domingo, 31 de julio de 2011
POEMA
NO CONSIGO
No consigo detener el fluir de las aguas.
No consigo distinguir tus ojos verdes.
No sé por qué miro al río,
si en él nada hay que me interese.
Libera mi iris de tu mágica influencia.
Déjame mirar libremente, arriba o abajo,
los árboles que bordean tus orillas.
Déjame perderme entre las nubes
que adornan tu cielo azul.
No me voy aguas abajo
porque estoy preso de tu encanto,
aunque a veces me cansa
ver siempre el mismo paisaje
y escuchar el monótono correr de la corriente.
No me persigas porque no iré
a ningún sitio si tú no quieres.
Tranquilízate, calma tus nervios.
Aquí estoy a tu lado, sin voluntad,
para rebelarme contra nada.
JOSÉ LUIS RUBIO -Publicado en el libro 50 VOCES-
POEMA
MOMENTO
El cielo difumina tenues celajes blancos
y en el campo en reposo, la calma del instante
deja todo en suspenso... Un gemido lejano
pesa como una mancha y se ahonda en la tarde.
Ensombrece el paisaje la tristeza de un rancho
mientras el humo lento traza curvas fugaces,
un arado recorre la pradera en descanso
y en los sauces cansados se abandona la tarde.
Mansedumbre de bueyes en el aire del campo,
junto a agrisamiento de las cosas distantes;
vuelan como dormidos unos pájaros blancos
y una vaga tristeza se disuelve en la tarde.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
El cielo difumina tenues celajes blancos
y en el campo en reposo, la calma del instante
deja todo en suspenso... Un gemido lejano
pesa como una mancha y se ahonda en la tarde.
Ensombrece el paisaje la tristeza de un rancho
mientras el humo lento traza curvas fugaces,
un arado recorre la pradera en descanso
y en los sauces cansados se abandona la tarde.
Mansedumbre de bueyes en el aire del campo,
junto a agrisamiento de las cosas distantes;
vuelan como dormidos unos pájaros blancos
y una vaga tristeza se disuelve en la tarde.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Dícese de la cría que ha perdido la madre
El modo en el que la habré perdido
no atrae todavía a los revisionistas
¿La habré perdido tropezando con la misma piedra
—equívoca del escándalo
de las poéticas—
con la que antaño otras tropezaron
también desmadrándose?
¿La habré perdido por la índole obstinada
de mi rebelde condición de cría?
¿Hay allí, donde indico, qué de intrínseco?
¿Substancia del manumitir
en la expósita?
A vuelapluma: ¿dícese?
Día de la Madre
Mamá merece un lavarropas nuevo
y una multiprocesadora de 400 vatios de potencia
y una más moderna licuadora
Mamá merece también una tostadora eléctrica
de última generación
y un secavajillas con cinco programas y tres temperaturas
Mamá es muy buena
No hay como mamá
Mamá merece una lustraspiradora
con barral cromado rebatible y tres cepillos flotantes
¿Qué menos que una máquina de coser
con quince funciones de puntada
merece mamá?
Mamá es muy buena
Merece esto y mucho más
Mamá merece una cocina con paneles autolimpiantes
y puerta visor con doble vidrio
Mamá merece una plancha con capacidad
de tanque para 320 mililitros
Mamá es muy buena
Queremos mucho a mamá
Demos de una vez en el blanco
de las principales
necesidades de mamá.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
El modo en el que la habré perdido
no atrae todavía a los revisionistas
¿La habré perdido tropezando con la misma piedra
—equívoca del escándalo
de las poéticas—
con la que antaño otras tropezaron
también desmadrándose?
¿La habré perdido por la índole obstinada
de mi rebelde condición de cría?
¿Hay allí, donde indico, qué de intrínseco?
¿Substancia del manumitir
en la expósita?
A vuelapluma: ¿dícese?
Día de la Madre
Mamá merece un lavarropas nuevo
y una multiprocesadora de 400 vatios de potencia
y una más moderna licuadora
Mamá merece también una tostadora eléctrica
de última generación
y un secavajillas con cinco programas y tres temperaturas
Mamá es muy buena
No hay como mamá
Mamá merece una lustraspiradora
con barral cromado rebatible y tres cepillos flotantes
¿Qué menos que una máquina de coser
con quince funciones de puntada
merece mamá?
Mamá es muy buena
Merece esto y mucho más
Mamá merece una cocina con paneles autolimpiantes
y puerta visor con doble vidrio
Mamá merece una plancha con capacidad
de tanque para 320 mililitros
Mamá es muy buena
Queremos mucho a mamá
Demos de una vez en el blanco
de las principales
necesidades de mamá.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMA
Presente en la distancia
Cómo de tu interior se disemina
la más pura libido; cómo fluye
desde la mente al sexo, y distribuye
sobre la piel oleada clandestina.
Sólo yo lo percibo en tu retina,
que de la mía ni se aparta ni huye;
y en tu mano, que firme reconstruye
tensos perfiles que el deseo empina.
Qué intimidad soñada y no tenida,
qué actividad sensual, reverdecida
tras larga etapa en pertinaz sequía.
Y cómo llegas, sin llegar, remota,
por beber de la fuente que en mí brota,
como yo de la tuya bebería.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
Cómo de tu interior se disemina
la más pura libido; cómo fluye
desde la mente al sexo, y distribuye
sobre la piel oleada clandestina.
Sólo yo lo percibo en tu retina,
que de la mía ni se aparta ni huye;
y en tu mano, que firme reconstruye
tensos perfiles que el deseo empina.
Qué intimidad soñada y no tenida,
qué actividad sensual, reverdecida
tras larga etapa en pertinaz sequía.
Y cómo llegas, sin llegar, remota,
por beber de la fuente que en mí brota,
como yo de la tuya bebería.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
POEMAS
UN GRANO
Un grano es suficiente,
que es suficiente un grano,
un granito de arroz,
para sentir el hálito
de la vida en acción
Que es suficiente un grano,
un granito de arroz,
para saber que existen
el arrozal y Dios.
CARAMBOLAS
Recuerdo aquellas largas,
aquellas largas noches
de los largos inviernos.
Recuerdo el espeso sabor
de las castañas asadas
y deliciosamente saladitas.
Recuerdo aquel olor.
El olor, el olor del aguardiente.
Recuerdos los abrigos
y los cuellos alzados,
y recuerdo los guantes,
las quejas insistentes recuerdo
en los labios de todos:
“-Madre mía, ¡que frío!”
El frío, el frío recuerdo
y, de repente, un soplo de nostalgia
ataviado de tórrido verano.
El verano, el verano, el verano
visto desde el invierno
era lo que no era, era lo que no es
cuando llega el verano y nos asfixia
y, ¡madre mía!, el calor
nos recuerda el invierno y añoramos el frío.
Recuerdo, sí, recuerdo aquellas largas noches
de los largos inviernos y, de pronto, no sé
si es invierno o verano, si tengo frío o calor,
si una castaña asada y saladita
realmente es un helado y el olor penetrante
del aguardiente no huele, ya no huele
en verdad a aguardiente, que huele
a fresco y verde jugo de limón.
Carambolas te digo de la memoria,
siempre tan dispuesta a recrear los hechos
a su entero capricho de viejo poeta loco.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Un grano es suficiente,
que es suficiente un grano,
un granito de arroz,
para sentir el hálito
de la vida en acción
Que es suficiente un grano,
un granito de arroz,
para saber que existen
el arrozal y Dios.
CARAMBOLAS
Recuerdo aquellas largas,
aquellas largas noches
de los largos inviernos.
Recuerdo el espeso sabor
de las castañas asadas
y deliciosamente saladitas.
Recuerdo aquel olor.
El olor, el olor del aguardiente.
Recuerdos los abrigos
y los cuellos alzados,
y recuerdo los guantes,
las quejas insistentes recuerdo
en los labios de todos:
“-Madre mía, ¡que frío!”
El frío, el frío recuerdo
y, de repente, un soplo de nostalgia
ataviado de tórrido verano.
El verano, el verano, el verano
visto desde el invierno
era lo que no era, era lo que no es
cuando llega el verano y nos asfixia
y, ¡madre mía!, el calor
nos recuerda el invierno y añoramos el frío.
Recuerdo, sí, recuerdo aquellas largas noches
de los largos inviernos y, de pronto, no sé
si es invierno o verano, si tengo frío o calor,
si una castaña asada y saladita
realmente es un helado y el olor penetrante
del aguardiente no huele, ya no huele
en verdad a aguardiente, que huele
a fresco y verde jugo de limón.
Carambolas te digo de la memoria,
siempre tan dispuesta a recrear los hechos
a su entero capricho de viejo poeta loco.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
ARTÍCULO
LEONOR Y SUS AMORES
AMOR-1- ¡ Mi querida Leonor! por ti daría yo la vida, por tus verdes ojos-azabache, por esa mirada tuya penetrante, por tu piel suave, por tus cabellos rizados y ondulados… estoy deseando abrazarte… y besarte… con pasión …
AMOR-2- ¡ Pero que buenorra estás Leonor! tienes un polvo bestial, ésta noche iré a tu casa y te follaré a lo bestia y te vas a correr de placer y te comeré tus tetas y te chuparé tus pezones para saborear esa leche y miel de tus ubres candorosas.
AMOR-3- Tú eres el amor de mi vida, por el que siempre suspiré, por fin te he hallado en el jardín de tu bosque animado, estoy perdidamente enamorado de ti, el fuego de mi corazón me abrasa al pensar en ti y sueño contigo en mi soledad todas las noches… espérame y te haré mía y seremos felices por eternidad…
AMOR-4- Jo tía, estás dabutén y de puta madre, te voy a comer el “chochín” un día de éstos y vas a jadear como una perra en celo, te voy a follar y vas a alucinar en colores cuando mi verga penetre en tu sexo húmedo y caliente, vas a flipar cantidad tía …
AMOR-5- ¡Ay Leonorcita! Mi cariñito, mi amorcito, ya sabes que soy tu amigo más fiel y aunque sabes que no te puedo dar placer, ni complacer sexualmente, aquí estoy a tu disposición cielo para lo que desees, mi pichoncito… mi amorcito, aunque puedo complacerte indirectamente con mi amor y podemos hacer un “menage a trois “ si te excita… esa visión …
AMOR-6- Aquí me tienes amiga Leonor para lo que desees, soy tu buen amigo, no quiero sexo contigo, conmigo te puedes desahogar y me puedes contar todas tus confidencias secretas, que yo las guardaré secretamente para mi, nunca te abandonaré y puedes contar conmigo para lo malo y lo bueno, no lo olvides, soy tu amigo fiel, en las alegrías y las penas, en la salud y la enfermedad, aunque sé que contigo nunca me casaré…
Juan Montero Lobo “Visnú”
AMOR-1- ¡ Mi querida Leonor! por ti daría yo la vida, por tus verdes ojos-azabache, por esa mirada tuya penetrante, por tu piel suave, por tus cabellos rizados y ondulados… estoy deseando abrazarte… y besarte… con pasión …
AMOR-2- ¡ Pero que buenorra estás Leonor! tienes un polvo bestial, ésta noche iré a tu casa y te follaré a lo bestia y te vas a correr de placer y te comeré tus tetas y te chuparé tus pezones para saborear esa leche y miel de tus ubres candorosas.
AMOR-3- Tú eres el amor de mi vida, por el que siempre suspiré, por fin te he hallado en el jardín de tu bosque animado, estoy perdidamente enamorado de ti, el fuego de mi corazón me abrasa al pensar en ti y sueño contigo en mi soledad todas las noches… espérame y te haré mía y seremos felices por eternidad…
AMOR-4- Jo tía, estás dabutén y de puta madre, te voy a comer el “chochín” un día de éstos y vas a jadear como una perra en celo, te voy a follar y vas a alucinar en colores cuando mi verga penetre en tu sexo húmedo y caliente, vas a flipar cantidad tía …
AMOR-5- ¡Ay Leonorcita! Mi cariñito, mi amorcito, ya sabes que soy tu amigo más fiel y aunque sabes que no te puedo dar placer, ni complacer sexualmente, aquí estoy a tu disposición cielo para lo que desees, mi pichoncito… mi amorcito, aunque puedo complacerte indirectamente con mi amor y podemos hacer un “menage a trois “ si te excita… esa visión …
AMOR-6- Aquí me tienes amiga Leonor para lo que desees, soy tu buen amigo, no quiero sexo contigo, conmigo te puedes desahogar y me puedes contar todas tus confidencias secretas, que yo las guardaré secretamente para mi, nunca te abandonaré y puedes contar conmigo para lo malo y lo bueno, no lo olvides, soy tu amigo fiel, en las alegrías y las penas, en la salud y la enfermedad, aunque sé que contigo nunca me casaré…
Juan Montero Lobo “Visnú”
sábado, 30 de julio de 2011
ARTÍCULO
Discurso de Federico García Lorca en la inauguración de la biblioteca de su pueblo
Medio pan y un libro.
Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931:
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
"¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".
(lo dijo Lorca hace casi ochenta años)
Medio pan y un libro.
Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931:
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
"¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".
(lo dijo Lorca hace casi ochenta años)
POEMA
EN EL MIRADOR
A UN ÓLEO DE IGNACIO A. CASTRO
Entre sus piernas, que lo mismo,
danzan o saltan,
se ve una ciudad azul,
que quizás duerme,
que quizás empieza a despertar.
Sus largas piernas,
que quizás danzan,
sobre el mirador
de alineadas losas,
quizás saltan,
para escapar del azul,
se cubren
con un pantalón amarillo,
gastado en las rodillas,
que desafían toda superstición.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
TONO DE INMIGRACIÓN
Oh, la humildad austera de estas vidas modestas
de rústicos hogares y trabajos honrados.
Vidas donde la dicha son los niños que juegan,
y un pesar la nostalgia de los padres lejanos.
Vidas atardecidas por un sueño de inmigrante
que fervientes cultivan en las tierras ajenas.
En sus blancas jornadas naufragaron pesares
y en sus limpios domingos se durmió la tristeza.
Vidas que abandonaron sus tierras desangradas
y llegaron a América en un día soñado.
Abrazaron la pampa que les dio la esperanza
y amargos sinsabores que les dio el desengaño.
Vidas ennoblecidas en la pampa del indio
y del gaucho que un día se apagó para siempre.
Que en la noble tristeza y el afán campesino
se embellezcan los días que les diera la suerte.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Oh, la humildad austera de estas vidas modestas
de rústicos hogares y trabajos honrados.
Vidas donde la dicha son los niños que juegan,
y un pesar la nostalgia de los padres lejanos.
Vidas atardecidas por un sueño de inmigrante
que fervientes cultivan en las tierras ajenas.
En sus blancas jornadas naufragaron pesares
y en sus limpios domingos se durmió la tristeza.
Vidas que abandonaron sus tierras desangradas
y llegaron a América en un día soñado.
Abrazaron la pampa que les dio la esperanza
y amargos sinsabores que les dio el desengaño.
Vidas ennoblecidas en la pampa del indio
y del gaucho que un día se apagó para siempre.
Que en la noble tristeza y el afán campesino
se embellezcan los días que les diera la suerte.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Vestite y andate
Huí nomás
capulina, chabacana
con mi camisa de cordero y
con mi riñonera
Dejame ahora
si es ese tu placer consecuente
tan tristón como solo e inútil;
inferime la desolación obstinada de la inutilidad;
arrojame a mi síndrome
¿No era que nunca te había ocurrido
lo que conmigo?
