es tan grande.
Un punto en la frente, es más o menos lo que hace él con sus zancadillas a los demás. Mejor cierro la página y hago oídos sordos a sus ruegos para que lo mate.
— Martha, hoy no trajeron el periódico― grito, mientras me dirijo al baño.
Juan Carlos Céspedes (Siddartha)
Publicado en la revista La Urraka 29
POÉTIQA
A Estela, Débora y Mauro
por darme mi mejor versión.
1
Hay amores que son de cortes desmanteladas
donde la forma es fondo que pulsa,
un espasmo de fondo,
con machos y hembras sobrexcitados
de cuerpos en estasis y baldíos,
y variaciones de cráneos y calambres de insomnio
escritos en los baños de las terminales,
y eso
mientras camino por el pueblo con mis sueños
de arenas negras,
a veces forma
a veces fondo.
2
Estás quietita, inhibida de traslados, sólo
efectos musculares
y algunos asesinatos microscópicos
que yo disimulo en mi niño idiota
babeando en la ventana, pringoso
de un tiempo decorado con trencitos ingleses
y padres difuntos que vagan en el pánico
de una kermés salesiana;
quietita, se hunde tu cuerpo
y ya no puedo predicarte, apenas estar alerta
con mis modos de insecto después del apareamiento.
Poeta Jorge Carlos Alegret (Argentina)
Publicado en la revista La Urraka 29
RUSIA
En trenes poseídos de una pasión errante
por el carbón y el hierro que los provoca y mueve,
y en tensos aeroplanos de plumaje tajante
recorro la nación del trabajo y la nieve.
De la extensión de Rusia, de sus tiernas ventanas,
sale una voz profunda de máquinas y manos,
que indica entre mujeres: Aquí están tus hermanas,
y prorrumpe entre hombres: Estos son tus hermanos.
Basta mirar: se cubre de verdad la mirada.
Basta escuchar: retumba la sangre en las orejas.
De cada aliento sale la ardiente bocanada
de tantos corazones unidos por parejas.
Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos
has hecho un pueblo de hombres que sacuden la frente,
y la cárcel ahuyentan, y prodigan los trigos,
como a un inmenso esfuerzo le cabe: inmensamente.
De unos hombres que apenas a vivir se atrevían
con la boca amarrada y el sueño esclavizado:
de unos cuerpos que andaban, vacilaban, crujían,
una masa de férreo volumen has forjado.
Has forjado una especie de mineral sencillo,
que observa la conducta del metal más valioso,
perfecciona el motor, y señala el martillo,
la hélice, la salud, con un dedo orgulloso.
Polvo para los zares, los reales bandidos:
Rusia nevada de hambre, dolor y cautiverios.
Ayer sus hijos iban a la muerte vencidos,
hoy proclaman la vida y hunden los cementerios.
Ayer iban sus ríos derritiendo los hielos,
quemados por la sangre de los trabajadores.
Hoy descubren industrias, maquinarias, anhelos,
y cantan rodeados de fábricas y flores.
Y los ancianos lentos que llevan una huella
de zar sobre sus hombros, interrumpen el paso,
por desplumar alegres su alta barba de estrella
ante el fulgor que remoza su ocaso.
Las chozas se convierten en casas de granito.
El corazón se queda desnudo entre verdades.
Y como una visión real de lo inaudito,
brotan sobre la nada bandadas de ciudades.
La juventud de Rusia se esgrime y se agiganta
como un arma afilada por los rinocerontes.
La metalurgia suena dichosa de garganta,
y vibran los martillos de pie sobre los montes.
Con las inagotables vacas de oro yacente
que ordeñan los mineros de los montes Urales,
Rusia edifica un mundo feliz y trasparente
para los hombres llenos de impulsos fraternales.
Hoy que contra mi patria clavan sus bayonetas
legiones malparidas por una torpe entraña,
los girasoles rusos, como ciegos planetas,
hacen girar su rostro de rayos hacia España.
Aquí está Rusia entera vestida de soldado,
protegiendo a los niños que anhela la trilita
de Italia y de Alemania bajo el sueño sagrado,
y que del vientre mismo de la madre los quita.
Dormitorios de niños españoles: zarpazos
de inocencia que arrojan de Madrid, de Valencia,
a Mussolini, a Hitler, los dos mariconazos,
la vida que destruyen manchados de inocencia.
Frágiles dormitorios al sol de la luz clara,
sangrienta de repente y erizada de astillas.
¡Si tanto dormitorio deshecho se arrojara
sobre las dos cabezas y las cuatro mejillas!
Se arrojará, me advierte desde su tumba viva
Lenin, con pie de mármol y voz de bronce quieto,
mientras contempla inmóvil el agua constructiva
que fluye en forma humana detrás de su esqueleto.
Rusia y España, unidas como fuerzas hermanas,
fuerza serán que cierre las fauces de la guerra.
Y sólo se verá tractores y manzanas,
panes y juventud sobre la tierra.
Miguel Hernández
Publicado en el blog islanegra.fullblog.com.ar
SIGNIFICAR EL PAISAJE
Significar el paisaje, buscar el tiempo, escenificar la hora.
El paisaje cae sobre los peldaños del
tiempo dibujando escaleras a la hora.
Significar la hora,
buscar el paisaje,
escenificar el tiempo.
Caer en la huida
Atravesando el paisaje
corriendo el tiempo
al paso de la hora.
Significar el tiempo, buscar la hora, escenificar el paisaje.
Del Poemario Cuaderno de la huida, de Salvador Moreno Valencia.
MI REINO POR UN BOTÓN
Era un tipo realmente peculiar el tal Raimon Pizo. Se ganaba la vida tocando el saxofón en un tugurio de mala muerte y en sus ratos libres ejercía de abogado. Me lo recomendó mi cuñado, ludópata empedernido. Según él, no debía fiarme de las apariencias, contratarle, era apostar por un caballo ganador. A mí, la razón me decía que siguiera buscando, que seguramente podría encontrar algo mejor, incluso buscando en las páginas amarillas, pero la expropiación de mi casa estaba a punto de hacerse efectiva, no me quedaba tiempo.
Pues, la verdad, no me preguntéis como lo hizo, pero el señor Pizo, consiguió que me perdonaran toda la deuda, a cambio de la dación de los derechos de un botón del antiguo uniforme militar de mi abuelo, guardado en un cajón, desde que éste, hace años, me lo dejará como única herencia.
AZAHARA OLMEDA
ÍNTIMAMENTE (TUYO)
Traigo
el cansancio,
la fatiga.
La lluvia
traigo,
entre mis muslos,
Bajo
mis plantas,
traigo la luna,
...y entre ,
mis senos,
el amor, -traigo-
Tómalo,amor,
Tómalo todo.
No me has mirado
...y estoy desnuda!
LÁZARA NANCY DÍAZ -Estados Unidos-
PREFIERO LLORAR SOLA
Si mi baja lira alivia tus sollozos,
te consolaré ante cualquier muerte.
Si así no fuera, lloraría contigo.
Tus pasos y los míos serán la única huella,
la haremos juntos, de una pisada.
Te alentaré ante cualquier pérdida.
Te aliviaré del llanto fúnebre y oscuro.
Te serenaré si estás perdido
y lloraré contigo.
Mas cuando sufras mi pérdida.
¿Quién te consolará del llanto?
No puedo y no quiero imaginarlo.
Por eso, preferiré quedarme sola a que te vean solo y llorando.
Publicado por MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama
15
Mi memoria recuerda Mia menso memoras
lo que mis ojos kion miaj okuloj
nunca conocieron neniam konis
Juegos de la memoria Ludoj de la memoro
sobre tierra soñada pri revita lando
Mi memoria recuerda Mia menso memoras
pero miente sed mensogas
Del libro Códigos de CARLOS VITALE traducido al esperanto por Amerigo Iannconce
CIELO DESPEJADO
Después de la creciente
niebla
una
por una
las estrellas
se quitan el velo
Respiro
el aire fresco
que el color del cielo
me ofrece
Sé soy
una pasajera
imagen
atrapada en un círculo
inmortal
GIUSEPPE UNGARETTI (1888 - 1970) Italia
Publicado en la revista La Urraka 29
XXIII
En mi TV hay una rubia tonta diciendo que se
acerca un tornado, sin embargo la ciencia no
puede explicar estos fenómenos naturales que
tienen lugar dentro de mi. Y la rubia de silicona
en mi TV de plasma sólo son dos clichés.
El aire llega tocando mi puerta y en mi cabeza
pasan imágenes de nosotros como una comedia
silente que compite con una moderna canción.
A veces pienso que nací con fecha de vencimiento,
porque mi mundo es una pompa de jabón donde hay
espacio para la magia de los libros antiguos, los
romances cortesanos y todas esas cursilerías que nadie
toma en serio por miedo a ser ellos mismos.
Para mi una relación no es un contrato de negocios,
el amor no se guarda en una caja fuerte y si la esperanza
es una inversión fallida, entonces respóndeme:
¿Ahora con qué saldo mi deuda?
Del libro Marionetas postmodernas de MAYDOLL MORALES PÉREZ
GRECIA
Tanto vale el hombre y tanto vale el esplendor de la vida,
Los hombres a menudo son amos de la naturaleza,
Para ellos la tierra hermosa no está escondida,
Sino que con dulzura se desnuda mañana y tarde.
Los campos abiertos son como los días de la siega,
Alrededor se extiende espiritual la vieja Leyenda,
Una vida nueva vuelve siempre a nuestra humanidad,
Y el año se inclina aún una vez silenciosamente.
FRIEDRICH HÖLDERLIN (1770 - 1845) Alemania
Publicado en la revista La Urraka 29
DÉCIMA
Le dije adiós a Viñales
con un sombrero en la mano
y hubo un infarto de guano
en todas las palmas reales.
Los ojos de los portales
lloraron por el viajero
y cuentan que en un alero,
lejos de la multitud,
se ahorcó el último laúd
de Benito el Viñalero.
PABLO LEÓN -Puerta de Golpe, 1927
Publicado en Malaras y curiosidades
BALADA PARA LOS MUERTOS
He perdido el templo para este poema
los villancicos duermen sobre el piano.
Las calles guardan los augurios
y un río cristalino ahoga los sueños.
Las animas esparcen sus alas
cubiertas tan solo de caladas vestiduras
en círculo profundo traspasan la piedra.
He perdido el templo para este poema
la música.
El dibujo de cualquier filigrana
es un pájaro que cae sobre el aliento
una ráfaga de astros que cautiva la luz
iluminando las sombras detrás de cada cuerpo.
Camino a su lado y leo sus sueños
la penumbra
la esperanza pura trazada con ceniza
el vacío impredecible del recuerdo
del hijo que levanta su trémula cabeza
y en un instante coloca su eternidad a salvo.
Vivian Vila Morera, Ciego de Ávila, Cuba
de: Antología de la poesía cósmica, Por Fredo Arias de la Canal
Publicado en la revista Carta Lírica 40
los villancicos duermen sobre el piano.
Las calles guardan los augurios
y un río cristalino ahoga los sueños.
Las animas esparcen sus alas
cubiertas tan solo de caladas vestiduras
en círculo profundo traspasan la piedra.
He perdido el templo para este poema
la música.
El dibujo de cualquier filigrana
es un pájaro que cae sobre el aliento
una ráfaga de astros que cautiva la luz
iluminando las sombras detrás de cada cuerpo.
Camino a su lado y leo sus sueños
la penumbra
la esperanza pura trazada con ceniza
el vacío impredecible del recuerdo
del hijo que levanta su trémula cabeza
y en un instante coloca su eternidad a salvo.
Vivian Vila Morera, Ciego de Ávila, Cuba
de: Antología de la poesía cósmica, Por Fredo Arias de la Canal
Publicado en la revista Carta Lírica 40
PADRE
Ser padre es la gloria,
Es brincar sobre lirios
Es vivir cantando un
Solo Sostenido.
Enfrentarlo todo
Por estar contigo,
Por que uno es un héroe
Así sea bandido.
No quisiera fallarte cuando
Me lleve el destino,
Porque después de la muerte
Siempre estaré contigo.
Del libro Versos irrelevantes de ensayos poemáticos de REINALDO APONTE APONTE
NO TENGAS MIEDO, MIRA A LO LEJOS...
... azul, sí, solía ser azul, algo así como el del cielo que veíamos cada día desde la terraza, siempre azul. Ah! Y verde, también verde. El lugar más bello y colorido en todo el Sistema Solar, y no solo eso, estaba lleno de vida, muchos animales y plantas, los mismos que has visto en las viejas enciclopedias.
Tus abuelos y yo, en vacaciones, solíamos ir de paseo bajo el tierno sol, caminábamos por el campo y acampábamos al aire libre… ellos sonreían cuando yo me emocionaba demasiado.
Y vinieron las guerras y desastres en manos de malas personas sin otra cosa que hacer, ejecutando el cuerpo de nuestro planeta, este se fue destruyendo y ahora es esa bola de color tan feo, que ves allá lejos.
Pero no te preocupes querido, ahora iremos aun lugar mejor, a otra galaxia, por eso no debes tener miedo de dejar la Tierra, trataremos de ser felices en cualquier lugar donde la capsula aterrice. Así que ahora deja de llorar y mira que fantásticamente bella es esta galaxia, ya no recordaba que existían las estrellas…
Egaeus Clemens –seud.- (Cuba)
Publicado en la revista digital Minatura 119
MAIMARÁ
Este es mi pueblo.
Su nombre quiere decir: “Estrella que cae”.
Hasta aquí llegan pocas noticias del mundo.
Recibo cartas de mis amigos; me dicen que todo marcha bien, que en
algunos países se vive una vida verdadera
Y que en otros, la esperanza crece.
Yo no sé nada. Me alegro por momentos
Y me encierro otra vez en mi pueblo.
Todo se habla de soledad.
El viento sacude las noches como árboles.
Los mismos pájaros despiertan las mismas mañanas.
El tiempo golpea las casas
Y las casas golpean contra el tiempo.
Aquí he vivido mi infancia.
Era feliz. Ignoraba hermosamente la vida.
La infancia…
Los recuerdos más viejos vagan por la memoria, como doña Melchora por el
pueblo.
Tiene ciento cuatro años. Habla sola, como los recuerdos.
Cuando me ve, me dice: buenas tardes maestro…
Aquí estoy,
Buscado y dejado y encontrado por el amor.
Pero no crea que puede hablar de soledad.
Todos tenemos mucho que hacer en el mundo y no hay tiempo para estar
solos.
Es que el futuro está subiendo desde el fondo de la tierra,
Lo veo crecer en mi hijo. Mira con los ojos de mi hijo.