¿Entonces mi producción es poco más
que morondanga?
¿No venía a ser yo quien te globalizaba
los sentidos?
“¡Orgasmame, pijudo!”
en tus labios obvios: exaltados:
¿era una expresión retórica, parásita?
Huí nomás
diletante, peliforra
con mi boina blanca
Llevate tu impronta abrasadora;
disipá tu horrible
fobia matutina tragándote
el dominguero paisaje
suburbano
Huí con mi slip
con mis chinelas
A esta desnudez mía y patética que se queda
—hoy
ya extenuada la nochecita del sábado tres de octubre—
despidiéndote
rocío con mi esperma.
Estando
La índole de mis pensamientos
con un palo en el culo
lo juro ante Dios:
me torna vano
y blasfemo.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Huí nomás
capulina, chabacana
con mi camisa de cordero y
con mi riñonera
Dejame ahora
si es ese tu placer consecuente
tan tristón como solo e inútil;
inferime la desolación obstinada de la inutilidad;
arrojame a mi síndrome
¿No era que nunca te había ocurrido
lo que conmigo?
¿Entonces mi producción es poco más
que morondanga?
¿No venía a ser yo quien te globalizaba
los sentidos?
“¡Orgasmame, pijudo!”
en tus labios obvios: exaltados:
¿era una expresión retórica, parásita?
Huí nomás
diletante, peliforra
con mi boina blanca
Llevate tu impronta abrasadora;
disipá tu horrible
fobia matutina tragándote
el dominguero paisaje
suburbano
Huí con mi slip
con mis chinelas
A esta desnudez mía y patética que se queda
—hoy
ya extenuada la nochecita del sábado tres de octubre—
despidiéndote
rocío con mi esperma.
Estando
La índole de mis pensamientos
con un palo en el culo
lo juro ante Dios:
me torna vano
y blasfemo.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
BREVERÍAS
2474
Me canso a veces de pensar; me canso
de caminos, de ríos, de ciudades;
de tanto realizar, de no hacer nada.
Pero sé refugiarme en el remanso
donde reposan mis intimidades,
en vida de fervor, mas retirada.
2475
Tengo el tacto, si tímido, ligero,
y lento, y torrencial, y cauteloso,
como quien tiene tanto y nada tiene.
Sentado en mi rincón, espero, espero
un perfil ágil, mágico, bulboso,
que caiga sobre mí y me desalmene.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
Me canso a veces de pensar; me canso
de caminos, de ríos, de ciudades;
de tanto realizar, de no hacer nada.
Pero sé refugiarme en el remanso
donde reposan mis intimidades,
en vida de fervor, mas retirada.
2475
Tengo el tacto, si tímido, ligero,
y lento, y torrencial, y cauteloso,
como quien tiene tanto y nada tiene.
Sentado en mi rincón, espero, espero
un perfil ágil, mágico, bulboso,
que caiga sobre mí y me desalmene.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
POEMAS
UN ÁRBOL
Un árbol;
el árbol
aquel;
aquel,
aquel árbol.
Era un árbol;
aquel árbol
de espesas
y verdes ramas
cargadas
de alegres
pájaros.
ELLA
-canción-
Ella es como es ella,
que ella es aire y agua;
que ella, por ser ella,
ama, llora y canta;
que ella es oro y sol
y es luna de plata.
Ella tiene apenas
la edad encantada
de quien se enamora
con sencillez blanca
y sigue creyendo
que existen las hadas.
Ella es como es ella,
que es ella fantástica
como el mar y el cielo
y la luz del alba
y, a su edad, sin tiempo,
sueña, envuelta en gracia,
que la vida es
prodigiosa y mágica.
Que ella es como es ella,
que ella es ella, ¡y basta!
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Un árbol;
el árbol
aquel;
aquel,
aquel árbol.
Era un árbol;
aquel árbol
de espesas
y verdes ramas
cargadas
de alegres
pájaros.
ELLA
-canción-
Ella es como es ella,
que ella es aire y agua;
que ella, por ser ella,
ama, llora y canta;
que ella es oro y sol
y es luna de plata.
Ella tiene apenas
la edad encantada
de quien se enamora
con sencillez blanca
y sigue creyendo
que existen las hadas.
Ella es como es ella,
que es ella fantástica
como el mar y el cielo
y la luz del alba
y, a su edad, sin tiempo,
sueña, envuelta en gracia,
que la vida es
prodigiosa y mágica.
Que ella es como es ella,
que ella es ella, ¡y basta!
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
viernes, 29 de julio de 2011
POEMA
PLANTA MARINA
A UNA CERÁMICA DE JESSICA DIENEMANN
Cerámica, con sinuosas hendiduras,
que semeja planta escapada, salida,
de las profundidades marinas,
anhelantes del húmedo frescor
de las saladas y enigmáticas aguas.
Trozo de barro, que sueña con el mar,
que nunca tocará su frágil estructura,
erguida y reluciente, que acabará
adornando, probablemente, un rincón
donde no serán las olas
quienes la acaricie sino el polvo
y un diminuto rayo de luz
que se filtre por los cristales
de una ventana entreabierta.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
DESCANSO
Poesía de los campos y caminos
sin paisajes de tintes otoñales
donde descansa el corazón amigo
y se olvidan teorías y pesares.
Descanso puro de las horas blandas
donde los hombres no esclavizan hombres,
donde se siente un soplo de la infancia
que hacen resplandecer los corazones.
Sentir ausente la ambición del mundo,
las pequeñeces míseras del pueblo,
y admirar las escenas del terruño
y las ardientes voces del sendero.
Vivir la mansedumbre de esos sitios
y la existencia de estos seres simples,
lejos de las mentiras y precjuicios
de la ciudad enferma de imposibles.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Poesía de los campos y caminos
sin paisajes de tintes otoñales
donde descansa el corazón amigo
y se olvidan teorías y pesares.
Descanso puro de las horas blandas
donde los hombres no esclavizan hombres,
donde se siente un soplo de la infancia
que hacen resplandecer los corazones.
Sentir ausente la ambición del mundo,
las pequeñeces míseras del pueblo,
y admirar las escenas del terruño
y las ardientes voces del sendero.
Vivir la mansedumbre de esos sitios
y la existencia de estos seres simples,
lejos de las mentiras y precjuicios
de la ciudad enferma de imposibles.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
La teta izquierda
La teta izquierda de la esposa
de mi enemigo me dio de lleno
en el rostro
Me dio de lleno la teta
izquierda de la esposa
de mi enemigo en el rostro
De la cual la teta ya
no me separo.
Lo admito
Mi noviecita es un aguantadero
para mí
(subido a una tarima lo admito
blandiendo un espadín de cartulina)
La luzco en mis presentaciones
y en otros eventos culturales
(mi tic nervioso
la ceja ésta que me desdice
no me deja mentir)
Mi aburrimiento a veces le cede
un espacio a la imaginación
estereotipando los arrestos de un beso apasionado
Me guarezco en mi novia
del que en mí propende a divulgarse
fulminantemente.
¿Se acuerdan de mí?
¿Se acuerdan de mí
—¡qué risa!—
en mis temporadas de putañero?
¿Me ubican?:
de la secundaria:
el gordito de pie en la foto
apoyándosela
a nuestra profesora de contabilidad
Hoy me agarran asoleándome
en este poema
de un amigo.
Que me la
Que me la sostuviera tanto rato
con sus dos manitas emocionadas
y que me produjera
lo que me produjera de emoción allí
hasta ametrallarla entre los ojitos
y que se riera
fue poco
pero muy poco menos que sublime.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
La teta izquierda de la esposa
de mi enemigo me dio de lleno
en el rostro
Me dio de lleno la teta
izquierda de la esposa
de mi enemigo en el rostro
De la cual la teta ya
no me separo.
Lo admito
Mi noviecita es un aguantadero
para mí
(subido a una tarima lo admito
blandiendo un espadín de cartulina)
La luzco en mis presentaciones
y en otros eventos culturales
(mi tic nervioso
la ceja ésta que me desdice
no me deja mentir)
Mi aburrimiento a veces le cede
un espacio a la imaginación
estereotipando los arrestos de un beso apasionado
Me guarezco en mi novia
del que en mí propende a divulgarse
fulminantemente.
¿Se acuerdan de mí?
¿Se acuerdan de mí
—¡qué risa!—
en mis temporadas de putañero?
¿Me ubican?:
de la secundaria:
el gordito de pie en la foto
apoyándosela
a nuestra profesora de contabilidad
Hoy me agarran asoleándome
en este poema
de un amigo.
Que me la
Que me la sostuviera tanto rato
con sus dos manitas emocionadas
y que me produjera
lo que me produjera de emoción allí
hasta ametrallarla entre los ojitos
y que se riera
fue poco
pero muy poco menos que sublime.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
BREVERÍAS
2471
Te amo tanto, quizá, por no tenerte;
no te amara, tal vez, si fueras mía.
Qué triste, en realidad, es nuestra suerte,
oscilando entre fuga y agonía.
2472
No conocí el amor hasta muy tarde,
cuando apenas hay luz en el ocaso.
Ah, pero vino al fin, y brilla, y arde,
y no me quejo ya de su retraso.
2473
Ni sabía de ti, ni tú quién soy,
fue la casualidad que a ti me trajo,
mas por mi voluntad contigo voy.
Yo escogí, no el azar, con quién encajo.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
Te amo tanto, quizá, por no tenerte;
no te amara, tal vez, si fueras mía.
Qué triste, en realidad, es nuestra suerte,
oscilando entre fuga y agonía.
2472
No conocí el amor hasta muy tarde,
cuando apenas hay luz en el ocaso.
Ah, pero vino al fin, y brilla, y arde,
y no me quejo ya de su retraso.
2473
Ni sabía de ti, ni tú quién soy,
fue la casualidad que a ti me trajo,
mas por mi voluntad contigo voy.
Yo escogí, no el azar, con quién encajo.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
ARTÍCULO
EL CAFÉ Y LOS CAFÉS
Juan Cervera Sanchís -México-
Los productores más grandes de café son: Brasil (1.236 toneladas). Colombia (558 t.), México (240 t.) y Costa de Marfil ( 230 t.). En la actualidad el consumo y comercio del café es mundial y, realmente, extraordinario, pero no siempre fue así, al igual que no siempre existieron los cafés, esos cenáculos de la conversación en donde se siguen reuniendo hombres de negocios, intelectuales, y gente de todo tipo, a desgustar, en intercambio de ideas, un capuchino, un exprés, un turco, un charentais, un vienés, un moka java o un americano solo o con crema.
La historia del café, los cafés y su comercio, es harto interesante y casi novelesca. Las peripecias del “néctar árabe”, como algunos lo llaman, son de película, para usar una expresión popular.
En pasados tiempos el café era cultivado ocultamente e igualmente consumido, como sucede hoy con determinadas plantas y el llamado mundo de las drogas. Cualquiera que cultivaba o consumía café se hacía sospechoso antes las autoridades de fomentar las malas costumbres. Durante siglos se habló se habló del café en voz baja y entre iniciados, El primero que se atrevió a escribir sobre el café fue Rhazés, un médico persa que vivió en el siglo X. Rhazés, sin miedo a la censura, lo elogió diciendo que “confortaba a los fieles”, Pero la polémica en torno al café entre médicos y moralistas duró siglos. El año de 1511 se mandaron cerrar todos los cafés de la Meca por considerarlos peligrosos para la salud pública, aunque más tarde volvieron a abrirse y se ganaron un gran prestigio. Algunos cristianos consideraron también que el café era peligroso para el cuerpo y el alma y se le denunció ante el Papa Clemente VIII, pero éste tras probarlo por sí mismo consideró que eran bueno e inofensivo. Esto sucedía el año de 1594.
Después de muchas oposiciones el café se fue imponiendo en el gusto de la gente. Joan Sebastián Bach lo glorificaría en 1732 al componer su “Kaffe Cantata”.
En Londres, Paris y Madrid se abrirían numerosos cafés.. Fueron célebres en Londres el “Buttons” y el “”Will´s Coffee House”.
Tal parece que el introductor del café en Inglaterra fue el cretense Nathaniel Canopius. El primer inglés fue abierto en 1650 por un personaje llamado Jacobo el Judío. Esto ocurrió en Oxford. El primer café vienés fue obra del polaco Franz George Kolschistsky, creador del café que lleva ese nombre.
En Paris se abre el primer café por esa misma fecha y se debió a un armenio llamado Pascal. En este café se ofrecían servicios a domicilio. Era común ver entonces por entonces muchachos por las calles de Paris con cafeteras que se calentaban con candiles. En tiempos de Luis XV, París contaba con 600 cafés, cien años más tarde sumaban 3.000, lo que nos habla de la gran afición entre los parisinos por “el néctar árabe”. Según Voltaire el enciclopedismo surgió gracias al Café Procope, donde se reunían sus artífices.
0000....0000
A América el café no llegó hasta el año 1607 en que lo introdujo el capitán John Smith. El primer café en el Nuevo Mundo se abrió en Nueva York y se llamó “Mercant´s Coffee House”. Era ahí donde se reunían los Hijos de la Libertad y fue por eso que el citado café fue llamado “La Cuna de la Libertad”.
En España los cafés no fueron menos famosos. Célebre fue el de la fonda de San Sebastián en donde discutían Fernández de Moratín, Cadalso, Iriarte y otros intelectuales dela época. Menéndez y Pelayo nos habla con entusiasmo de dicho café. Otros no menos celebrados fueron “El Parnasillo”, fundado en 1831 y “El Príncipe de Fontana de Oro”. En la actualidad conserva su prestigio el “Café Gijón”, en Recoletos.
En México, según Salvador Novo, el primer café fue abierto en 1785 y estuvo en la esquina de las actuales calles de Tacuba y Monte de Piedad, aunque no da el nombre. En 1789 se abre el “Café Manrique”, en la calle del mismo nombre, hoy República de Chile. Durante las primeras décadas del México Independiente se abren varios cafés como el de “La Gran Sociedad”, “El Café Medina”, “El Café del Comercio”, el Veroly, que luego se llamó “La Sociedad del Progreso” y así van abriendo muchos otros cafés que hicieron historia con “El Águila de Oro” y “El Café del Sur”, que estuvo en 16 de Septiembre y donde se reunían militares retirados.
Durante la ocupación estadounidense adquirió cierta fama “El Café de la Bella Unión”, donde las “Margaritas”, así llamaban entonces a las hoy llamadas sexyservidoras, las putas pues, para no enredarnos en la palabrería, eran la alegría y el consuelo de los jóvenes soldados gringos.
Muchos fueron los cafés que dejaron su huella en la ciudad de México. Así “El Café del Cazador”, “El Café Colón” y el de “La Concordia”.
En 1903, los hermanos Walter y Frank Sanbor´s abren la calle Filomeno Mata el café que lleva su nombre. En 1918 dicho café se traslada a la Casa de los Azulejos, tras ser desalojada de ahí La Casa del Obrero Mundial. Pasado el tiempo se abriría la sucursal de Reforma esquina con la calle de la Fragua y posteriormente la Cadena Sanborn´s se extendería por toda la ciudad y el resto de la República.
Entre los cafés con tradición e historia en México destaca “El Café Tacuba”, “la Habana”, en la Avenida de Bucareli, “El San José”, en Ayuntamiento, y ya tiene su lugar en los anales de la cafetomanía “El Gran Premio”, en Antonio Caso, esquina con Sadi Carnot, Colonia San Rafael, calle donde estuvo por cierto un café llamado “El Chino”, donde nació en 1919, el Partido Comunista Mexicano, y del que nos habla el poeta Renato Ledud.
No olvidamos, ya desaparecidos, “El Café de Nadie”, recinto de los estridentistas y “El Sorrento”, donde el gran León Felipe se reunía con sus compañeros y amigos exiliados de la Guerra Civil Española.
Volviendo al importante rol del café en el mundo hay que destacar hoy en Nueva York el restaurante llamado “Quo Vadis”, donde se sirve el café Charentais. Ahí suelen reunirse respirando su aroma algunos hombres notables de la ciudad de los rascacielos que hablan, naturalmente, de los granos de café más caros del planeta entre los que se encuentran los cultivados en Manizales, Armenia y Medellín y más conocidos por la sigla MAM.
Otros granos muy apreciados en la bolsa de Nueva York son el moka del Yemen, el guatemalteco de Antigua y los que se producen en Sumatra y Java que son de excelente calidad..
El café, en suma, de producto prohibido se convirtió en preciadísimo producto con el que se hacen millonarios negocios en todo el mundo.
Juan Cervera Sanchís -México-
Los productores más grandes de café son: Brasil (1.236 toneladas). Colombia (558 t.), México (240 t.) y Costa de Marfil ( 230 t.). En la actualidad el consumo y comercio del café es mundial y, realmente, extraordinario, pero no siempre fue así, al igual que no siempre existieron los cafés, esos cenáculos de la conversación en donde se siguen reuniendo hombres de negocios, intelectuales, y gente de todo tipo, a desgustar, en intercambio de ideas, un capuchino, un exprés, un turco, un charentais, un vienés, un moka java o un americano solo o con crema.
La historia del café, los cafés y su comercio, es harto interesante y casi novelesca. Las peripecias del “néctar árabe”, como algunos lo llaman, son de película, para usar una expresión popular.
En pasados tiempos el café era cultivado ocultamente e igualmente consumido, como sucede hoy con determinadas plantas y el llamado mundo de las drogas. Cualquiera que cultivaba o consumía café se hacía sospechoso antes las autoridades de fomentar las malas costumbres. Durante siglos se habló se habló del café en voz baja y entre iniciados, El primero que se atrevió a escribir sobre el café fue Rhazés, un médico persa que vivió en el siglo X. Rhazés, sin miedo a la censura, lo elogió diciendo que “confortaba a los fieles”, Pero la polémica en torno al café entre médicos y moralistas duró siglos. El año de 1511 se mandaron cerrar todos los cafés de la Meca por considerarlos peligrosos para la salud pública, aunque más tarde volvieron a abrirse y se ganaron un gran prestigio. Algunos cristianos consideraron también que el café era peligroso para el cuerpo y el alma y se le denunció ante el Papa Clemente VIII, pero éste tras probarlo por sí mismo consideró que eran bueno e inofensivo. Esto sucedía el año de 1594.
Después de muchas oposiciones el café se fue imponiendo en el gusto de la gente. Joan Sebastián Bach lo glorificaría en 1732 al componer su “Kaffe Cantata”.
En Londres, Paris y Madrid se abrirían numerosos cafés.. Fueron célebres en Londres el “Buttons” y el “”Will´s Coffee House”.
Tal parece que el introductor del café en Inglaterra fue el cretense Nathaniel Canopius. El primer inglés fue abierto en 1650 por un personaje llamado Jacobo el Judío. Esto ocurrió en Oxford. El primer café vienés fue obra del polaco Franz George Kolschistsky, creador del café que lleva ese nombre.
En Paris se abre el primer café por esa misma fecha y se debió a un armenio llamado Pascal. En este café se ofrecían servicios a domicilio. Era común ver entonces por entonces muchachos por las calles de Paris con cafeteras que se calentaban con candiles. En tiempos de Luis XV, París contaba con 600 cafés, cien años más tarde sumaban 3.000, lo que nos habla de la gran afición entre los parisinos por “el néctar árabe”. Según Voltaire el enciclopedismo surgió gracias al Café Procope, donde se reunían sus artífices.
0000....0000
A América el café no llegó hasta el año 1607 en que lo introdujo el capitán John Smith. El primer café en el Nuevo Mundo se abrió en Nueva York y se llamó “Mercant´s Coffee House”. Era ahí donde se reunían los Hijos de la Libertad y fue por eso que el citado café fue llamado “La Cuna de la Libertad”.
En España los cafés no fueron menos famosos. Célebre fue el de la fonda de San Sebastián en donde discutían Fernández de Moratín, Cadalso, Iriarte y otros intelectuales dela época. Menéndez y Pelayo nos habla con entusiasmo de dicho café. Otros no menos celebrados fueron “El Parnasillo”, fundado en 1831 y “El Príncipe de Fontana de Oro”. En la actualidad conserva su prestigio el “Café Gijón”, en Recoletos.
En México, según Salvador Novo, el primer café fue abierto en 1785 y estuvo en la esquina de las actuales calles de Tacuba y Monte de Piedad, aunque no da el nombre. En 1789 se abre el “Café Manrique”, en la calle del mismo nombre, hoy República de Chile. Durante las primeras décadas del México Independiente se abren varios cafés como el de “La Gran Sociedad”, “El Café Medina”, “El Café del Comercio”, el Veroly, que luego se llamó “La Sociedad del Progreso” y así van abriendo muchos otros cafés que hicieron historia con “El Águila de Oro” y “El Café del Sur”, que estuvo en 16 de Septiembre y donde se reunían militares retirados.
Durante la ocupación estadounidense adquirió cierta fama “El Café de la Bella Unión”, donde las “Margaritas”, así llamaban entonces a las hoy llamadas sexyservidoras, las putas pues, para no enredarnos en la palabrería, eran la alegría y el consuelo de los jóvenes soldados gringos.
Muchos fueron los cafés que dejaron su huella en la ciudad de México. Así “El Café del Cazador”, “El Café Colón” y el de “La Concordia”.
En 1903, los hermanos Walter y Frank Sanbor´s abren la calle Filomeno Mata el café que lleva su nombre. En 1918 dicho café se traslada a la Casa de los Azulejos, tras ser desalojada de ahí La Casa del Obrero Mundial. Pasado el tiempo se abriría la sucursal de Reforma esquina con la calle de la Fragua y posteriormente la Cadena Sanborn´s se extendería por toda la ciudad y el resto de la República.
Entre los cafés con tradición e historia en México destaca “El Café Tacuba”, “la Habana”, en la Avenida de Bucareli, “El San José”, en Ayuntamiento, y ya tiene su lugar en los anales de la cafetomanía “El Gran Premio”, en Antonio Caso, esquina con Sadi Carnot, Colonia San Rafael, calle donde estuvo por cierto un café llamado “El Chino”, donde nació en 1919, el Partido Comunista Mexicano, y del que nos habla el poeta Renato Ledud.
No olvidamos, ya desaparecidos, “El Café de Nadie”, recinto de los estridentistas y “El Sorrento”, donde el gran León Felipe se reunía con sus compañeros y amigos exiliados de la Guerra Civil Española.
Volviendo al importante rol del café en el mundo hay que destacar hoy en Nueva York el restaurante llamado “Quo Vadis”, donde se sirve el café Charentais. Ahí suelen reunirse respirando su aroma algunos hombres notables de la ciudad de los rascacielos que hablan, naturalmente, de los granos de café más caros del planeta entre los que se encuentran los cultivados en Manizales, Armenia y Medellín y más conocidos por la sigla MAM.
Otros granos muy apreciados en la bolsa de Nueva York son el moka del Yemen, el guatemalteco de Antigua y los que se producen en Sumatra y Java que son de excelente calidad..
El café, en suma, de producto prohibido se convirtió en preciadísimo producto con el que se hacen millonarios negocios en todo el mundo.
jueves, 28 de julio de 2011
POEMA
MIMETISMO
A UN ÓLEO DE Mª JOSÉ BERMÚDEZ
En el árbol que ha perdido
su verde vestido,
una mujer,
de cuerpo leñoso,
de pechos turgentes,
con los brazos en cruz
y una pierna coquetamente doblada,
se confunde con la desnuda
rama donde se posa,
al tiempo que sus ojos,
que no miran al sol,
se empapan con los colores
de un espléndido atardecer.
Su cabello y toda ella,
sorprendentemente,
contemplada atentamente,
está unida al tronco
no siendo independiente
sino una parte más del árbol.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMAS
ACUARELA
La soledad, la aldea y el camino,
los techos rojos y las casas blancas.
Y un humo gris que apenas se levanta.
Como en las tardes cuando yo era un niño.
AMANECER
Construyendo horizontes se anuncia el nuevo día.
Los rojos caseríos surgen en la distancia,
lsa campana del yunque rehace la herrería
y alienta ya en los aires el trino y la fragancia.
La luz y voces claras en la verde llanura.
Pequeños escolares psan por los senderos,
llega el vaho profundo de la tierra madura
y el día se embandera de acacias y romeros.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
La soledad, la aldea y el camino,
los techos rojos y las casas blancas.
Y un humo gris que apenas se levanta.
Como en las tardes cuando yo era un niño.
AMANECER
Construyendo horizontes se anuncia el nuevo día.
Los rojos caseríos surgen en la distancia,
lsa campana del yunque rehace la herrería
y alienta ya en los aires el trino y la fragancia.
La luz y voces claras en la verde llanura.
Pequeños escolares psan por los senderos,
llega el vaho profundo de la tierra madura
y el día se embandera de acacias y romeros.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Si te morís
Si te morís con los ojos abiertos
sonaste:
ni en sueños
volverás
a pestañear.
Quedé
¿Partido en el parto de mí
o aun antes?
Hubieran sido dos
Hubieran sido dos, me dijo
eso me dijeron, que
eran dos
Desarticulados
bien de noche
en un banco del Parque Lezica
de duelo
allí estábamos, ella
conmigo
ya, creo
17 de febrero de 1964.
¿Qué se hace con este fastidio?
¿Qué se hace con este fastidio
con cara de bobo?
Uno como yo, con cara de bobo
en esta mañana
¿qué hace con este fastidio
con cara de bobo?
La adoración del bobo que vive en mi cara
fastidia a mi cara de bobo
cumpliendo una mañana más
ante tanto fastidio.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Si te morís con los ojos abiertos
sonaste:
ni en sueños
volverás
a pestañear.
Quedé
¿Partido en el parto de mí
o aun antes?
Hubieran sido dos
Hubieran sido dos, me dijo
eso me dijeron, que
eran dos
Desarticulados
bien de noche
en un banco del Parque Lezica
de duelo
allí estábamos, ella
conmigo
ya, creo
17 de febrero de 1964.
¿Qué se hace con este fastidio?
¿Qué se hace con este fastidio
con cara de bobo?
Uno como yo, con cara de bobo
en esta mañana
¿qué hace con este fastidio
con cara de bobo?
La adoración del bobo que vive en mi cara
fastidia a mi cara de bobo
cumpliendo una mañana más
ante tanto fastidio.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMAS
No me ves, yo te veo
Por ti hay amanecer, por ti despierto
en sonrisas de espuma cada día;
por ti escucho serena melodía
de violines en mágico concierto.
Dejo mi desnudez al descubierto
de tu mirada, ciega compañía;
no me ves, yo te veo, qué baldía
presencia ambigua que yo solo advierto.
Pero estás. Casi me unzo a tu figura,
yugo común y lúbrica atadura,
rodando el carro de apremiante amor.
Ah, vigor de la mente enamorada,
creadora de mundos en que nada
se realiza, y es todo arrollador.
Solo y sin ti
Solo y sin ti; desalentado espero:
Pierdan fuerza los pies de cada hora.
Inicias el camino; se incorpora
mi fe a la acción, su ritmo es más ligero.
Te aproximas; percibo tu velero
sobre la azul sonrisa de la aurora.
Llegas, al fin, y el tiempo se evapora;
ya no hay reloj, y se borró el sendero.
Tu forma, elaborada por la mente,
cobra autenticidad, ya no es ausente
sombra o perfil, mas realidad tajante.
Es cuerpo y alma en cópula y abrazo,
exaltación del tacto, ramalazo
sobre cada sentido del amante.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
Por ti hay amanecer, por ti despierto
en sonrisas de espuma cada día;
por ti escucho serena melodía
de violines en mágico concierto.
Dejo mi desnudez al descubierto
de tu mirada, ciega compañía;
no me ves, yo te veo, qué baldía
presencia ambigua que yo solo advierto.
Pero estás. Casi me unzo a tu figura,
yugo común y lúbrica atadura,
rodando el carro de apremiante amor.
Ah, vigor de la mente enamorada,
creadora de mundos en que nada
se realiza, y es todo arrollador.
Solo y sin ti
Solo y sin ti; desalentado espero:
Pierdan fuerza los pies de cada hora.
Inicias el camino; se incorpora
mi fe a la acción, su ritmo es más ligero.
Te aproximas; percibo tu velero
sobre la azul sonrisa de la aurora.
Llegas, al fin, y el tiempo se evapora;
ya no hay reloj, y se borró el sendero.
Tu forma, elaborada por la mente,
cobra autenticidad, ya no es ausente
sombra o perfil, mas realidad tajante.
Es cuerpo y alma en cópula y abrazo,
exaltación del tacto, ramalazo
sobre cada sentido del amante.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
POEMA
CANTO A RODRIGO ARENAS BETANCOURT
Desesperado amante de la vida
este hombre se muere mientras deja su huella
en el polvo del tiempo y juega con el barro y con el bronce
y se vuelca en la tinta y los colores
descorchando emociones embriagantes
con las arterias rotas de humanidad en vilo.
Este hombre que al arte y al sexo de la luz
lo ha consagrado todo con creadora pasión,
trae el dolor del mundo en la mirada
y, en sus manos de antiguo campesino,
mil doradas mazorcas y una sed insaciable
que lo mantiene en pie y enamoradamente caminando
por el filo infinito de sus propios abismos
coronado de semen y matrices genésicas.
Abismal, y a la vez luminosa criatura,
este hombre esculpe sueños con ojos prometéicos,
heridas guacamayas, cristos de cera triste
y sombras de lanceros que, un Bolívar desnudo,
imponente y brioso, transmuta en dimensiones de nerviosos luceros.
¡Oh, este hombre rotundo que revibra en sus cárceles
y en las anatomías múltiples de sus fueros internos
arrojando cartílagos y venas al futuro,
al tiempo que se expande en contenidas llamas
cual la flor imperiosa de un caballo salvaje
trotando y a galope como un río de hermosura
desatado en tormentas por las tetas nutricias
de una joven mujer preñada hasta los ojos de mil voces corales.
Hombre de fantasías como lechos nupciales
y realidades ásperas como un banco de espermas.
Hombre en verdad mirífico y, en su cuerpo, finito
como el pan sudoroso y amargo de los pobres.
Inexplicable hombre este Rodrigo Arenas Betancourt,
que se explica en sus piedras amantísimas:
en la pizarra negra del sol cruel que nos hizo
y en el basalto verde que a ratos nos consuela y nos alienta
al darnos por entero al orgasmo del ónix opalino.
Locura de este hombre, de este artista traslúcido
del acero y del bronce, que es todo viento y fábula.
¿De dónde, oh, Dios, decidme, de dónde extrae este hombre,
único y asombroso, las vastedades cósmicas
que hacen de su vida y de su arte tal cúmulo de pasmos?