Sí, ya lo sé. Son hermosos, los carnavales y los pájaros y la fastuosa
inocencia de los pájaros…
Pero sé también que el canto y la alegría y el coraje de muchos amigos
del pueblo están durmiendo en una botella de vino
¡y nosotros tenemos mucho que hacer!
Yo por lo menos,
Trataré de luchar con mis palabras.
Tengo que decir a mis amigos que no estamos solos y que debemos trabajar
para que el mundo sea mejor.
Este pueblo es muy chico.
Un carnavalito puede envolverlo.
El golpe de un caballo es demasiado para él.
¡Qué hermoso sería levantar su estrella y llamarnos, con verdad,
hermanos en un mundo sin justicia!
Mi pueblito es muy chico.
Así deben ser todos los pueblos chicos del mundo.
Por la calle de mi casa veo pasar la vida;
La desgracia, el amor, la humildad, los borrachos…
Pero creo que nadie piensa en nadie.
Nadie sale de sí mismo.
Todos casi todos, están ahogados en ellos mismos y es necesario cambiar.
Aquí sigue todo igual…
Si subiera a las cumbres, estoy seguro, vería pasar los años como esos
perros que acechando y husmeando el miedo pasan interminablemente
ocupados en sus sensaciones y eso no puede ser, ¡no puede ser!
Jorge Calvetti Jujuy, Argentina - 1916 - 2002
Publicado en la revista Isla Negra 316
NO HAY MÁS CIEGO
No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no escucha, ni más loco que el que se niega a razonar. Niños muertos sobre una mesa deben hacer reflexionar y no provocar airadas respuestas de adolescente consentido. El terror no conoce fronteras, ni banderas, ni países, sólo sabe de irracionalidad, egoísmo y odios.
Por cada niño o mujer muertos en la guerra que aparezcan en nuestras cómodas televisiones o nuestros modernos medios de comunicación, mil imágenes, documentales, noticiarios, películas, dibujos animados, anuncios... se emitirán para “demostrarnos” y hacernos “razonar” de que nadie los mató, que ellos solos se murieron.
El silencio es tan responsable del crimen como la acción cuando su presencia es tan absoluta como se manifiesta continuamente. Tal vez sea el silencio del hastío, tal vez el de la impotencia. Pero, sea lo uno o la otra, el silencio es lo mismo de inútil. Mientras haya voz habrá que gritar: gritar aunque sea en el desierto, gritar hasta que uno reviente, gritar hasta la muerte. Porque no se puede vivir con miedo, y tampoco se puede vivir en silencio.
Publicado por Francisco J. Segovia -Granada-
ESCRITOR
Yo siempre quise ser escritor
aunque no lo supe hasta mucho más tarde
de darme cuenta.
No imaginé la relación entre escribir
y haber vivido muchos siglos.
Sí.
Yo no creía en la trasmigración de las almas
si no fuera con la tercera cerveza en la mano.
Por supuesto,
no creía en los gritos de los pedigüeños taladrando la desidia de los cuervos.
Nunca supe que quise ser escritor,
lo entreví entre los que más da si te mueres
y tu vientre convertido en culebras leporinas.
Escritor.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
DE UN POEMA, SIN RESULTADO
He buscado mi poema desesperadamente
desde el inclemente asfalto de la urbe asesina
hasta la fina arena de mi última playa.
He soñado con su versos, su ángel y su música,
pero la lúbrica fantasía de mi noche
no puso el broche merecido a mi densa búsqueda.
Me ha desperezado optimista en tiempos sin tiempo
y siento impaciente el fracaso de tanta espera
sin que quiera renunciar a proseguir buscando.
Es un gran poema de amor con néctar impoluto
y el fruto más amargo de alguna adversidad,
como verdad dual del único y eterno hecho.
La sublime obra de la vida late en sus letras,
grietas unas, oteros otras, y ellas todas
como modas de mi desfile de autor en ciernes.
Nunca sabré si el poema vendrá discreto a mí,
si yo lo vislumbraré sensual en un espejo
o si un reflejo propio caerá en el olvido.
No ansío traicionarme ni pretendo un engaño,
porque es grave daño para mi espíritu ideal
querer hallar ese espléndido poema aún no escrito.
Francisco de la Torre Díaz-Palacios. España
Publicado en la revista Oriflama 16
viernes, 29 de junio de 2012
UN DÍA NORMAL
Escribía palabras casi sin tener conciencia de ello, después las miraba como si fueran absurdos suspendidos en una línea imaginaria, y sumido en un gran desánimo las hacía desaparecer sin el más mínimo remordimiento. La hoja quedaba horriblemente blanca, no sé qué se hacían todos esos signos sacados de algún lugar de mi cabeza, quizás regresaban a su antiguo lugar, de donde salieron a destiempo.
Las escenas desfilaban una tras otra y siluetas indefinidas trataban de manifestarse sin lograr comunicación conmigo, así que procedía a eliminarlas como en una especie de efecto dominó. Las veía esfumarse ordenadamente, en un fusilamiento dictatorial, a la brava, con la seguridad de que eran simples apariciones llegadas a entorpecer mi tarde de escritor.
Cerraba los ojos, me concentraba en luminosos puntos azules y blancos que se iban y venían ante mis párpados cosidos por la fuerza de las pestañas. Buscaba un rostro definido, una expresión indiscutible, una frase que se sostuviera independiente de mi capricho de pequeño dios. Las manos inseguras sobre el teclado, como buscando una clave secreta donde pulsar la expresión correcta, entonces vendría a la vida un texto con pasaporte a la libertad.
Abría los ojos y ante mí se alargaban algunas palabras, todas ellas rebuscadas, ladrando asquerosamente, sin conseguir transmitir la más exigua de las inquietudes, pura forma dilatada, fachada de casa vacía que me llenaba de un doloroso placer de destruir. Y me quedaba vaciado, peor que antes de borrarlas. Con desespero acudía a la memoria, buscando un episodio, una gesta, una vivencia fundamental de donde tomarme; asir con todas las fuerzas de mis dedos el teclado, trasgredir ese cerco inaccesible que no dejaba materializar el universo que llevamos dentro.
Una taza de café, desplazar toda la sensibilidad al humo que se filtra por la nariz y sentir un leve reposo, una especie de armisticio contra un enemigo oculto. Paladear la bebida y borrar nuevamente todo ese ejército de hormigas que no dicen nada. Dos horas perdidas frente a este desafío de escribir algo memorable, o por lo menos decente, es decir, algo con el mínimo crédito de literatura. O tal vez he ganado al no dejar con vida la basura pestilente que había escrito…
Otro sorbo de un café ahora frío, una vuelta de tigre enjaulado y la necesidad apremiante de encontrar una fuente exacta, un tema que ancle y se identifique pleno con mi oficio. A pesar de tantas ocasiones repetidas, de ver calcados los fracasos, cada nuevo duele más que el anterior, es una experiencia que no sirve en absoluto. Y dejo el índice derecho sobre el punto……………………………………………… y éste se repite burlón, ineficiente, inoperante, blasfemo. Una ociosidad que me gana, que me desprestigia ante mí mismo, una derrota declarada y una tecla al azar jjjjjjjjjjjj para que brinque la maldita liebre de donde se esconde... Aguardo. Café frío y un agrio en las entrañas, voy al baño a orinar…
Me aplico de nuevo y me siento más estúpido, más vulnerable… Que la literatura es trabajo, recuerdo, mucho trabajo, y aquí, exprimiendo la ocasión, parezco un imbécil, soy un imbécil de mirada perdida, que ha salido por la ventana, espiando las dimensiones artísticas de una naturaleza muerta, y el viento moviendo las hojas, y de paso las palabras que no llegan. Descubro, con resignación, que las frases escritas, las palabras manejadas, y todo ese hacer que aparece en algunos cuentos, poemas y otras cosas, me utilizaron a su antojo. ¡Vaya, calabaza! Miro el pocillo, en el fondo el almíbar de la azúcar y varios caminos difíciles, un desierto infranqueable, un jeroglífico para toda la vida y un punto escritor, inseguro, dándole al miedo, a la debacle, a la oscuridad, al imposible, con una terquedad de necio, de dios vapuleado por las circunstancias, y esta minería de perder, de encontrar, sin saber, el pedernal que menos queríamos… Cuando ya no aguanto más, saco la mano, borro con rabia y me acerco al precipicio…
Publicado por Juan Carlos Céspedes (Siddartha)
en la revista La Urraka 29
EN MI MUNDO
En mi mundo
las cosas van al revés que el tuyo,
aquí primero se muere
y después se vive,
aquí el amor
no está enmascarado,
del dolor,
aquí existe el amor
verdadero y no falsas ilusiones
ni pasiones.