Si alguien se lo encontrara en el camino,
sin sospechar sus signos ni conocer sus partos
y las sumas creaciones de su genio, probablemente, lo confundiría
con un fútil y oscuro peregrino y, acaso, compadecido de él
le ofrecería una dádiva como a cualquier mendigo.
Y es que Rodrigo Arenas Betancourt, visto únicamente
con los limitadísimos ojos de nuestra cara,
pasaría sin más por un Don Nadie, por un indio paupérrimo
con unas cuantas gotas –quizás- de sangre blanca corriendo por sus venas
y transformada en barba jaspeada de ensueños
y dolientes carencias jamás nunca saciadas.
No es fácil sospechar, a ojos vistas, al hombre,
mucho menos al genio.
¡Oh, Arenas Betancourt! ¡Oh, Rodrigo!: Mío Cid siempre ganando
batallas a la vida con la pasión del arte entre las manos.
¡Oh, artista y hombre ingente con húmedas raíces vegetales
y alma de surco ubérrimo florecida de múltiples cosechas!
Artista. Espejo. Mundo. Hombre. Pluma. Universo.
Trinitario volcán. Himno testicular. Místico en vuelo.
¡Oh, gran Rodrigo Arenas Betancour!, padre infín de las formas.
Síntesis del poder misterioso del mar que, tierra adentro,
se levanta en montañas y se extiende en llanuras
y se aquieta de súbito en la fuente de un beso, como un niño.
Línea honda en la mano abierta a la esperanza,
entre charcos de sangre de su amada Colombia.
Fuerza inconmensurable y en estado de gracia
y en continua creación y acción incontenibles.
¡Oh, Arenas Betancourt! ¡Oh, Rodrigo terrestre y solar!
Siempre humano Rodrigo, humanísimo siempre
y siempre amigo y hombre y cabal hasta el cielo,
y apasionado siempre por la vida y el arte y las ideas más nobles.
Rodrigo, que los dioses, te sigan dando fuerza para domar la piedra,
el acero y el bronce, la caoba y el mármol,
el yeso y el concreto, el cemento, la tinta, el poliéster;
la pizarra y el ónix, en donde vivarás ya para siempre
contra la inevitable muerte que habrá de dispersar
tus carnes y tus huesos en la paz de la Tierra,
nuestra madre, como si fueran santas
y anónimas semillas de maíz y frijol.
¡Oh Rodrigo Arenas Betancourt!,
sumo escultor de América y viejo y admirable amigo mío.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Desesperado amante de la vida
este hombre se muere mientras deja su huella
en el polvo del tiempo y juega con el barro y con el bronce
y se vuelca en la tinta y los colores
descorchando emociones embriagantes
con las arterias rotas de humanidad en vilo.
Este hombre que al arte y al sexo de la luz
lo ha consagrado todo con creadora pasión,
trae el dolor del mundo en la mirada
y, en sus manos de antiguo campesino,
mil doradas mazorcas y una sed insaciable
que lo mantiene en pie y enamoradamente caminando
por el filo infinito de sus propios abismos
coronado de semen y matrices genésicas.
Abismal, y a la vez luminosa criatura,
este hombre esculpe sueños con ojos prometéicos,
heridas guacamayas, cristos de cera triste
y sombras de lanceros que, un Bolívar desnudo,
imponente y brioso, transmuta en dimensiones de nerviosos luceros.
¡Oh, este hombre rotundo que revibra en sus cárceles
y en las anatomías múltiples de sus fueros internos
arrojando cartílagos y venas al futuro,
al tiempo que se expande en contenidas llamas
cual la flor imperiosa de un caballo salvaje
trotando y a galope como un río de hermosura
desatado en tormentas por las tetas nutricias
de una joven mujer preñada hasta los ojos de mil voces corales.
Hombre de fantasías como lechos nupciales
y realidades ásperas como un banco de espermas.
Hombre en verdad mirífico y, en su cuerpo, finito
como el pan sudoroso y amargo de los pobres.
Inexplicable hombre este Rodrigo Arenas Betancourt,
que se explica en sus piedras amantísimas:
en la pizarra negra del sol cruel que nos hizo
y en el basalto verde que a ratos nos consuela y nos alienta
al darnos por entero al orgasmo del ónix opalino.
Locura de este hombre, de este artista traslúcido
del acero y del bronce, que es todo viento y fábula.
¿De dónde, oh, Dios, decidme, de dónde extrae este hombre,
único y asombroso, las vastedades cósmicas
que hacen de su vida y de su arte tal cúmulo de pasmos?
Si alguien se lo encontrara en el camino,
sin sospechar sus signos ni conocer sus partos
y las sumas creaciones de su genio, probablemente, lo confundiría
con un fútil y oscuro peregrino y, acaso, compadecido de él
le ofrecería una dádiva como a cualquier mendigo.
Y es que Rodrigo Arenas Betancourt, visto únicamente
con los limitadísimos ojos de nuestra cara,
pasaría sin más por un Don Nadie, por un indio paupérrimo
con unas cuantas gotas –quizás- de sangre blanca corriendo por sus venas
y transformada en barba jaspeada de ensueños
y dolientes carencias jamás nunca saciadas.
No es fácil sospechar, a ojos vistas, al hombre,
mucho menos al genio.
¡Oh, Arenas Betancourt! ¡Oh, Rodrigo!: Mío Cid siempre ganando
batallas a la vida con la pasión del arte entre las manos.
¡Oh, artista y hombre ingente con húmedas raíces vegetales
y alma de surco ubérrimo florecida de múltiples cosechas!
Artista. Espejo. Mundo. Hombre. Pluma. Universo.
Trinitario volcán. Himno testicular. Místico en vuelo.
¡Oh, gran Rodrigo Arenas Betancour!, padre infín de las formas.
Síntesis del poder misterioso del mar que, tierra adentro,
se levanta en montañas y se extiende en llanuras
y se aquieta de súbito en la fuente de un beso, como un niño.
Línea honda en la mano abierta a la esperanza,
entre charcos de sangre de su amada Colombia.
Fuerza inconmensurable y en estado de gracia
y en continua creación y acción incontenibles.
¡Oh, Arenas Betancourt! ¡Oh, Rodrigo terrestre y solar!
Siempre humano Rodrigo, humanísimo siempre
y siempre amigo y hombre y cabal hasta el cielo,
y apasionado siempre por la vida y el arte y las ideas más nobles.
Rodrigo, que los dioses, te sigan dando fuerza para domar la piedra,
el acero y el bronce, la caoba y el mármol,
el yeso y el concreto, el cemento, la tinta, el poliéster;
la pizarra y el ónix, en donde vivarás ya para siempre
contra la inevitable muerte que habrá de dispersar
tus carnes y tus huesos en la paz de la Tierra,
nuestra madre, como si fueran santas
y anónimas semillas de maíz y frijol.
¡Oh Rodrigo Arenas Betancourt!,
sumo escultor de América y viejo y admirable amigo mío.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
miércoles, 27 de julio de 2011
POEMA
VITAMINA F
A UN ÓLEO DE OLGA ALISEDA
Metida en el ordenador,
sobre la gris pantalla del monitor,
la vitamina "F",
aunque parezca increíble,
nos muestra su imagenm propia,
única, diferente.
Sobre fondo de cálidos
colores que van, en capas
cromáticamente definidas
y sucesivas, del anaranjado
al rojo intenso, pasando
por el amarillo y el blanco,
se expande, por el lienzo,
una espiga azul,
de largos filamentos,
de la que se han desgranado
dos granos rojísimos.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
OTOÑO
Álamos otoñales difuminan su alarde
en un blanco y celeste de acuarela indecisa.
La luz amarillenta que abandona la tarde
se diluye en el aire y en el agua imprecisa.
Opacidad del cielo y amarillez del día.
Las hojas como enfermos pájaros que descienden.
Las sendas enjoyadas, cobre, monotonía,
y este lento callar que las horas extienden.
La luz atardecida del ámbito sin brillo.
Violetas enfermizas las del agua otoñada.
Paz y melancolía del otoño amarillo,
tal como en un silencio de la infancia encantada.
Nostalgia que deshojan vagos atardeceres
donde perdura el llanto de las campanas que mueren,
en que pienso en la muerte lenta que me entristece
y sufro en esa tarde, última tarde tenue...
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Álamos otoñales difuminan su alarde
en un blanco y celeste de acuarela indecisa.
La luz amarillenta que abandona la tarde
se diluye en el aire y en el agua imprecisa.
Opacidad del cielo y amarillez del día.
Las hojas como enfermos pájaros que descienden.
Las sendas enjoyadas, cobre, monotonía,
y este lento callar que las horas extienden.
La luz atardecida del ámbito sin brillo.
Violetas enfermizas las del agua otoñada.
Paz y melancolía del otoño amarillo,
tal como en un silencio de la infancia encantada.
Nostalgia que deshojan vagos atardeceres
donde perdura el llanto de las campanas que mueren,
en que pienso en la muerte lenta que me entristece
y sufro en esa tarde, última tarde tenue...
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Abundábamos
Abundábamos en cópulas
algunas se suspendían
extenuados, sin eyaculación
sin sobrepasar la marca de cuatro
cópulas con consecuencias seminales
y dando acceso hasta seis
por suma de cópulas.
Tu mordida
Inexperta en tu embestida
púbera
que me hiciste mal
cuando te
desesperaste
Sin racionar
no hay poesía.
Complementarios
El áspero y la suave hacían planes:
que un juego de dormitorio aunque no en Maple
El imperativo y la sutil
No recibirían herencia estos enamorados
legítimos
Disfrutaban de sus besos complementarios
Un perro blanco levanta la patita
Mientras ellos lo miran
los estimo
En la ciudad no se me pierden
ni en la memoria
Transiten de manos tomadas por Florida
o Bacacay
ya abuelos.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Abundábamos en cópulas
algunas se suspendían
extenuados, sin eyaculación
sin sobrepasar la marca de cuatro
cópulas con consecuencias seminales
y dando acceso hasta seis
por suma de cópulas.
Tu mordida
Inexperta en tu embestida
púbera
que me hiciste mal
cuando te
desesperaste
Sin racionar
no hay poesía.
Complementarios
El áspero y la suave hacían planes:
que un juego de dormitorio aunque no en Maple
El imperativo y la sutil
No recibirían herencia estos enamorados
legítimos
Disfrutaban de sus besos complementarios
Un perro blanco levanta la patita
Mientras ellos lo miran
los estimo
En la ciudad no se me pierden
ni en la memoria
Transiten de manos tomadas por Florida
o Bacacay
ya abuelos.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMAS
Liberaré al amor
He descendido al solitario foso
donde yace el amor encadenado;
y me he visto a mí mismo, alborozado
y abatido a la vez, manso y furioso.
Anhelante de tacto, minucioso
explorador del atlas encrespado
de la femineidad, soy el arado
pretendiendo labrar campo arcilloso.
Mi cosecha es de viento y polvareda.
¿En qué derrota mi ansiedad se enreda,
que mi arrojo no alcanza su corona?
Liberaré al amor de sus prisiones;
tal vez se restablezcan mis opciones
de amante que de nuevo se ilusiona.
Temor
Mi instinto habrá de amarte, o mi cabeza,
o este núcleo que gira en torbellino,
saltando de lo humano a lo divino,
de lo frenético a la gentileza.
Dramática inquietud, mas no certeza,
será mi galardón, que tal camino
no siempre aboca a lago cristalino,
sino que en roca súbita tropieza.
Este amor, como tantos, inseguro,
podrá abrir puertas, levantar un muro,
forzar el puño o extender la mano.
No sé qué alcanzaré, cuándo ni cómo.
Temo que si a tu espíritu me asomo
más que galán me besarás hermano.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
He descendido al solitario foso
donde yace el amor encadenado;
y me he visto a mí mismo, alborozado
y abatido a la vez, manso y furioso.
Anhelante de tacto, minucioso
explorador del atlas encrespado
de la femineidad, soy el arado
pretendiendo labrar campo arcilloso.
Mi cosecha es de viento y polvareda.
¿En qué derrota mi ansiedad se enreda,
que mi arrojo no alcanza su corona?
Liberaré al amor de sus prisiones;
tal vez se restablezcan mis opciones
de amante que de nuevo se ilusiona.
Temor
Mi instinto habrá de amarte, o mi cabeza,
o este núcleo que gira en torbellino,
saltando de lo humano a lo divino,
de lo frenético a la gentileza.
Dramática inquietud, mas no certeza,
será mi galardón, que tal camino
no siempre aboca a lago cristalino,
sino que en roca súbita tropieza.
Este amor, como tantos, inseguro,
podrá abrir puertas, levantar un muro,
forzar el puño o extender la mano.
No sé qué alcanzaré, cuándo ni cómo.
Temo que si a tu espíritu me asomo
más que galán me besarás hermano.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
POEMA
NI LA TINTA
Ni la tinta ni la pluma,
ni la pluma ni la tinta;
que quede en blanco el papel,
que el papel en blanco diga,
que diga el papel en blanco
lo que no dice la tinta,
lo que la pluma no dice,
lo que no dice la vida,
lo que la muerte tal vez
al fin y por fin nos diga.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Ni la tinta ni la pluma,
ni la pluma ni la tinta;
que quede en blanco el papel,
que el papel en blanco diga,
que diga el papel en blanco
lo que no dice la tinta,
lo que la pluma no dice,
lo que no dice la vida,
lo que la muerte tal vez
al fin y por fin nos diga.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
martes, 26 de julio de 2011
POEMA
PIENSEN EN ELLA Y EN SU OBRA
(Irena Sendler)
I
Irena Sendler, mujer
que en su día demostró
gran valor y que luchó
para logros obtener.
Con su ingenioso saber
miles de vidas salvó
del Holocausto y logró
de aquel infierno sacar
a los que iban a matar
siendo niños muchos de ellos,
viviendo hoy varios de aquellos
en uno u otro lugar.
II
Creo que bien se merece
que el premio Nobel le den,
dado que este parabién
más que a otros le pertenece.
A ver si donde se cuece
este premio prestigioso,
se vuelve más generoso
y no se olvida de Irena;
y habrá valido la pena
hacer esta concesión,
pues no existe parangón
y el hecho valdrá la pena.
III
Desde mis versos sencillos
yo abogo para este hecho
y al mismo tiempo aprovecho
colocando mis ladrillos.
Con ellos hago bordillos
para el camino marcar
y por él encaminar
lo que se merece Irena;
y entre todos en cadena
llegar a donde haga falta,
a la distinción más alta
para esta mujer ten buena…
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
Ciudad Real(La Mancha del Quijote), ESPAÑA.-
A ESTA GRAN MUJER POR TODO LO QUE HIZO Y QUE INJUSTAMENTE NO SE LE HA RECONOCIDO EN VIDA COMO DEBERÍA HABERSE HECHO.-
(Irena Sendler)
I
Irena Sendler, mujer
que en su día demostró
gran valor y que luchó
para logros obtener.
Con su ingenioso saber
miles de vidas salvó
del Holocausto y logró
de aquel infierno sacar
a los que iban a matar
siendo niños muchos de ellos,
viviendo hoy varios de aquellos
en uno u otro lugar.
II
Creo que bien se merece
que el premio Nobel le den,
dado que este parabién
más que a otros le pertenece.
A ver si donde se cuece
este premio prestigioso,
se vuelve más generoso
y no se olvida de Irena;
y habrá valido la pena
hacer esta concesión,
pues no existe parangón
y el hecho valdrá la pena.
III
Desde mis versos sencillos
yo abogo para este hecho
y al mismo tiempo aprovecho
colocando mis ladrillos.
Con ellos hago bordillos
para el camino marcar
y por él encaminar
lo que se merece Irena;
y entre todos en cadena
llegar a donde haga falta,
a la distinción más alta
para esta mujer ten buena…
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
Ciudad Real(La Mancha del Quijote), ESPAÑA.-
A ESTA GRAN MUJER POR TODO LO QUE HIZO Y QUE INJUSTAMENTE NO SE LE HA RECONOCIDO EN VIDA COMO DEBERÍA HABERSE HECHO.-
PENSAMIENTO
Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.
THOMAS JEFFERSON 1802
POEMA
BOSQUE
A UN ÓLEO DE JESSICA DIENEMANN
No es un bosque cualquiera,
no lo es,
es un bosque fantástico,
mágico, imaginativo, colorista,
donde las copas de los árboles
nos son sólo verdes,
sino un cóctel
de azules, verdes y blancos,
que se apoyan
en unos troncos, entre negros
y violáceos, que surgen
de una tierra cenicienta
y se elevan hacia un cielo
que no es un cielo cualquiera,
no lo es,
sino un cielo amarillento y luminoso.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
PARQUE
Hastío, sombra, quietud,
hondo callar de las tardes
donde la voa de los niños,
inusitada, decae.
Jardín apenas jardín
donde descansa la tarde,
y el cielo ensueña en el agua
otro cielo de celajes.
Otoños aquí deslíen
la herrumbre de sus paisajes,
y los días abandonan
cansancios de caminantes...
Jardín apenas jardín,
hondo callar de las tardes
donde la voz de los niños,
inusitada, decae.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Hastío, sombra, quietud,
hondo callar de las tardes
donde la voa de los niños,
inusitada, decae.
Jardín apenas jardín
donde descansa la tarde,
y el cielo ensueña en el agua
otro cielo de celajes.
Otoños aquí deslíen
la herrumbre de sus paisajes,
y los días abandonan
cansancios de caminantes...
Jardín apenas jardín,
hondo callar de las tardes
donde la voz de los niños,
inusitada, decae.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Eléctrico
Los quince de cada mes
a la noche, si es que llueve
me enchufo con un recuerdo
siempre el mismo
irrevelable
muy falso
muy vergonzoso
(en los 220 vatios).
La constante es querer
No supe atreverme a querer
no quise atreverme a saber
Amparo Mom nunca diría lloré sin querer
(nos reveló, mientras quería, Norah Lange)
Amparo Mom nunca lloró sin querer
En el exilio
¿usted lloró sin querer
ante un mate espumoso?
¿Quería usted
cuando lloraba sin querer?
¿Quiso usted cuando quería?
¿Tal vez quiso cuando no quería?
(Sin querer bostezó
y se durmió)
¿Usted lo dijo sin querer?
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Los quince de cada mes
a la noche, si es que llueve
me enchufo con un recuerdo
siempre el mismo
irrevelable
muy falso
muy vergonzoso
(en los 220 vatios).
La constante es querer
No supe atreverme a querer
no quise atreverme a saber
Amparo Mom nunca diría lloré sin querer
(nos reveló, mientras quería, Norah Lange)
Amparo Mom nunca lloró sin querer
En el exilio
¿usted lloró sin querer
ante un mate espumoso?
¿Quería usted
cuando lloraba sin querer?
¿Quiso usted cuando quería?
¿Tal vez quiso cuando no quería?
(Sin querer bostezó
y se durmió)
¿Usted lo dijo sin querer?
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMAS
Mi mejor deseo
No te deseo un sueño placentero
de cielo azul, lejanas tonadillas,
y rumor cristalino en las orillas
del errático arroyo viajero.
Te deseo el sombrío vertedero
de malaventuradas pesadillas,
en que la flojedad de tus rodillas
sea, más que atracción, despeñadero.
Y es que te quiero bien; pues despertando
de tu sueño en azul, vibrante o blando,
lamentarás su pérdida emotiva.
Mas despertar de lúgubre quimera
sería liberar la primavera
al fondo de tu espíritu cautiva.
Camino irreversible
De nuevo la encontré, y hablé con ella,
renaciendo sonrisa y confianza;
viejos recuerdos en vibrante danza
repitieron sus pies en cada huella.
No era instante de sombra o de querella,
arrinconadas ya broquel y lanza,
mas tampoco de utópica alianza,
muerta la original, remota estrella.
Oh, enredados paisajes de la mente:
Zona adversa, región ambivalente,
o al punto adepta a repetir el sueño.
Mas son irreversibles los caminos.
Continúen sus giros los molinos,
mi universo requiere otro diseño.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
No te deseo un sueño placentero
de cielo azul, lejanas tonadillas,
y rumor cristalino en las orillas
del errático arroyo viajero.
Te deseo el sombrío vertedero
de malaventuradas pesadillas,
en que la flojedad de tus rodillas
sea, más que atracción, despeñadero.
Y es que te quiero bien; pues despertando
de tu sueño en azul, vibrante o blando,
lamentarás su pérdida emotiva.
Mas despertar de lúgubre quimera
sería liberar la primavera
al fondo de tu espíritu cautiva.
Camino irreversible
De nuevo la encontré, y hablé con ella,
renaciendo sonrisa y confianza;
viejos recuerdos en vibrante danza
repitieron sus pies en cada huella.
No era instante de sombra o de querella,
arrinconadas ya broquel y lanza,
mas tampoco de utópica alianza,
muerta la original, remota estrella.
Oh, enredados paisajes de la mente:
Zona adversa, región ambivalente,
o al punto adepta a repetir el sueño.
Mas son irreversibles los caminos.
Continúen sus giros los molinos,
mi universo requiere otro diseño.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
POEMAS
LOS RUNASIMIS
Los runasimis del Perú
recobrarán la luz.
Allá en el Iguazú
hay peces de tisú.
La sed de Tonatiuh
inventó el arcaduz.
La sombra del laud
es un canario azul.
El dolor de la cruz,
¿qué sería sin Jesús?
ROSA VERDE
La rosa verde se muere
se muere la rosa verde.
El aire besa tus sienes.
Tu pensamiento se enciende.
Sabes de pronto que eres
quien no eres.
¡Oh aroma de rosa verde,
tan joven y sutil siempre!
EL RUISEÑOR
El ruiseñor
quería morir de amor.
En la raíz de la flor
la tierra, el agua y el sol,
con trinitaria pasión
se hablaban de tú con Dios.
Que quería morir de amor
el ruiseñor.
Juan Cervera Sanchis -México-
Los runasimis del Perú
recobrarán la luz.
Allá en el Iguazú
hay peces de tisú.
La sed de Tonatiuh
inventó el arcaduz.
La sombra del laud
es un canario azul.
El dolor de la cruz,
¿qué sería sin Jesús?
ROSA VERDE
La rosa verde se muere
se muere la rosa verde.
El aire besa tus sienes.
Tu pensamiento se enciende.
Sabes de pronto que eres
quien no eres.
¡Oh aroma de rosa verde,
tan joven y sutil siempre!
EL RUISEÑOR
El ruiseñor
quería morir de amor.
En la raíz de la flor
la tierra, el agua y el sol,
con trinitaria pasión
se hablaban de tú con Dios.
Que quería morir de amor
el ruiseñor.
Juan Cervera Sanchis -México-
lunes, 25 de julio de 2011
POEMA
VESTAL
A UN ÓLEO DE JUAN BRENES
Llora la virginal vestal,
llora por la libertad perdida,
llora su inmensa soledad,
en los silenciosos habitáculos
del frío templo de Vesta,
que poco a poco lam envuelve,
la posee, la hace suya,
despojándola de sus ideas,
dejándola sin sentimientos,
inhabilitándola para el amor.
Llora la virginal vestal,
apoyando su hermosa frente,
apoyando todo su cuerpo,
que cubre una blanca túnica,
que se ajusta a su estilizada figura,
dejando al descubierto
unos inmaculados y perfectos hombros
y una huesuda espalda,
sobre un árbol quizás milenario
cuyo duro tronco llena
todo el lienzo de un diluido color ocre.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
PLACIDEZ
En la calma sin mancha
late el sueño del agua.
Honda quietud de campo
la del agua en descanso.
Agua tan transparente
que es ya un cielo celeste.
Reposo de la sombra,
de la luz y la hora,
donde el grillo difunde
sus lugares comunes...
Campesina fragancia
de una flor olvidada,
y álamos obstinados
en el agua en descanso.
Todo, con la balada
final de una campana.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
En la calma sin mancha
late el sueño del agua.
Honda quietud de campo
la del agua en descanso.
Agua tan transparente
que es ya un cielo celeste.
Reposo de la sombra,
de la luz y la hora,
donde el grillo difunde
sus lugares comunes...
Campesina fragancia
de una flor olvidada,
y álamos obstinados
en el agua en descanso.
Todo, con la balada
final de una campana.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Impotencia
Borracho de amor y vino blanco
qué no hice yo por arrancarle el ilustre convencimiento
de que más valía la humilde sapiencia de mis manos
que cien volando
Procurar conquistarla fue para mí de rango estructurante
lo digo clínicamente
tras biopsia
Al aguardiente lo que es del aguardiente
¿y al pollito mínimo?
Manicomial
Tragué vidrio
(garuaba finito sobre mi actuación)
“y todo porque soy un pequeño magnate”
transido entoné
En una glorieta extenuada del neuropsiquiátrico
(desplegada garúa)
transido entoné
“y todo porque soy un pequeño magnate”
Y al cabo saludé
con carraspera.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO RAVAGLIATTI-Argentina-
Borracho de amor y vino blanco
qué no hice yo por arrancarle el ilustre convencimiento
de que más valía la humilde sapiencia de mis manos
que cien volando
Procurar conquistarla fue para mí de rango estructurante
lo digo clínicamente
tras biopsia
Al aguardiente lo que es del aguardiente
¿y al pollito mínimo?
Manicomial
Tragué vidrio
(garuaba finito sobre mi actuación)
“y todo porque soy un pequeño magnate”
transido entoné
En una glorieta extenuada del neuropsiquiátrico
(desplegada garúa)
transido entoné
“y todo porque soy un pequeño magnate”
Y al cabo saludé
con carraspera.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO RAVAGLIATTI-Argentina-
POEMA
Era.
Círculo plano en el suelo,
inmenso, acotado y, repleto
de infinitos anillos concéntricos
que dan vueltas entre ellos
manteniéndose en sus puestos:
Bueyes, mulos, caballos o asnos
giran y giran sin cesar como
la noria en la huerta, y que
en vez de agua, trigo sacan.
Trotan a su pesar, alegres;
sus amos los premian, acarician
con comprensión y bondad:
Mientras se les corta el resuello
al arrastrar el trillo repleto
de cuchillos lleno con que
a las mieses matar, y así
dar la vida,
al vivo y crujiente pan.
Julio Guzmán Sanchis
POEMAS
Levántate
Levántate, y sal ya de tu guarida,
que la sombra es fatídica asesora;
toquen la luz tus ojos, y desflora
cada jardín primaveral. Dormida
en lecho de solaz yace la vida,
y estática su fuerza creadora;
tú eres el atabal, y ésta es la hora
de activar su potencia contenida.
Quien duerme, sueña, pero no consigue.
Sólo cuando a sí mismo se fustigue
impulsará la ciega maquinaria
que ejecuta el prodigio de los sueños.
Si no, será carpeta de diseños,
paisaje gris, estela funeraria.
Quedóse un tiempo
Llegó y se hizo la luz con su presencia,
poblándoseme el mundo de rumores,
mansa explosión de estrellas y de flores
bajo el velo gentil de mi inocencia.
Quedóse un tiempo, fe y efervescencia,
de violín a redoble de tambores.
Silenciados al fin sus ruiseñores,
me dio el súbito obsequio de la ausencia.
Mi brújula de pronto triturada,
me vi sin norte, el alma confinada
a las lúgubres zonas del olvido.
No extraño a quien robó mi primavera,
extraño a quien imaginé, y no era,
sino perfil de sueño adormecido.
FRANCISCO ÁLVARES HIDALGO -Los Ángeles-
Levántate, y sal ya de tu guarida,
que la sombra es fatídica asesora;
toquen la luz tus ojos, y desflora
cada jardín primaveral. Dormida
en lecho de solaz yace la vida,
y estática su fuerza creadora;
tú eres el atabal, y ésta es la hora
de activar su potencia contenida.
Quien duerme, sueña, pero no consigue.
Sólo cuando a sí mismo se fustigue
impulsará la ciega maquinaria
que ejecuta el prodigio de los sueños.
Si no, será carpeta de diseños,
paisaje gris, estela funeraria.
Quedóse un tiempo
Llegó y se hizo la luz con su presencia,
poblándoseme el mundo de rumores,
mansa explosión de estrellas y de flores
bajo el velo gentil de mi inocencia.
Quedóse un tiempo, fe y efervescencia,
de violín a redoble de tambores.
Silenciados al fin sus ruiseñores,
me dio el súbito obsequio de la ausencia.
Mi brújula de pronto triturada,
me vi sin norte, el alma confinada
a las lúgubres zonas del olvido.
No extraño a quien robó mi primavera,
extraño a quien imaginé, y no era,
sino perfil de sueño adormecido.
FRANCISCO ÁLVARES HIDALGO -Los Ángeles-
POEMA
DISCUTÍAN
Discutían las rosas con los lirios.
Las dalias y los nardos discutían,
Narcisos y geranios discutían.
Discutían petunias y aspidistras.
Violetas y azucenas discutían.
Discutían camelias y claveles.
Gardenias y perpetuas discutían.
Discutían crisantemos y jacintos.
El jardín era, aromas y colores,
una loca y extrema discusión.
No se ponían de acuerdo las flores entre sí,
respecto a la existencia
del viejo y siempre joven jardinero,
enamorado él de la flor de las flores,
que eran todas las flores.
No se ponían de acuerdo y discutían
mientras que el jardinero cuidaba de las flores,
que eran toda su vida,
desde la buganvilla a la mosqueta,
desde las humildísimas margaritas del bosque
a las rojas y vivas amapolas de las verdes praderas.
Cuidaba el jardinero celestial de las flores,
a la vez que la lluvia discutía con el sol
y las nubes discutían con el aire
y el jardinero, amante y amoroso, no discutía con nadie,
él simple y bellamente laboraba,
en tanto que tú y yo, como siempre, amor mío,
seguíamos discutiendo y discutiendo,
sólo por discutir, todo lo indiscutible.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Discutían las rosas con los lirios.
Las dalias y los nardos discutían,
Narcisos y geranios discutían.
Discutían petunias y aspidistras.
Violetas y azucenas discutían.
Discutían camelias y claveles.
Gardenias y perpetuas discutían.
Discutían crisantemos y jacintos.
El jardín era, aromas y colores,
una loca y extrema discusión.
No se ponían de acuerdo las flores entre sí,
respecto a la existencia
del viejo y siempre joven jardinero,
enamorado él de la flor de las flores,
que eran todas las flores.
No se ponían de acuerdo y discutían
mientras que el jardinero cuidaba de las flores,
que eran toda su vida,
desde la buganvilla a la mosqueta,
desde las humildísimas margaritas del bosque
a las rojas y vivas amapolas de las verdes praderas.