Se puede amar, amada,
aquí existen los cuentos de hadas, amada
un sentimiento tan grande como el mar,
es amar,
amada.
Aquí se puede volar,
ondear con el viento
y ver nuestro reflejo
en el agua azul, roja, amarilla
y demás, no sé porqué eres la única
que en la oscuridad brillas,
amar, amada, querer, querida.
En mi mundo
puedo hacer que desaparezca el tiempo
y la muerte, y aún mejor, estar con una chica,
pero el aburrimiento que siento
mientras la espero, es como si estuviera muerto
y cuando viene a mi lado vivo,
porque ella es mi vida
y también mi muerte,
porque sin ella no puedo existir
aun existiendo,
aun muriendo.
JUAN JUNQUERA BORRAZAS -Conil-
las cosas van al revés que el tuyo,
aquí primero se muere
y después se vive,
aquí el amor
no está enmascarado,
del dolor,
aquí existe el amor
verdadero y no falsas ilusiones
ni pasiones.
Se puede amar, amada,
aquí existen los cuentos de hadas, amada
un sentimiento tan grande como el mar,
es amar,
amada.
Aquí se puede volar,
ondear con el viento
y ver nuestro reflejo
en el agua azul, roja, amarilla
y demás, no sé porqué eres la única
que en la oscuridad brillas,
amar, amada, querer, querida.
En mi mundo
puedo hacer que desaparezca el tiempo
y la muerte, y aún mejor, estar con una chica,
pero el aburrimiento que siento
mientras la espero, es como si estuviera muerto
y cuando viene a mi lado vivo,
porque ella es mi vida
y también mi muerte,
porque sin ella no puedo existir
aun existiendo,
aun muriendo.
JUAN JUNQUERA BORRAZAS -Conil-
PRESENTACIÓN LIBRO
Virtudes Reza, miembro del colectivo de docentes autores de la provincia Indocencias que presentará su libro, No tardes en volver a la coctelera del tiempo, hoy viernes a las 20 horas en la Asociación de la prensa de Cádiz.
MÚSICA Y COMPROMIS0. RELECTURA DE LA ANATOMÍA DE UN AUTOR PERENNE
No puede divorciarse al poeta José Ángel Valente del ensayista a la hora de abordar Anatomía de la palabra (1) como homenaje y reconocimiento a su extensa y rica obra, poesía y prosa de quien es “anatomista de la memoria, la tiniebla y la palabra”. Intentar situar al poeta Valente dentro de una clasificación poética y literaria al uso, es un riesgo que puede dejar a cualquiera en mal lugar a corto plazo, digo a corto plazo porque la personalidad de Ángel Valente se ensancha y se sitúa por si sola en el lugar que le corresponde, plaza difícil que el poeta no ha logrado buscando la originalidad, sino justo fruto de su forma existencial de vida, el compromiso con la sociedad y consigo mismo lo que la ha configurado. Su sendero poético hacia un misticismo siguiendo las huellas de Juan de la Cruz, ya fue anunciado en sus primeros libros, pero no por ello abandonó la realidad circundante.
Él mismo nos recuerda aquella sentencia de Juan Ramón “Meter a un poeta en la Academia es como meter un árbol en el ministerio de agricultura”, naturalmente no todos han pensado y actúan así, de aquí la variedad y tantas otras secuencias, algunas un tanto vergonzantes. Actualmente podemos disponer de toda la obra completa, verso y prosa, prosa y verso, de Valente. La importancia de esta Anatomía es una muestra de la identidad y densidad de su creatividad. Toda una poética abundante y calidad suficiente, para que sobre ella gire una serie de ensayos y críticas de autores muy relacionados con su vida, su persona y la razón de ser. La definición de otra genial poeta José M. Ullán es certera: “en la balanza, dos orbes: poesía engendradora de verdad, verdad engendradora de poesía”. “Siempre he sido absolutamente sensible al mundo circundante” afirma en su entrevista, afirmaba en una entrevista.
Un poeta fuera de modas que rechazó todo triunfo fácil si este significaba una hipoteca de su propia existencia vital, como muy acertadamente afirma César Real Ramos en “Siete lecturas y una carta!, Incluida “Con brillo y poder internos, no superficiales ni aparentes, rehuyendo siempre modas y contagios de épocas transitorias. Lo suyo es el fruto de una constante y lúcida preocupación por la expresión poética, sin premura no concesiones o halagos al éxito fácil, la oscura luminosidad de su palabra se ha ido afirmando desde los tenebrosos años de posguerra en que aparecen sus primeros versos gallegos”, no hay ni una frase de elogio fácil en esta cita, aquellos que además de su obra conocieron su actitud política y civil dentro y fuera de la frontera de la dictadura lo podemos confirmar con la mayor naturalidad. Esto ayuda a comprender e incluso aplaudir muchas de sus actitudes y declaraciones tiempo después en la España de la democracia y sus conversos.
La sobriedad de la palabra que llegó a alcanzar es una de sus grandes virtudes creativas, como muestra José Luis Pardo “su técnica de depuración emocional de la palabra (aislamiento de emociones puras, emociones nacidas de la palabra misma más que vinculadas a ella), una técnica seguida a fuerza de sobriedad, a fuerza de un rigor que elimina todo recurso superfluo”. El libro en su totalidad proyecta una acertada semblanza bibliográfica del poeta y ensayista y muestra que no fue creador fácil y que su vida “perteneció a cuantos lugares su exilio permanente, exterior e interior. “ Una obra abierta que incorpora la tradición literaria peninsular, latinoamericana (Lezama Lima y las estrechas relaciones de amistad y literatura que mantuvieron) y europea, sin excluir las influencias orientales. En resumen una obra completa de conjunto de alta calidad y contenido. Su lectura no es pasajera, de estas que se leen y se olvidan, siempre obliga a volver sobre ella a consultarla para no sólo entender la poesía de Valente, sino igualmente como apoyo para cualquier trabajo sobre ella, para lo que colabora la laboriosa bibliografía del autor y sobre el autor, paciente labor con la que se cierra este libro.
Asín lo confirma su obra póstuma Diario anónimo (3). Ella ofrece una suma de anotaciones con visiones y criterios meditados por el poeta en un periodo de tiempo que transcurrió desde octubre de 1959 hasta enero de 2000 un año antes de su muerte., donde lo íntimo se convierte en luz exterior para alegría del lector fiel, por importancia y los valores que ofrece el contenido exigente e interesante de tan emblemático meditar diario. Hondo, exigente y claro, también el dolor años tras año de la muerte de su hijo. Profundo autor en verso y prosa, admirable ensayista, exigente e insobornable, en el más amplio sentido de la palabra escrita. Valiosa esta fortuna guardada celosamente con fidelidad por Coral Gutiérrez su compañera, importante escritura donde se muestra apuntes biográficos, criterios, pensamiento y opiniones que abarca casi medio siglo de sentir interno. Laboriosa labor la edición y compromiso profesional que le caracteriza a Andrés Sánchez Robayna con esta una nueva publicación que se suma los dos anteriores y magistrales volúmenes con las Obras completas “Poesía y Ensayos” (2)
(1) Anatomía de la palabra - Nuria Fernández Quesada - Pre-textos
(2) José Ángel Valente Obra Completa- Galaxia Gutenberg
(3) Diario anónimo – Edición de Andrés Sánchez Robayna – Galaxia Gutenberg
Francisco Vélez Nieto
Publicado en el diario SIGLO XXI
CONTAGIO-FIEBRE
a la
gentil en triciclo que me contagiaba
y a la
curvilínea peatona
también
desde enfrente oteaba
ya un
púber un mocito
contagioso
(de
acuerdo a ciertas leyes y máculas
bacilos
y más o menos bacterias
decretan
avatares
y persistentes
yiros viejos y atroces)
MÓNICA ANGELINO
Este poema está concebido a partir del que lo precede de Rolando
fiebre
contagioso
ROLANDO RAVAGLIATTI
NO ME HAGAN PENSAR
Poema del argentino Juan Ricardo
Sagardía
inspirados en textos de Rolando
Revagliatti
Te niegas
insistiendo en tu prohibición,
Y me haces falta…
pues no tienes falta
y me faltas.
¿Qué pensar?
Si solo pienso en ti
¿Cómo no pensar,
si me haces falta?.
¡No me hagas pensar!
14
Hay Estas
una voz vo©o
que invita kiu invitas
a la locura al la frenezo
¿Cuándo abriré Kiam mi malfermos
mis puertas miajn pordojn
a su canto? al @ia kanto?
Del libro Códigos de CARLOS VITALE traducido al esperanto por Amerigo Ianncone
ESE HOMBRE
(a Pablo Marrero)
Uno soporta la intemperie
del mundo
sin saber casi nada
afuera, los ojos de la noche
tiritan contra los
ventanales
inofensivos hombres deambulan
con sus penas grandes
otros hunden sus colmillos
sin perder el sueño.
Uno es un barco
y su pecho un océano
entonces
construye la fábula del mar
y enciende la lámpara
para que nadie se confunda.
Ese hombre
es un puerto
y en su rostro sobrevive
la memoria.
Del libro Áspid de Carlos Norberto Carbone -Argentina-
Publicado en la revista Mapuche 60
BREVERÍAS
2626
Sola en el duro banco de la plaza,
y tal vez desolada, te rodean
docenas de palomas que zurean
en la tarde otoñal. Cada una traza
su propia línea, círculo, revuelo,
que no ves, abstraída
en ese maremágnum de la vida,
por donde vaga el alma en desconsuelo.
Dentro de ti llevas el mundo, y nada
cautiva tu mirada.
2627
Sobre el césped se arrullan los amantes,
vino rojo en las venas, ascuas de oro
en las manos, la piel efervescente,
y las cinturas ramas cimbreantes.
Pero el paisaje es mustio e incoloro,
nada, sino ellos mismos, transcendente.
2628
Sumido en los recuerdos, el anciano,
camina a paso tímido, inseguro,
a cada escena de su entorno ajeno.
Ni el roble, ni el nogal, ni el avellano,
estirando sus crestas sobre el muro,
ni el jardín, aromático, sereno,
provocan su interés. Va ensimismado,
en la plaza de todos expatriado.
2629
Sobre el banco de piedra, el desvalido
duerme y sueña. No el mundo de colores
que hemos, tan a menudo, recorrido
en busca de esplendor, laurel, o amores.
Su sueño es de más básicas urgencias,
del hogar que perdió, que nunca olvida,
del pan que no le llega, las dolencias
de alma y cuerpo, la vida que no es vida.
La plaza es música, trajín, bullicio,
pero nada en su propio beneficio.
2630
Juegan los niños, ríen, cantan, gritan,
bandadas de palomas se alborotan;
las mamás, sonrientes, no limitan
su actividad. Ellos jamás se agotan.
La plaza es su dominio, su palestra.
Años felices son, como lo han sido
quienes bajo una estrella más siniestra
quisieran hoy, tal vez, no haber nacido.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
LOS CAMPEONES DE LA NOCHE
Ninguna ley tengo para ofrecer
ninguna profecía
salvo la muerte y las revoluciones victoriosas
Dejemos entonces al guerrero en paz
y a los hermanos rotos en medio del camino
Pasemos al sacrificio. La ceremonia está servida:
abrazos celebrados detrás de la ciudad
besos en andenes movedizos
mudas consignas en salas de espera
y a veces ni un guiño
nada para despistar
nada para sobreentender
sólo los ojos lacios como en mesa de póker
Ya no podremos ser los elegidos por el sol
los cachorros feroces que asombrarían al mundo
Apenas si hemos nacido sin querer
viejos desconocidos a quienes llamo mis amigos
perdidos en el trasbordo y sin saber qué tren tomar!
Pero mis compatriotas juegan a dormir y a olvidarse
de todo
A los sobrevivientes los conozco
borrachos que invocan a Dios como a una deuda de
juego
soldados que hacen patria en los umbrales
pálidos maricas dispuestos a fingir hasta el alba
parejas para las que ha terminado sin gloria
esta noche en la que tanto creyeron
y también el húmedo insomne que mueve sus ojos
desde el hospital
acechando el ruido de los libres
aullando por la droga que le traerá el olvido
el negro paraíso que es dormir una noche
Y aquí
en el centro de la ciudad
las tiernas actrices compran el diario
y los temerosos también quieren saber qué pasa en el mundo
mientras los coches llevan solitarias parejas
y todos tanteamos una cama y un nuevo sueño
y la mañana viene trayendo la luz y la paz
pero no para todos
apenas para nosotros
los ganadores
los verdaderos campeones de la noche.
MARIO TREJO
A LA VEJEZ…
Quién me iba a decir a mí, que con mi edad, me encontraría en esta situación.
Cada día, me levanto pronto. A mis años ya no aguanto mucho rato en la cama, así que bajo a dar un paseo por el parque y a media mañana me acerco a la panadería de Ramón, compro dos barras y vuelvo a casa con mi Josefina.
Hoy me he fijado en unos chicos extranjeros que estaban esperando todos juntos vestidos con ropa de trabajo, ha llegado una furgoneta blanca y se han subido unos cuántos. Seguramente, irían a los campos cercanos, a echar la jornada por cuatro duros. Uno de ellos me ha llamado la atención más que los demás. Ya no solo porque su tez clara y su cabello rubio resaltara entre el resto de hombres, sino porque en cierto modo me recordaba a mí. Me ha hecho evocar aquellos tiempos, que ahora parecen tan lejanos, en los que tuve que dejar a mi mujer y a mis hijos, para viajar hasta Francia y trabajar en la vendimia. Fueron tiempos duros. Tal vez el esfuerzo fuera mayor los siguientes años de vuelta a España, faenando en la obra, pero al menos tenía la satisfacción de tener a mi familia cerca y eso paliaba todo el cansancio y las dolencias que pudieran aportarme las horas bajo el sol en verano o el aire frío que me cortaba la piel en invierno.