Cuidaba el jardinero celestial de las flores,
a la vez que la lluvia discutía con el sol
y las nubes discutían con el aire
y el jardinero, amante y amoroso, no discutía con nadie,
él simple y bellamente laboraba,
en tanto que tú y yo, como siempre, amor mío,
seguíamos discutiendo y discutiendo,
sólo por discutir, todo lo indiscutible.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
domingo, 24 de julio de 2011
POEMA
MIRADAS CRUZADAS
A UN ÓLEO DE BÁRBARA CASTILLO
Se cruzan las miradas,
hablan los ojos,
mientras figuras geométricas,
en sucesivo crecimiento,
configuran el cuadro.
Se cruzan las miradas
sin que de los rojos labios
salga ninguna palabra,
mientras la flor amarilla
se alza exuberante.
¿Son miradas de amor,
de amistade, de odio?
No estoy seguro.
Quizás tan sólo sean miradas
llenas de envidia, llenas de curiosidad.
JOSÉ LUIS RUBIO
BREVERÍAS
2467
Esta noche no arrulla, ni musita,
y en nostalgia glacial me desarbolo;
el rumor del pinar se debilita,
se ha dormido la luna, y estoy solo.
2468
Empapado de luz hasta los huesos,
se me estremecen todas las ideas,
me exigen libertad todos los besos,
y se apresta la carne a la pelea.
Tú, sustancia de fuego, ángel de arcilla,
albergador del soplo creativo,
la caricia de tu ala en mi mejilla
me hará ser libre, y a la vez cautivo.
2469
Ya no paseas junto a mí; caminas
en la sangrienta noche de mis venas;
nadie nos ve arrullando en las esquinas,
o en el baile informal de las verbenas.
No te tengo; te añoro y me fascinas,
mas no sé si me endulzas o envenenas.
Tal vez, tal vez estoy imaginando
que habrá otra vez. Mas ¿cómo, dónde, cuándo?
2470
Al borde estás de mi palabra. ¿Adviertes
su tono, sus temblores, sus mensajes?
Pienso que no; me la devuelve el eco.
Pero yo sigo hablando. Hay muchas muertes
que no nos estremecen, y paisajes
que miramos sin ver, y un mundo hueco.
Debe correr la voz, cálida, intensa,
por páramo, bancal y recoveco,
no importa quien escucha, mas quien piensa.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
Esta noche no arrulla, ni musita,
y en nostalgia glacial me desarbolo;
el rumor del pinar se debilita,
se ha dormido la luna, y estoy solo.
2468
Empapado de luz hasta los huesos,
se me estremecen todas las ideas,
me exigen libertad todos los besos,
y se apresta la carne a la pelea.
Tú, sustancia de fuego, ángel de arcilla,
albergador del soplo creativo,
la caricia de tu ala en mi mejilla
me hará ser libre, y a la vez cautivo.
2469
Ya no paseas junto a mí; caminas
en la sangrienta noche de mis venas;
nadie nos ve arrullando en las esquinas,
o en el baile informal de las verbenas.
No te tengo; te añoro y me fascinas,
mas no sé si me endulzas o envenenas.
Tal vez, tal vez estoy imaginando
que habrá otra vez. Mas ¿cómo, dónde, cuándo?
2470
Al borde estás de mi palabra. ¿Adviertes
su tono, sus temblores, sus mensajes?
Pienso que no; me la devuelve el eco.
Pero yo sigo hablando. Hay muchas muertes
que no nos estremecen, y paisajes
que miramos sin ver, y un mundo hueco.
Debe correr la voz, cálida, intensa,
por páramo, bancal y recoveco,
no importa quien escucha, mas quien piensa.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
POEMA
LLUVIA DE MEDIANOCHE
Cae apenas la lluvia
sobre el pueblo dormido.
Alárganse impasibles
horas como testigos.
Despierta la llovizna
recuerdos no vividos,
y una congoja mansa,
un placer impreciso,
un instante de muerte
en los aires dormidos.
Lluvia de medianoche,
en una paz sin grillos...
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Cae apenas la lluvia
sobre el pueblo dormido.
Alárganse impasibles
horas como testigos.
Despierta la llovizna
recuerdos no vividos,
y una congoja mansa,
un placer impreciso,
un instante de muerte
en los aires dormidos.
Lluvia de medianoche,
en una paz sin grillos...
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Pase en sucio o indaga la daga
Para el más azul de los príncipes
la nieve más blanca
La salpicada de estrellas le ofrecía al cristiano
vagina gaucha:
quince para una escoba:
deshacerse las trenzas y deshacerse
de las enaguas
¿Por qué pues entonces desnudez por desnudez
me quedo de smoking bailando con la más fea?
Tautología con todo mi amorcito
y besos de salva:
confiar en el pasado mañana
o sucumbir ayer cobardemente
Sinceramente no entiendo:
¿agoniza la burla?
Las patas
Las patas en el aire
despotrican
contra las patas
enterradas
Histéricas en el aire
y obsesivas enterradas
me convidan con pancito
al dirimir con ellas
sus recelos
en mi consultorio.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Para el más azul de los príncipes
la nieve más blanca
La salpicada de estrellas le ofrecía al cristiano
vagina gaucha:
quince para una escoba:
deshacerse las trenzas y deshacerse
de las enaguas
¿Por qué pues entonces desnudez por desnudez
me quedo de smoking bailando con la más fea?
Tautología con todo mi amorcito
y besos de salva:
confiar en el pasado mañana
o sucumbir ayer cobardemente
Sinceramente no entiendo:
¿agoniza la burla?
Las patas
Las patas en el aire
despotrican
contra las patas
enterradas
Histéricas en el aire
y obsesivas enterradas
me convidan con pancito
al dirimir con ellas
sus recelos
en mi consultorio.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMA
DÉCIMA A LA NADA
No al Todo, a la Nada escribo
mi décima peregrina
y humanal, nunca divina;
al tiempo que me desvivo.
Humanidad en derribo
hallo en la Nada, alta ciencia,
lo esencial de tu presencia
y cuanto hay que saber
de este doloroso ser
siempre en guerra con su esencia.
JUAN CERVERA SANCHIS -MÉXICO-
No al Todo, a la Nada escribo
mi décima peregrina
y humanal, nunca divina;
al tiempo que me desvivo.
Humanidad en derribo
hallo en la Nada, alta ciencia,
lo esencial de tu presencia
y cuanto hay que saber
de este doloroso ser
siempre en guerra con su esencia.
JUAN CERVERA SANCHIS -MÉXICO-
sábado, 23 de julio de 2011
POEMA AL TROFEO DEL PRIMER PREMIO DE POESÍA MOLINO DE VIENTO LA BELLA QUITERIA
CERÁMICA ORIGINAL
I
Esta cerámica bella
hecha por ti en barro fino,
hoy hasta mi mano vino
con su gran brillo de estrella.
Ahora en mi casa su huella
bien resalta por su hechura
y su singular pintura
hecha con tus diestras manos,
en la que en todos sus planos
muestran su viva hermosura.
II
Causa al verla sensación
su presencia original,
si le prestas atención
denota lo matriarcal.
En su hechura vertical
la arcilla con su mudez
y con su abierta honradez
nos dice de donde viene;
y el mucho valor que tiene
conseguir esa esbeltez.
III
El torno y su rotación
del milagro es una parte,
de otra es el toque del arte,
del artista y su atención.
El conjunto es ¡bendición
que tras su cochura viene;
y todo el proceso tiene
un extenso recorrido,
casi se escucha el latido
que de la figura viene…!
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
A Adrián NAVARRO, POR SU ORIGINAL OBRA DE CERÁMICA.-
ARTÍCULO
LA TRANSGRESIÓN DEL LENGUAJE Y LO POLÍTICAMENTE CORRECTO
Francisco José Segovia Ramos
Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, “transgredir” significa “Quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto”. Un transgresor, por tanto, sería un individuo o un colectivo que estaría fuera de la ley o, sin ser tan extremo, al margen de la misma.
Yéndonos al terreno de lo literario la transgresión sería lo contrario al lenguaje “políticamente correcto”. El transgresor en este caso no es quien está en contra o al margen de la ley sino, quizá, el que pone el dedo en la llaga y llama a las cosas por su nombre. ¿Es esto transgresión? ¿Es transgresión aquello que al poder interesa llamar tal?
Oscar Wilde era un transgresor, tanto en sus hábitos sociales (reconocía abiertamente su homosexualidad en una sociedad mojigata y conservadora como era la de la Gran Bretaña victoriana), como en su propio estilo de lenguaje. Lo mismo podíamos decir de otros reconocidos autores, como Frank Kafka y su metafórica forma de contar historias, Bukovsky y el desasosiego, Boris Vian y el sexo y la provocación como elementos fundamentales en su obra, Sade, desconocido autor del que se habla mucho y mal sin haber leído su filosofía, los poetas malditos franceses, entre ellos Rimbaud, Verlaine y Apollinaire. ¿Quién los calificó de transgresores, malditos, extremistas en el lenguaje?: el poder literario, económico y político dominante en ese momento. Con el tiempo, sin embargo, han sido reconocidos como grandes creadores.
Ya no se expulsa a nadie del círculo artístico por ser un “transgresor” (al menos no, oficialmente), pero se tiende a descalificar a aquel o aquellos que no usan las palabras “correctas”, o que no se unen o aplauden lo que se estima que es lo “adecuado”. En el uso del lenguaje del día a día la sociedad actual, condicionada fuertemente por los medios de comunicación (que, no olvidemos, son manejados por determinadas élites intelectuales y económicas), es muy crítica con quien se sale del camino marcado.
Ejemplos podríamos poner centenares pero nos limitaremos a unos pocos que, creemos, deben ser muy aclaratorios del estado actual del lenguaje tanto literario como común.
Es habitual oír en los informativos, o leer en los periódicos, que tal o cual acto ha sido realizado por un grupo “radical”, suponiendo que esta palabra conlleva, necesariamente, el término “violencia”. Nada más alejado de la realidad: un radical es aquél que es intransigente en sus ideas y que pretende cambiar aspectos de la sociedad de forma absoluta. A esta actitud no se la puede calificar de “violenta” per se. Según el poder establecido, el “transgresor” en este caso sería el “radical”. Si se pretendiera hacer un uso adecuado del lenguaje a estos grupos de violentos habría que llamarles precisamente así, “violentos”. Denominar “radical” o “extrema” a una actitud violenta es –y la intención no es casual- deslegitimar a todos aquellos que no están en ese “centro” político, social o económico en el que se nos quiere meter a todo el mundo.
No es tampoco raro encontrarnos con términos como “invidente”, “discapacitado”, “moreno”, “de color”, “de género”, etc, etc. En estos tiempos en los que la “moderación” parece ser la norma a seguir, el hecho de llamar a alguien “ciego”, o “sordo”, o “miope”, parece sinónimo de insulto, y se intenta disfrazar las palabras, como si cambiando el nombre se transformasen las condiciones de la persona. La “tercera edad” no es ni más ni menos que la vejez o ancianidad. “Ser de color” es una expresión absurda porque hasta el blanco es un color (o un crisol de todos los colores posibles) y el negro, según la física, es la ausencia de aquél. Los mismos negros se ofenden cuando se buscan subterfugios para obviar el color de su piel.
Porque, y aquí es donde viene el quid de la cuestión, no hay transgresión en el uso del lenguaje como tal, sino en la intención con la que se usa. No son las palabras, autónomas, simples, asépticas, las que hacen daño, sino la forma y la maledicencia o benevolencia con la que se dicen. No es un insulto llamar “moro” a un marroquí, y sí puede serlo usando la palabra “ciudadano”: el tono, la intención, incluso la propia mirada o el contexto pueden hacer que el significado de la palabra sea hiriente o complaciente.
No es transgresor aquel político que acusa a otro de “mentir”. No, al menos, en el sentido literario. Sí, en cambio, en el ámbito de lo “políticamente correcto”, ya que debería haber dicho “faltar a la verdad” (¿y no es, acaso, faltar a la verdad el sinónimo de mentir?).
El escritor debe ser transgresor, no porque con ello pretenda ser conocido o crear falsas polémicas para medrar en su ascensión a las esferas del poder literario, sino por el uso de la palabra y la intención que dé a la misma. Debe llamar a las cosas por su nombre o por lo que él y sólo él entienda que han de denominarse, sin atarse a modas, normas o estilos en boga. Ha de ser un estilete con el bolígrafo o el ordenador, un martillo golpeando el yunque en sus escritos, un muro infranqueable en la defensa de su estilo e ideas, un crítico constante de lo que le rodee y de sí mismo. Transgrede aquél que quiere transformar y transformarse, use los medios que use. Quien no va más allá de lo “política o culturalmente correcto” tiende a quedarse estanco, y ya sabemos que el agua estancada se corrompe, y el agua estancada absolutamente se corrompe absolutamente.
Francisco José Segovia Ramos
Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, “transgredir” significa “Quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto”. Un transgresor, por tanto, sería un individuo o un colectivo que estaría fuera de la ley o, sin ser tan extremo, al margen de la misma.
Yéndonos al terreno de lo literario la transgresión sería lo contrario al lenguaje “políticamente correcto”. El transgresor en este caso no es quien está en contra o al margen de la ley sino, quizá, el que pone el dedo en la llaga y llama a las cosas por su nombre. ¿Es esto transgresión? ¿Es transgresión aquello que al poder interesa llamar tal?
Oscar Wilde era un transgresor, tanto en sus hábitos sociales (reconocía abiertamente su homosexualidad en una sociedad mojigata y conservadora como era la de la Gran Bretaña victoriana), como en su propio estilo de lenguaje. Lo mismo podíamos decir de otros reconocidos autores, como Frank Kafka y su metafórica forma de contar historias, Bukovsky y el desasosiego, Boris Vian y el sexo y la provocación como elementos fundamentales en su obra, Sade, desconocido autor del que se habla mucho y mal sin haber leído su filosofía, los poetas malditos franceses, entre ellos Rimbaud, Verlaine y Apollinaire. ¿Quién los calificó de transgresores, malditos, extremistas en el lenguaje?: el poder literario, económico y político dominante en ese momento. Con el tiempo, sin embargo, han sido reconocidos como grandes creadores.
Ya no se expulsa a nadie del círculo artístico por ser un “transgresor” (al menos no, oficialmente), pero se tiende a descalificar a aquel o aquellos que no usan las palabras “correctas”, o que no se unen o aplauden lo que se estima que es lo “adecuado”. En el uso del lenguaje del día a día la sociedad actual, condicionada fuertemente por los medios de comunicación (que, no olvidemos, son manejados por determinadas élites intelectuales y económicas), es muy crítica con quien se sale del camino marcado.
Ejemplos podríamos poner centenares pero nos limitaremos a unos pocos que, creemos, deben ser muy aclaratorios del estado actual del lenguaje tanto literario como común.
Es habitual oír en los informativos, o leer en los periódicos, que tal o cual acto ha sido realizado por un grupo “radical”, suponiendo que esta palabra conlleva, necesariamente, el término “violencia”. Nada más alejado de la realidad: un radical es aquél que es intransigente en sus ideas y que pretende cambiar aspectos de la sociedad de forma absoluta. A esta actitud no se la puede calificar de “violenta” per se. Según el poder establecido, el “transgresor” en este caso sería el “radical”. Si se pretendiera hacer un uso adecuado del lenguaje a estos grupos de violentos habría que llamarles precisamente así, “violentos”. Denominar “radical” o “extrema” a una actitud violenta es –y la intención no es casual- deslegitimar a todos aquellos que no están en ese “centro” político, social o económico en el que se nos quiere meter a todo el mundo.
No es tampoco raro encontrarnos con términos como “invidente”, “discapacitado”, “moreno”, “de color”, “de género”, etc, etc. En estos tiempos en los que la “moderación” parece ser la norma a seguir, el hecho de llamar a alguien “ciego”, o “sordo”, o “miope”, parece sinónimo de insulto, y se intenta disfrazar las palabras, como si cambiando el nombre se transformasen las condiciones de la persona. La “tercera edad” no es ni más ni menos que la vejez o ancianidad. “Ser de color” es una expresión absurda porque hasta el blanco es un color (o un crisol de todos los colores posibles) y el negro, según la física, es la ausencia de aquél. Los mismos negros se ofenden cuando se buscan subterfugios para obviar el color de su piel.
Porque, y aquí es donde viene el quid de la cuestión, no hay transgresión en el uso del lenguaje como tal, sino en la intención con la que se usa. No son las palabras, autónomas, simples, asépticas, las que hacen daño, sino la forma y la maledicencia o benevolencia con la que se dicen. No es un insulto llamar “moro” a un marroquí, y sí puede serlo usando la palabra “ciudadano”: el tono, la intención, incluso la propia mirada o el contexto pueden hacer que el significado de la palabra sea hiriente o complaciente.
No es transgresor aquel político que acusa a otro de “mentir”. No, al menos, en el sentido literario. Sí, en cambio, en el ámbito de lo “políticamente correcto”, ya que debería haber dicho “faltar a la verdad” (¿y no es, acaso, faltar a la verdad el sinónimo de mentir?).
El escritor debe ser transgresor, no porque con ello pretenda ser conocido o crear falsas polémicas para medrar en su ascensión a las esferas del poder literario, sino por el uso de la palabra y la intención que dé a la misma. Debe llamar a las cosas por su nombre o por lo que él y sólo él entienda que han de denominarse, sin atarse a modas, normas o estilos en boga. Ha de ser un estilete con el bolígrafo o el ordenador, un martillo golpeando el yunque en sus escritos, un muro infranqueable en la defensa de su estilo e ideas, un crítico constante de lo que le rodee y de sí mismo. Transgrede aquél que quiere transformar y transformarse, use los medios que use. Quien no va más allá de lo “política o culturalmente correcto” tiende a quedarse estanco, y ya sabemos que el agua estancada se corrompe, y el agua estancada absolutamente se corrompe absolutamente.
POEMA
NEGRITUD
A UN ÓLEO DE Mª VIRTUDES PÉREZ GIL
Su rostro de ébano,
fiel reflejo del dolor
de una raza marginada,
maltratada, denigrada,
de ancha frente, labios gruesos
y pómulos salientes,
cuya barbilla apoya
en la palma de una mano,
con unos dedos ligeramente flexionados,
ocupa el lateral del cuadro,
mientras el resto
es una gama de colores
que va del negro
al amarillo en sucesivas
capas cromáticas.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMAS
Madurez
Hasta yo
dentro de poco
pareceré aplomado:
crucial
obsolescencia.
Al medio y por la mitad
Fuego sagrado tú
enviudé con astucia y placebo
Neo-cerbatánico
escupo monogramas
endilgo inagotables iniciales
lacro por lo que dure esta disipación
tartamuda de linajes y otras señas
Estamos en la niebla de paso
reprimo besos
y te invento bondadosamente
Contigo tomate partido al medio
y milanesa partida al medio
y huevo duro por la mitad:
sensorium y perceptum:
tú del pan lactal
yo, de las cebollitas de verdeo
Aire en grumos siendo desalojado de mi pecho:
chamusca, carajo, la niebla
sin embargo.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Hasta yo
dentro de poco
pareceré aplomado:
crucial
obsolescencia.
Al medio y por la mitad
Fuego sagrado tú
enviudé con astucia y placebo
Neo-cerbatánico
escupo monogramas
endilgo inagotables iniciales
lacro por lo que dure esta disipación
tartamuda de linajes y otras señas
Estamos en la niebla de paso
reprimo besos
y te invento bondadosamente
Contigo tomate partido al medio
y milanesa partida al medio
y huevo duro por la mitad:
sensorium y perceptum:
tú del pan lactal
yo, de las cebollitas de verdeo
Aire en grumos siendo desalojado de mi pecho:
chamusca, carajo, la niebla
sin embargo.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMA
MI CIUDAD
En un rincón del mundo,
coronada de aguas y de campos,
con fervor de terruño,
y con andar humilde y reposado,
se encuentra mi ciudad, descanso limpio
donde duermen los pasos del domingo.
En sus calles antiguas hacen nidos las horas
y se siente el deseo abandonar los vanos
esfuerzos de vencer. Tristeza voluptuosa
que se pega a los muros y atardece cansancios
humildes y llorados, por donde las muchachas
desandan esperanzas.
Aromada de antaño, sin fervor de alegrías,
guardadora de lágrimas y de ocultas tragedias,
se diluyen sus días ingenuos de provincia
herrumbrando sus calles y sus vidas modestas.
De libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
En un rincón del mundo,
coronada de aguas y de campos,
con fervor de terruño,
y con andar humilde y reposado,
se encuentra mi ciudad, descanso limpio
donde duermen los pasos del domingo.
En sus calles antiguas hacen nidos las horas
y se siente el deseo abandonar los vanos
esfuerzos de vencer. Tristeza voluptuosa
que se pega a los muros y atardece cansancios
humildes y llorados, por donde las muchachas
desandan esperanzas.
Aromada de antaño, sin fervor de alegrías,
guardadora de lágrimas y de ocultas tragedias,
se diluyen sus días ingenuos de provincia
herrumbrando sus calles y sus vidas modestas.
De libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
BREVERÍAS
2464
Hay un beso en mis labios, recibido
no sé de quién ni cuándo.
Fue signo tiempo atrás de algo prohibido,
que se va tristemente evaporando.
Tal vez nombre e imagen lo primero
que se deshizo en polvo, en aire, en nada.
Apenas ya una huella en el sendero
de mi vida, canción semiolvidada.
2465
Plenos de fatuidad, gentes de trapo,
autodenominándose poetas,
escriben líneas cortas que, arrogantes,
consideran de seda, siendo harapo.
De la posteridad son las trompetas;
sólo aprendices somos, aspirantes.
2466
¿Cómo amarte, mujer, sin poseernos?
Sin rosas, sin abril, sin golondrinas,
¿será la primavera primavera?
Los dominios del alma son internos,
pero sucumben, catedral en ruinas,
si la estructura externa se excluyera.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
Hay un beso en mis labios, recibido
no sé de quién ni cuándo.
Fue signo tiempo atrás de algo prohibido,
que se va tristemente evaporando.
Tal vez nombre e imagen lo primero
que se deshizo en polvo, en aire, en nada.
Apenas ya una huella en el sendero
de mi vida, canción semiolvidada.
2465
Plenos de fatuidad, gentes de trapo,
autodenominándose poetas,
escriben líneas cortas que, arrogantes,
consideran de seda, siendo harapo.
De la posteridad son las trompetas;
sólo aprendices somos, aspirantes.
2466
¿Cómo amarte, mujer, sin poseernos?
Sin rosas, sin abril, sin golondrinas,
¿será la primavera primavera?
Los dominios del alma son internos,
pero sucumben, catedral en ruinas,
si la estructura externa se excluyera.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
POEMA
ADIVINANZAS
1.-
¡Ay, que la luz no es la luz!
¡Ay, que el aire no es aire
y que el azul no es azul!
¡Que yo no soy yo, mi vida,
y tú, vida, no eres tú!
2.-
En el fondo del espejo,
el espejo, sorprendido,
intuyó que no era espejo
y se deshizo en añicos.
Los añicos no sabían
si eran lágrimas o gritos.
3.-
Más allá de la memoria
y del olvido
mentía y mentía la historia,
y aún más allá del olvido
mentía y mentía la memoria.
4.-
Si he de volver a nacer
tras mi muerte irremediable,
¿qué poder inexorable
me confirma su poder
con la fuerza irrevocable
de su insondable saber?
5.-
Sospecho que no estoy vivo.
Sospecho que soy un sueño
apenas entretejido
por las agujas del aire
y el rojo espeso del vino.
Sospecho que no soy yo
éste que está aquí contigo.
Sospecho lo que sospecho
y no sé por qué te escribo
con tinta de sol hiriente
sobre el polvo del camino
y la piel ciega del agua
del viejo y sufrido río
que, rumbo al mar, sólo espera
sumergirse en el olvido.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
1.-
¡Ay, que la luz no es la luz!
¡Ay, que el aire no es aire
y que el azul no es azul!
¡Que yo no soy yo, mi vida,
y tú, vida, no eres tú!
2.-
En el fondo del espejo,
el espejo, sorprendido,
intuyó que no era espejo
y se deshizo en añicos.
Los añicos no sabían
si eran lágrimas o gritos.
3.-
Más allá de la memoria
y del olvido
mentía y mentía la historia,
y aún más allá del olvido
mentía y mentía la memoria.
4.-
Si he de volver a nacer
tras mi muerte irremediable,
¿qué poder inexorable
me confirma su poder
con la fuerza irrevocable
de su insondable saber?
5.-
Sospecho que no estoy vivo.
Sospecho que soy un sueño
apenas entretejido
por las agujas del aire
y el rojo espeso del vino.
Sospecho que no soy yo
éste que está aquí contigo.
Sospecho lo que sospecho
y no sé por qué te escribo
con tinta de sol hiriente
sobre el polvo del camino
y la piel ciega del agua
del viejo y sufrido río
que, rumbo al mar, sólo espera
sumergirse en el olvido.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
viernes, 22 de julio de 2011
POEMA
MIRANDO LA PERSIANA
A UN ÓLEO DE NINI DE LOS SANTOS
Sentada,
mostrándonos su espalda desnuda
y cubriéndose el resto del cuerpo,
con una manta violeta
con adornos blancos,
que se desliza hacia el suelo,
recogida
su larga cabellera pelirroja
en dos largas trenzas,
en actitud de castigo,
mira
una verde persiana,
herméticamente cerrada,
que no le deja ver,
ni ser vista
por quienes pasean la calle.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
Allá
Yo siempre supe allá en el fondo
que alguien la tendría más grande
Toda una vida acallando ese presentimiento
aturdiéndome con éxitos, figuración
y altísimas calificaciones
mucho ruido pequeño
sin duda con talentos
e imprevisibilidad
Pero el genio era otro
otro el fenómeno, el anormal
y al portento no le interesaría la trascendencia
en cambio yo
me consumiría en mi satiriasis
¡ufa!
en mis floripondios y maratonismo
demasiado mortal
huérfano, viudo
atenazado por el letargo exhaustivo
de la compasión y sobre todo
con su fachada ecuánime cuando no insigne
por la maldad revisionista
Las sirenas aún me aseguran que soy el mejor
que antes de mí, patrañas y rutinas
estándares amables a lo sumo
que el imperioso mar es mío
y el viento
pero
lo reconocí al principio
fue al principio cuando lo reconocí:
allá
en el fondo.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argantina-
Yo siempre supe allá en el fondo
que alguien la tendría más grande
Toda una vida acallando ese presentimiento
aturdiéndome con éxitos, figuración
y altísimas calificaciones
mucho ruido pequeño
sin duda con talentos
e imprevisibilidad
Pero el genio era otro
otro el fenómeno, el anormal
y al portento no le interesaría la trascendencia
en cambio yo
me consumiría en mi satiriasis
¡ufa!
en mis floripondios y maratonismo
demasiado mortal
huérfano, viudo
atenazado por el letargo exhaustivo
de la compasión y sobre todo
con su fachada ecuánime cuando no insigne
por la maldad revisionista
Las sirenas aún me aseguran que soy el mejor
que antes de mí, patrañas y rutinas
estándares amables a lo sumo
que el imperioso mar es mío
y el viento
pero
lo reconocí al principio
fue al principio cuando lo reconocí:
allá
en el fondo.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argantina-
POEMA
LA CALLE DE MI CASA
Calle de casas bajas y de vidas humildes.
La calle de mi casa es alegre y es triste.
En su corriente fácil como una senda simple
se han fijado las anclas de un andar imposible.
Humanizada de humos, techada de horizontes,
guarda el aspecto grave de las viviendas pobres.
No hay en ella la mancha de opulencias innobles
y su humildad austera yergue los sinsabores.
En esta calle íntima, plasma humano paisaje:
en los domingos lentos cantan los emigrantes
en las tiendas de vino que hay en sus bocacalles
y el acento nostálgico tiene un eco sangrante.
Calle que ama la gloria infantil de los cantos
debe guardar un tierno candor esperanzado.
Por eso e4n los domingos su callar casi humano
tiene algo de madre, de dolor y de campo...
La calle de mi casa es ya un carril antiguo,
pues es rampa que baja de cielos de domingos.
En su cauce fantástico, ideal, casi líquido,
anclaron para siempre, barcas del caserío...
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Calle de casas bajas y de vidas humildes.
La calle de mi casa es alegre y es triste.
En su corriente fácil como una senda simple
se han fijado las anclas de un andar imposible.
Humanizada de humos, techada de horizontes,
guarda el aspecto grave de las viviendas pobres.
No hay en ella la mancha de opulencias innobles
y su humildad austera yergue los sinsabores.
En esta calle íntima, plasma humano paisaje:
en los domingos lentos cantan los emigrantes
en las tiendas de vino que hay en sus bocacalles
y el acento nostálgico tiene un eco sangrante.
Calle que ama la gloria infantil de los cantos
debe guardar un tierno candor esperanzado.
Por eso e4n los domingos su callar casi humano
tiene algo de madre, de dolor y de campo...
La calle de mi casa es ya un carril antiguo,
pues es rampa que baja de cielos de domingos.
En su cauce fantástico, ideal, casi líquido,
anclaron para siempre, barcas del caserío...
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
BREVERÍAS
2461
Águila puede ser cada poema,
desplegando las alas, silenciosa,
y elevándose a altura sorprendente.
Y puede ser embarcación que rema
bajo esfuerzo de frente sudorosa,
incapaz de avanzar contra corriente.
2462
El crepúsculo es de oro, y yo sentado
bajo el balcón, mirando las ardillas,
ajeno a coloridos y rumores.
Yace el libro cerrado
sobre la ociosidad de mis rodillas.
Duermen en él, y sueñan, trovadores.
Mañana lo abriré. Si es que en mi sueño
se agiganta lo que hoy es tan pequeño.
2463
Un hilo cósmico, sutil, enlaza
las almas que comparten semejantes
perfiles de sentido y sentimiento.
Quien se atreve a seguirlo, al fin abraza
la armonía y belleza fascinantes
que rigen el taller del firmamento.
Tiende tu mano alrededor, tan suave,
que en la delicadeza está la clave.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -LOS ÁNGELES-
Águila puede ser cada poema,
desplegando las alas, silenciosa,
y elevándose a altura sorprendente.
Y puede ser embarcación que rema
bajo esfuerzo de frente sudorosa,
incapaz de avanzar contra corriente.
2462
El crepúsculo es de oro, y yo sentado
bajo el balcón, mirando las ardillas,
ajeno a coloridos y rumores.
Yace el libro cerrado
sobre la ociosidad de mis rodillas.
Duermen en él, y sueñan, trovadores.
Mañana lo abriré. Si es que en mi sueño
se agiganta lo que hoy es tan pequeño.