Ahora, echando la vista a tras, no puedo decir que todo ese esfuerzo no mereciera la pena, por lo menos pude alimentar a los críos y darles una buena educación. Siempre hice que mi esposa se sintiera orgullosa de mí. Lamentablemente y a tenor de las circunstancias que me rodean actualmente, no puedo evitar pensar que tal vez pude hacer más.
Después de toda una vida de sacrificio y de dura batalla, me encuentro con una pensión que no cubre los gastos mínimos para darnos sustento y un cobijo digno a mí y a mi Josefa. El banco dice que hay mucha gente en nuestra misma situación, que no pueden hacer excepciones y que si no pagamos tendremos que dejar nuestra casa. Dejar mi hogar, dónde han crecido mis hijos, dónde hemos pasado la mayor parte de nuestra vida. Nuestros mejores y nuestros peores momentos. Yo, que siempre he cuidado de los demás, me veo ahora obligado a depender de mi descendencia para tener un techo bajo el que vivir.
Siempre había pensado que los años de la vejez serían los que podría dedicar a descansar, no que serían aquéllos en los que tendría más preocupaciones.
AZAHARA OLMEDA
UN HOMBRE PUEDE SER LIBRE
Un hombre atrapado por la fuerza de la costumbre no es libre.
La mejor manera, quizás, sea vivir al filo de la navaja,
Romper con los prejuicios adquiridos.
Cualquier forma de vivir resbalando por el filo de la cuchilla,
Es, quizás, mejor, que vivir atrapado
Por la fuerza de la rutina.
Ser libre significa no cumplir con lo establecido.
Así un hombre libre hoy toma café,
mañana se adentrará en la jungla de las palabras
para vencer la aterradora fuerza del hábito.
¿Un hombre es libre cumpliendo con los preceptos establecidos?
Poema del Cuaderno de la huida de Salvador Moreno Valencia
POEMA VI
Llega la vida,
lenta con el viento,
caída,
de las puntas
-de una estrella-
...Y se nos llena
en el primer aliento,
de luces,
sol,
y flores bellas.
Llega la muerte,
voraz como las olas,
...que arrastran ,
de la orilla,
-a lo profundo-
toda la vida,
que quizás,
-dure unas horas-
para aquel, que no supo
-amar al mundo-
Es hermosa la vida,
murmura un vagabundo.
... y a ti,
que todo tienes,
TE DEVORA.
LÁZARA NANCY DÍAZ -Estados Unidos-
MIRADAS, NO MIRADAS
Me he dado cuenta de que me miraba. Le he atendido, no sé si de manera diferente, y él ha captado que lo sé. Sé que busca encontrar mi mirada, sé que me desea, sé que fantasea con mis senos denudos y con mi falda pequeña. Ha sonreído, mas yo no lo haré. Para mí no es un juego. Le ha gustado mi desdén y provoca en él más deseo que una aprobación. Deja de inquirirme y se sonríe, dejo de mirarle y sonrío sin labios, que no lo sepa. Quiero volver a observarle, pero si lo hago estaré perdida.
¿Y qué más da? No quiero enamorarlo sino utilizarlo.
De nuevo sonrío, ahora devolviéndole la mirada.
Publicado por MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama
OTRO VERANO MÁS Y EL CARRIL-BICI AUSENTE EN CIUDAD REAL
Tú duro, yo despacio, le dice el perro al hueso
mientras lo va royendo hasta que al fin lo ingiere,
nosotros MASACRÍTICA casi en igual proceso
le damos al pedal cantando un miserere.
Mas de seis años ya cantando el Salmo vamos
pedaleando en las bicis un mes tras otro mes;
y aún así y con todo, como al principio estamos,
de este caso el problema más que insólito ya es.
Este empecinamiento que el Consistorio tiene
con lo del carril-bici, que no lo quiere hacer,
es algo no entendible, por nada se sostiene,
tan sólo es tozudez a mi modo de ver.
La ciudad necesita esta vía auxiliar,
la bicicleta es hoy un medio de transporte
que nada contamina, sólo hay que pedalear
y vas del Este al Oeste o desde el Sur al Norte.
El carril-bici hoy, dentro de la ciudad
es algo imprescindible a todas luces visto,
pero este consistorio no ve la realidad
y aún vive en la antípodas y sin nada previsto
para que de una vez se baje de la higuera o del
guindo, da igual, porque es donde está aún;
y que haga el carril-bici, ¡puñetas!, ¿a qué espera,
dado que es beneficio que aporta al bien común…?
LO QUE ES CIRTO Y VERDAD QUE EL TIEPO VA PASANDO
Y UN PROFUNDO ABANDONO ESTAMOS AGUANTANDO.
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
AL GRUPO “MASACRÍCA” DE APEDAL, QUE NO SE RINDE EN SU BATALLA, QUE DEMUESTRAN MES A MES, QUE LOS TIENEN BIEN PUESTOS SOBRE EL SILLÍN.-
MUCHACHA EN BANAO
La terre n′aime pas le sang ni les ordures.
Agrippa D′Aubigné
El ómnibus se detuvo. Los viajeros bajaron uno
a uno.
Tú estabas entre la multitud de muchachas que
trabajan esa tierra
y el sol de mediodía. Los viajeros se asomaron a
los surcos,
a los rostros; interrogaron y sudaron, y luego volvían
al ómnibus
cuando tú te me acercaste y empezaste a hablarme,
y, mientras
sonreías, me respondiste: "Retrátame, retrátame".
Comprendí
que debía fotografiarte con mi cámara vacía, recoger
tus ojos
en la tierra de tu cara, porque tú querías que ese
fantasma tuyo
viviera en las manos de un desconocido. Y aunque
realmente
he olvidado cómo eres, ahora me he puesto a hacer
con letras
tu retrato: aquí están la luz sudorosa de Banao
y las manchas de tus ojos en el rostro de
la multitud.
Fayad Jamís (1930 - 1988) México- Cuba
Publicado en la revista La Urraka 29
NÓMADAS
Abandonaron la Tierra. Fue, exactamente, un veinticinco de abril del año 23238 después de Cristo… si para esa fecha hubiesen seguido utilizando el viejo calendario gregoriano. Dejaron atrás el planeta azul; los océanos, con sus eternas mareas y sus ocasos magníficos; las grandes cadenas montañosas, nevadas eternamente; los bosques tropicales y los áridos desiertos, bellos cada uno de una forma diferente pero siempre mágica… Se deshicieron de las urbes de metal y cristal, de las autovías aéreas, de su arte y su literatura. Atrás quedaron museos, fábricas, universidades, catedrales, puentes colgantes, túneles bajo el océano que conectaban continentes, y ruinas antiquísimas como los orígenes de su civilización.
No hubo duelo, ni lamentos, ni pesar. Tampoco dejaban atrás un mundo desolado, exhausto o exprimido hasta el último de sus recursos. La vida, tras ellos, siguió su curso, más libre aún de lo que era mientras cohabitaban en el mismo mundo. Los cielos no lloraron su partida, aunque se sintieron más solos, quizá más tristes. El sol siguió apareciendo por el horizonte e iluminó con sus tonos dorados un mundo que aún tenía muchos millones de años por delante.
La Luna los vio pasar a su lado, y siguió girando alrededor de la Tierra, sin moverse un ápice de su trayectoria.
Se fueron del planeta, para siempre, hacia el infinito. Eran hombres y mujeres, sí, pero habían alcanzado tal grado de desarrollo espiritual que no necesitaban de sustento material para sobrevivir. Eran eternos y no tenían límites. Por eso decidieron convertirse en formas etéreas, abandonar sus cuerpos caducos y su planeta de siempre, y viajar más allá de los límites del Universo: hacia donde tuvo lugar su nacimiento, miles de millones de años atrás.
Francisco José Segovia Ramos (España)
Publicado en la revista digital Minatura 119
SEGADOR DE AMOR
Embeleso, es lo que quiero
cuando pido que me mires
y un torbellino de amor
en tus abrazos fingidos.
Con un soplo encarnizado
amanece la gélida mañana
de tribulaciones muertas.
Segador de amor, espérame
si aún me sueñas,
en aquellas ardientes noches.
Celia Martínez Parra. España
Publicado en la revista Oriflama 16
PENÍNSULA
Una tortuga asoma a estribor,
a proa, salta sobre el agua un pez plateado,
el bote se mece sobre un aceite luminoso,
el sol del mediodía,
la sal sobre la boca,
la felicidad del mar.
Del libro Pueblos fugaces de Carlos Aprea -Villa Elvira, La Plata, Argentina-
Publicado en la revista Isla Negra 316
LA DESPEDIDA
¿Queríamos separarnos? ¿Era lo justo y lo sabio?
¿Por qué nos asustaría la decisión como si fuéramos
a cometer un crimen?
¡Ah! poco nos conocemos,
pues un dios manda en nosotros.
¿Traicionar a ese dios? ¿Al que primero nos infundió
el sentido y nos infundió la vida, al animador,
al genio tutelar de nuestro amor?
Eso, eso yo no lo hubiera permitido.
Pero el mundo se inventa otra carencia,
otro deber de honor, otro derecho, y la costumbre
nos va gastando el alma
día tras día disimuladamente.
Bien sabía yo que como el miedo monstruoso y arraigado
separa a los dioses y a los hombres,
el corazón de los amantes, para expiarlo,
debe ofrendar su sangre y perecer.
¡Déjame callar! Y desde ahora, nunca me obligues a contemplar
este suplicio, así podré marchar en paz
hacia la soledad,
¡y que este adiós aún nos pertenezca!
Ofréceme tú misma el cáliz, beba yo tanto
del sagrado filtro, tanto contigo de la poción letea,
que lo olvidemos todo
amor y odio!
Yo partiré. ¡Tal vez dentro de mucho tiempo
vuelva a verte, Diotima! Pero el deseo ya se habrá desangrado
entonces, y apacibles
como bienaventurados
nos pasearemos, forasteros, el uno cerca al otro conversando,
divagando, soñando, hasta que este mismo paraje del
adiós
rescate nuestras almas del olvido
y dé calor a nuestro corazón.
Entonces volveré a mirarte sorprendido, escuchando como otrora
el dulce canto, las voces, los acordes del laúd,
y más allá del arroyo la azucena dorada
exhalará hacia nosotros su fragancia.
FRIEDRICH HÖLDERLIN (1770 - 1845) Alemania
Publicado en la revista La Urraka 29
DESPERTAR
Cierro mis ojos,
Vuelo en mi mente,
Estoy desnudo,
Sigo ascendente,
Veo a lo lejos irreverente
A un pasado lejano ausente
Le doy la espalda, no existió
Sigo volando,
Adiós, adiós.
Del libro Versos irrelevantes de ensayos poemáticos de REINALDO APONTE APONTE
XXII
Es difícil de creer después de dar tantas vueltas,
luego de ser arrastrado por el lado tonto de este
destino bipolar. Se que a veces esperamos mucho
y somos mendigos en la acera del fracaso con una
lata de pepsi vacía.
Yo no deseo tener que estar contigo estando sin ti.
no quiero hadas madrinas ni videoconferencias
absurdas donde primero te escucho y a los 5min
te veo, distorsionado e inseguro. Yo no quiero
comerciales pues no pretendo ser quien nunca
quise.
Este juego no es en línea, es un viejo juego dentro
del mundo nuevo: es la vida real y yo no quiero tentar
a la suerte porque no tengo nada que apostar y tampoco
nada que perder.
Del libro Marionetas postmodernas de MAYDOLL MORALES PÉREZ
DÉCIMA
Campesino, tú que has ido
transformando la victoria,
hoy te nutres con la gloria
de todo lo precedido.
De tu guateque he sabido
que soy un enamorado
y siempre que te he escuchado
no he pensado en las derrotas,
porque me animan las notas
de tu laúd trasnochado.
JOSÉ LORENZO DELGADO -Pinar del Río, 1939
Publicado en Malaras y curiosidades
INDOCENCIAS EN CÁDIZ NOTICIAS
Una nueva sección dedicada al grupo Indocencias va a a ser publicada semana tras semana, descubriendo uno a uno algunos de los poetas que lo componen, de la mano de Fermín Aparicio.
Éste es el enlace:
http://cadiznoticias.com/not/735/este_verano__cadiz_noticias_trae_al_grupo_de_indocencias__poesia__made_in_cadiz_/
Publicado por PACO VELÁZQUEZ en su blog ojosdeluna-pacovelazquez.blogspot.com
SUDOR
En la porosidad de la espalda, a la altura de los omoplatos se va configurando una sonrisa de gato etéreo como un tatuaje de agua. En el pecho se forman rozaduras como puñetazos desgastados, penachos acuosos como islas sin tesoros. En los faldones de la ropa de costuras naif, una pianola de gotas acrecienta su afilada impronta. El cuerpo se estremece como la sombra de una guerra que maltrata a una mariposa. Como un horno microondas en una ciénaga, los goterones distorsionan la fe, la esperanza, la caridad, de los días de húmedos remolinos de luz. El sudor.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
DIAS DE GLORIA
A mi hermana Elsa y familia
I
Yo tengo una madre hermana
que la abrazo desde lejos,
que la busco en los espejos
y la invento en la ventana.
Cuando cruza en la mañana
en un recuerdo lejano,
soy una niña en su mano
que saltó entre las arecas
y remiendo mis muñecas
con las nubes del verano.
II
Hermana la vida pasa
como el viento por las tejas
y se van poniendo viejas
las heridas de la casa.
Hoy que la ausencia repasa
aquellos días de gloria
cuando escribieron la historia
mima y pipo con nosotros,
me pongo a enlazar los potros
que corren por mi memoria.
Élida Acosta, Cuba
Publicado en la revista Carta Lírica 40
jueves, 28 de junio de 2012
AL LAÚD
Desde tu cuna remota,
cóncavo alazán cerrero,
con doce bridas de acero
llegaste a mi tierra ilota.
¿Con qué melodía ignota
de criollo te graduaste?
¿Qué sinsonte despertaste
con tu trino vegetal
que en el folclor inmortal
de mi Antilla te quedaste?
SANTIAGO ÁLVAREZ CRUZ -Bahía Honda, 1945
Publicado en Malaras y curiosidades
SOLEDAD
En un día tan feliz
En un parque cualquiera,
Escribo bajo una sombra
La tristeza que me aqueja
rodeado de gente estoy,
Por detrás, por donde quiera,
Pero que extraña sordera
Nadie escucha mi atormentada pena.
Me quejo por dentro, en silencio,
Pero descubro al momento que no es
Queja, estoy de duelo, llorar
Quisiera y quejar tendido en el
Suelo, como llorarme,
Si estoy muerto, no tengo doliente;
Pasa desapercibido el ataúd
Del olvido, en un día
Tan feliz, en un parque
Cualquiera, me consumo cual
Hoguera que se apaga hay que pena.
Estoy solo, en el velorio de mi propio
Cuerpo, en un día tan feliz, la gente
Ríe están contentos.
Del libro Versos irrelevantes de ensayos poemáticos de REINALDO APONTE APONTE
PROBLEMAS DE OFICIO
Mientras te quitas los zapatos piensas en la
poesía,
sabes que alguna vez escribirás algo parecido a un
gran poema,
pero sabes que de nada sirve acumular materias
primas
para cuando llegue la ocasión. Puedes ponerte de
pie y gritarle
a tu propio fantasma que es hora de poner manos
a la obra.
Puedes comerte tu cuchara con lágrimas, escoger
un recuerdo,
saltar como un sabio al descubrir las posibilidades
de lo imposible.
Pero nada habrás conseguido: el poema te mira con
ojos de sapo,
huye como una rata entre desperdicios y papeles,
florece
en el patio de tu casa, está en el fondo de una olla
y no lo ves,
lo ves y lo conoces y lo tocas, es el pan de tu noche,
pero aún
no lo atrapas, y si logras cogerlo por el cuello acaso
se te rompe, se estrella en tus narices; y es lo cierto que no sabes
amasar
esa sustancia informe y diferente. Te pones a
ladrar porque entonces
recuerdas que así te ocurría con chivos y carneros
(cada uno trataba
de tirar la soga hacia su mundo) y luego meditas
si no sería mejor
ir reuniendo notas sobre un tema determinado,
ir dando vueltas alrededor
del humo de un tabaco, hasta que las yerbas
alcancen las grupas
de las yeguas que sudan y relinchan al borde del
poema.
Es inútil. Inútil. Así no llegarás a poseer tu oficio:
de tus manos
a veces saltan, rotas, las palabras. Los versos se
deshacen en tus dientes,
y de pronto te asombras de que un hombre rompa
a carcajadas su sarcófago.
Todo es posible aquí. Se fueron los verdugos, las
piedras se convierten
en panes o relámpagos. A ti te sorprendió la
tempestad
y ahora la alimentas con los puños cerrados. No
habrá gallina muerta,
bala o trapo que te paralice. Contempla esos
caminos, esas guásimas:
son los mismos en que has muerto, los mismos en
que ya vives
y navegas, pero el viento entró con sus semillas en
tu casa.
Si te vas a dormir acuérdate del vaso de agua que,
desde luego, no es
para los santos sino para los sueños de tu sed,
prepara tus papeles,
junta tus zapatos. Y no olvides seguir asomándote
a los abismos,
no te canses de vivir impulsado hacia las raíces de
las cosas, muerde
el amor en su fuego, en su sal. Ayuda a tus hermanos
a edificar la gran casa
en que no parirá la crueldad. Algún día escribirás
un gran poema.
Fayad Jamís (1930 - 1988) México- Cuba
Publicado en la revista La Urraka 29
CONEXIÓN URITORCO
El apocalipsis había ido llegando de a poco. Primero con varios temblores y tsunamis en la zona del Pacífico, después con un aumento en el nivel de las aguas en la del Atlántico. La mayor parte de la población mundial había perecido en esas catástrofes naturales o en las diferentes batallas de la guerra por controlar los pocos recursos vitales que quedaban en la Tierra.
En Argentina, un pequeño grupo de personas había escapado de todo eso huyendo al pueblo de Capilla del Monte; instalados en el cerro Uritorco, antigua morada de los indios comechingones, ansiaban la paz y la buscaban a través de la meditación. Ese lugar, señalado como un centro de convergencia mística, se había
convertido en un enclave de esperanza; no por nada era visitado desde tiempos pretéritos por extraterrestres.
Fue allí, meditando, que ese grupo de argentinos logró entrar a una ciudad situada en otra dimensión. En esa ciudad llamada Erks, hallaron el bastón de mando de los comechingones y el Santo Grial, que había sido trasladado hasta ahí por uno de los caballeros de la mesa redonda de nombre Perceval.
Entonces, el poder de esas reliquias les permitió alcanzar un estado de iluminación que se convirtió en la llave para abordar una nave interestelar tripulada por extraterrestres.
Tiempo después, cuando por fin el apocalipsis concluyó, ellos lo percibieron como un resplandor en el cielo, en la dirección de su lejano planeta natal.
Luciano Doti (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 119
DÍAS EXTRAÑOS
Necesito llorar de ansia, leer a Daniel Sada, mirar a los ojos a Celia, oler los infructuosos mares futuros, escribir a muerdos, beber en vaso de culo ancho, espiar minifaldas por fuera como si me fuera la vida en ello, rastrear la yugular de la miseria de la vida, hurgar entre libros de ocasión con moho en las costuras, rebuscar los goles que no marqué, repensar una película con la celulosa rota, gritar volteando los ojos ante el viento que grita en las colinas, visitar con cara de otoño y con el hálito de las circunstancias amargas los camposantos del ayer, supurar recuerdos en cementerios parisinos tan atormentadamente de moda, contar hasta mil conteniendo la respiración bajo un grifo de ginebra, volver a los ochenta los noventa los setenta con sus luces y sombra y los callos de las circunstancias eyaculando labios de esparto, volver a sus requiebros, sus olores, sus temblores, sus proezas, su sed.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
ESTA BOCA ES NUESTRA
Viendo con infinita tristeza
que su compañero de aventuras
yacía a lo largo de la cama
y habiendo oído su desvarío final,
el bueno de Sancho Panza dijo
al señor escribano -Teniéndola
por el único bien recibido
que hasta el momento no ha cedido
a la derrota, agregue que esta boca
es nuestra y que no devolvemos
las palabras que nos dieron.
Juan Carlos Moisés Sarmiento, Chubut, Argentina - 1954
Publicado en la revista Isla Negra 316
DESFALLEZCO
Los disfraces del erizo enmudecen el silencio
de nuestros cuerpos.
Regresar de Ítaca después de marejadas insomnes
y encontrarte, recostada, taciturna, brava.
Desfallezco, mi amor, desfallezco
con rumores de leyendas en mis labios,
con vapores mitológicos sobre mi espalda,
con el frío de lo que no fue.
Entregado a la pasión de las primeras veces,
acurruco tu legado de besos sobre la alborada
mantengo tu sed de nada
y las pasiones de los arrabales
en la nostalgia.
Sergio García Soriano
Publicado en la revista Oriflama 16
ADIÓS A ADOLFO ALFONSO
Adolfo Alfonso expiró
en su inigualable Habana
y nuestra estrofa cubana
triste y huérfana quedó.
Este bardo, que exaltó
a su patria y su bandera,
ya colgó su voz parlera
de la música en el muro
para que tenga el futuro
recuerdos de quién él era.
Este Alfonso fue mi amigo
porque después del abrazo
se quedó, como un pedazo
de mi corazón, conmigo.
De su amistad me dio trigo
de poesía en La Habana,
y en una «Cucalambeana»
que tuvo feliz encuentro
se metió del todo dentro
de mi conciencia cubana.
Francisco Henríquez
Publicado en la revista Carta Lírica 40