2463
Un hilo cósmico, sutil, enlaza
las almas que comparten semejantes
perfiles de sentido y sentimiento.
Quien se atreve a seguirlo, al fin abraza
la armonía y belleza fascinantes
que rigen el taller del firmamento.
Tiende tu mano alrededor, tan suave,
que en la delicadeza está la clave.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -LOS ÁNGELES-
POEMA
ADIOS, ADIOS, ADIOS
Pues, ¿qué es la vida?, sino un constante adiós.
Adiós le dije al vientre de mi madre
y ya venía mi alma de otro adiós
y herida de tristeza por los aires.
Mi infancia fue un adiós sobre un adiós
y, entre alas de adioses suspirantes,
llegué a mi adolescencia urdiendo adioses
con rojas despedidas en la sangre.
Mi adolescencia fue un rabioso adiós
y, vestido de adioses desgarrantes,
llegué a la vida adulta y, entre adioses,
mi vida fue un adiós hondo y constante.
Viejo de adioses fui llorando adioses
por mi mirada envuelta en soledades
y de distancias y de adioses roto
me encontré con mi muerte alucinante.
Era el adiós de Dios ya sin adiós
uniendo mis adioses mendicantes
en el adiós rotundo del misterio,
donde todos los tiempos son iguales.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Pues, ¿qué es la vida?, sino un constante adiós.
Adiós le dije al vientre de mi madre
y ya venía mi alma de otro adiós
y herida de tristeza por los aires.
Mi infancia fue un adiós sobre un adiós
y, entre alas de adioses suspirantes,
llegué a mi adolescencia urdiendo adioses
con rojas despedidas en la sangre.
Mi adolescencia fue un rabioso adiós
y, vestido de adioses desgarrantes,
llegué a la vida adulta y, entre adioses,
mi vida fue un adiós hondo y constante.
Viejo de adioses fui llorando adioses
por mi mirada envuelta en soledades
y de distancias y de adioses roto
me encontré con mi muerte alucinante.
Era el adiós de Dios ya sin adiós
uniendo mis adioses mendicantes
en el adiós rotundo del misterio,
donde todos los tiempos son iguales.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
jueves, 21 de julio de 2011
POEMA
POEMA dedicado a Antonio Porchia
Hemos amado juntos tantas cosas
que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.
Hemos vivido juntos tanto abismo
que sin ti todo parece superficie,
órbita de simulacros que resbalan,
tensión sin extensiones,
vigilancia de cuerpos sin presencia.
Hemos andado tanto sin movernos
que los viajes ahora se descuelgan
como abrigos inútiles.
Movimiento y quietud se han desunido
como grados de dos temperaturas.
Hemos perdido juntos tanta nada
que el habito persiste y se da vuelta
y ahora todo es ganancia de la nada.
El tiempo se convierte en antitiempo
porque ya no lo piensas.
Hemos callado y hablado tanto juntos
que hasta callar y hablar son dos traiciones,
dos sustancias sin justificación,
dos substitutos.
Lo hemos buscado todo,
lo hemos hallado todo,
lo hemos dejado todo.
Únicamente no nos dieron tiempo
para encontrar el ojo de tu muerte,
aunque fuera también para dejarlo.
Roberto Juarroz
Hemos amado juntos tantas cosas
que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.
Hemos vivido juntos tanto abismo
que sin ti todo parece superficie,
órbita de simulacros que resbalan,
tensión sin extensiones,
vigilancia de cuerpos sin presencia.
Hemos andado tanto sin movernos
que los viajes ahora se descuelgan
como abrigos inútiles.
Movimiento y quietud se han desunido
como grados de dos temperaturas.
Hemos perdido juntos tanta nada
que el habito persiste y se da vuelta
y ahora todo es ganancia de la nada.
El tiempo se convierte en antitiempo
porque ya no lo piensas.
Hemos callado y hablado tanto juntos
que hasta callar y hablar son dos traiciones,
dos sustancias sin justificación,
dos substitutos.
Lo hemos buscado todo,
lo hemos hallado todo,
lo hemos dejado todo.
Únicamente no nos dieron tiempo
para encontrar el ojo de tu muerte,
aunque fuera también para dejarlo.
Roberto Juarroz
POEMA
ATARDECER
A un óleo de Paqui Millán
Cuando el sol se ha hundido
en el horizonte lejano y la noche,
donde todo color desaparece,
está asomándose presurosa;
cuando el azul brillante del cielo
ha dado paso a los tonos
rojizos, pajizos y grises del atardecer;
entonces, en ese preciso instante,
cuando ni es día, ni es noche,
la bailarina, cuyo blanco vestido
es un reto a la oscuridad, se ha detenido,
sobre un carámbano de afilada punta,
del que penden finas gotas de hielo,
en equilibrio sobre el vacío,
a sujetar las largas cintas
de sus impolutas zapatillas.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
DÁNDOLE VUELTAS
Dándole vueltas y vueltas as cierto cachito significante
estaba entre la vulgaridad de tirarme una cana al aire
o
familiarmente
desde el amplio ventanal de un cuadragésimo piso
O desgarrar
el avejentado himen de un sección
perezosa de mi cerebro
Me encaré:
¿Por qué no rozar el urticante tema de las propensiones?
Es un tema tuyo, Rolando
el de las estructuras que supimos adquirir
las resignaciones que no terminan de caer
de las secoyas ancestrales
los renunciamientos a la mescalina
al fru-frú, a la masturbación, al asesinato del alma
¿Tantos años de tarado echados a la basura?
¡El orgasmo es mío, mío!
¿Así como así, hijos de puta
arremeten con sus topadoras
sobre el gueto de mi infelicidad?
¿Qué me faltaba cuando sólo era un miserable?
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -ARGENTINA-
Dándole vueltas y vueltas as cierto cachito significante
estaba entre la vulgaridad de tirarme una cana al aire
o
familiarmente
desde el amplio ventanal de un cuadragésimo piso
O desgarrar
el avejentado himen de un sección
perezosa de mi cerebro
Me encaré:
¿Por qué no rozar el urticante tema de las propensiones?
Es un tema tuyo, Rolando
el de las estructuras que supimos adquirir
las resignaciones que no terminan de caer
de las secoyas ancestrales
los renunciamientos a la mescalina
al fru-frú, a la masturbación, al asesinato del alma
¿Tantos años de tarado echados a la basura?
¡El orgasmo es mío, mío!
¿Así como así, hijos de puta
arremeten con sus topadoras
sobre el gueto de mi infelicidad?
¿Qué me faltaba cuando sólo era un miserable?
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -ARGENTINA-
POEMA
SENDERO DE SUBURBIO
Llorado de suburbio y sauces bajos,
caminado de vidas dolorosas,
eres hermano de tus ranchos cálidos
donde se ocultan sin llorar, congojas.
Algo tiene de llanto y de cansancio
tu agobiado silencio que contempla,
con rumbo de mates y descanso
el paso lánguido de las obreras.
Tus hierbas como musgos han sufrido
los pies descalzos de los niños pobres,
y te embellecen todos los domingos
novios humildes con su amor sin voces.
Arrodillado de perdón y hastío
llegas a la ciudad desde el suburbio,
con la alegría que te dan los niños
y las tristezas de mirar profundo.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
Llorado de suburbio y sauces bajos,
caminado de vidas dolorosas,
eres hermano de tus ranchos cálidos
donde se ocultan sin llorar, congojas.
Algo tiene de llanto y de cansancio
tu agobiado silencio que contempla,
con rumbo de mates y descanso
el paso lánguido de las obreras.
Tus hierbas como musgos han sufrido
los pies descalzos de los niños pobres,
y te embellecen todos los domingos
novios humildes con su amor sin voces.
Arrodillado de perdón y hastío
llegas a la ciudad desde el suburbio,
con la alegría que te dan los niños
y las tristezas de mirar profundo.
Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-
POEMAS
Estatua de mujer
Atrapada en el bronce: Golondrina
de alas truncadas, incapaz de vuelo;
muda canción, solemne violoncelo
sin cuerdas, y sin vida, en la vitrina.
Todo lo fuiste un día. Bailarina
de corte frívola, flotante el pelo,
en el taller del escultor, modelo,
y tal vez aquiescente concubina.
Al ser fundida al fuego, cuanto fuiste
quedó inmovilizado, te dormiste,
sueño de siglos del que no despiertas.
Mas el dolor de aquel preciso instante
no ha logrado escapar de tu semblante,
mujer sin nombre, que a turbarme aciertas.
Blanco abrazo
En fuego están mis sábanas; me abraso
en su vivo paréntesis de llama.
Dentro de mí una voz, gimiendo, clama
por volver a colmar de vino el vaso.
Del vino tan añejo, tan escaso,
que pocos reconocen, pues no se ama
de verdad si quien bebe lo derrama,
o si quien brinda sólo va de paso.
Ni despilfarrador ni peregrino,
vine con el espíritu genuino
de quien busca a tu sombra residencia.
Pero tu sombra se evadió, y yo quedo
en este blanco abrazo en que me enredo,
entre el fuego y la escarcha de tu ausencia.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO
Los Angeles, 20 de abril de 2011
Atrapada en el bronce: Golondrina
de alas truncadas, incapaz de vuelo;
muda canción, solemne violoncelo
sin cuerdas, y sin vida, en la vitrina.
Todo lo fuiste un día. Bailarina
de corte frívola, flotante el pelo,
en el taller del escultor, modelo,
y tal vez aquiescente concubina.
Al ser fundida al fuego, cuanto fuiste
quedó inmovilizado, te dormiste,
sueño de siglos del que no despiertas.
Mas el dolor de aquel preciso instante
no ha logrado escapar de tu semblante,
mujer sin nombre, que a turbarme aciertas.
Blanco abrazo
En fuego están mis sábanas; me abraso
en su vivo paréntesis de llama.
Dentro de mí una voz, gimiendo, clama
por volver a colmar de vino el vaso.
Del vino tan añejo, tan escaso,
que pocos reconocen, pues no se ama
de verdad si quien bebe lo derrama,
o si quien brinda sólo va de paso.
Ni despilfarrador ni peregrino,
vine con el espíritu genuino
de quien busca a tu sombra residencia.
Pero tu sombra se evadió, y yo quedo
en este blanco abrazo en que me enredo,
entre el fuego y la escarcha de tu ausencia.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO
Los Angeles, 20 de abril de 2011
CUENTO
SUCEDIÓ EN SEVILLA
No sé cuantas veces me lo contó mi tío Curro. A él se lo había contado el abuelo Pericón. Todos ellos eran bravucones a morir y aficionados de hueso colorado, como se dice, a la fiesta brava. Aún con el dolor del miserere picándoles en el bajo vientre no se hubieran perdido un domingo de toros en la Maestranza.
Mi tío Curro, quien ya estiró la pata, fue carnicero. El abuelo Pericón, quién también ya pasó a mejor vida, se dedicó al trato de ganado.
La malas lenguas decían que anduvo de cuatrero por los campos andaluces la mayor parte de su tiempo. Vendió más mulas y burros robados que propios. Juraba por sus muertos a cada rato, como buen parlanchín y gran embustero. No decía una verdad ni por equivocación.
Al igual que mi tío Curro, el abuelo Pericón, también soñó en su juventud con ser torero, comprarse un cortijo y tener muchas mujeres, lo que se dice un harén. Para más de cuatro no era más que un hijo de mil putas bien hecho.
En aquellos tiempos, ¿quién en Andalucía, en su juventud, no soñaba con emborracharse de óles y olés, póngale usted el acento donde quiera, y ovaciones una tarde de Feria oliendo a jazmines y claveles en pleno mes de abril?
Ambos fueron entrañables amigos de la taberna y .la mancebía, del habano y de la baraja.
¿Cómo pues concebir que a gente de tal calaña, un día, les fuera a predicar un tío madrileño, muy leído, y precursor de la sociedad protectora de animales, que para colmo hasta hablaba “franchute”, se personara en Sevilla y, públicamente, les exigiera cambiar sus costumbres, empezando por la prohibición de las corridas de toros?
Según el abuelo Pericón, que tenía una memoria fenomenal y que, además, sabía dar color y sabor, entre verdades a medias y grandes mentiras, a las viejas historias, un día apareció por barrio el de Triana “un tío muy fantoche, hablando a los madriles,” que echaba pestes y más pestes de todo lo que fuera el arte de torear, que para él no era ningún arte, sino una monstruosidad, donde los toros y los caballos era los mártires de los brutales picadores, banderilleros, matadores y un público bárbaro, sediento de sangre, dolor y muerte.
Muy pronto, el tal individuo, con perfil de apóstol, cobró fama en Triana y en toda Sevilla, ya que recorría la ciudad como loco y lanzando toda clase de diatribas contra el arte de Cúchares.
Hasta llegó a aparecer retratado en los periódicos el tal “malaje”, que era carirredondo, cachetón, pelilargo y que usaba, a su vez, una graciosa mosca y tupido bigote, mientras que le bajaban en exceso las chuletas hasta unírseles con la mosca.
Por los periódicos supo el abuelo Pericón que aquel empecinado detractor de la tauromaquia se llama Eugenio Noel. Más tarde, el tío Curro compró un libro suyo que nunca acabó de leer, y que se llama “España Nervio a Nervio”.
Lo muy cierto era que aquel tío mal encarado gustaba del mucho hablar y se la pasaba emborronando papeles con plumas de gallino y frente a anchos y hondos tinteros.
Cuando no predicaba contra la Fiesta Brava se metía al café de Los Corales, en la calle de la Sierpe y se la pasaba escribe que escribe sin mojarse la punta de la lengua con una gota de anís, y sin hacer más gasto que una taza de café adulterado y con más leche que otra cosa, “quizá para incrementar su mala leche”, nos recordaba el tío Curro.
Era de veras un tío raro, que por momentos, al mover las manos, por lo “finoli” de las mismas, hacía pensar a los bruscos varones sevillanos que tenía algo de mariquita.
Su fama, en toda Serva-La-Barí, como chulaponamente llamaban algunos a Sevilla en aquellos tiempos en los barrios bajos, no cesaba de fomentarse, por lo que la sevillanía más tradicional se sentía cada vez más ofendida con sus argumentos.
El clamor contra Eugenio Noel se propagaba por Triana, gritaba en la calle de La Sierpe, en el Parque de María Luisa, La Puerta de la Carne, en la Alameda de Hércules y en la Macarena. En fin, donde se le hinchaban los huevos al mal talante de aquellos que rendían tributo a la Fiesta Brava con religioso fervor.
El tal Eugenio no se cansaba de afirmar, convencido hasta los tétanos, que todas las desgracias de España y, por supuesto, de Andalucía, se derivaban del toreo y que, nada más dejase de existir la tauromaquia, todo cambiaría para bien de todos los españoles.
El hombre, un fanático absoluto del arte de torear, estaba por completo convencido que había que acabar con la Fiesta Brava para dar paso a una España civilizada.
No faltaban los bobalicones que, tras escuchar sus encendidas prédicas, empezaban a creer que así sería, al tiempo que otros, los más, cada vez se mostraban más furiosos contra aquel madrileño, que por como se comportaba más bien parecía un inglés puritano.
¿Qué se podía hacer pues con aquel empecinado agitador para que dejara a los sevillanos en paz y se fuera con su molesta música a otra parte?
Corría el año de 1922 y el mes de abril iluminaba la tierra andaluza con furia de claveles, un candor de jazmines y una suave y olorosa fascinación de nardos.
La Feria se anunciaba, libérrima, por todas partes y de toda España, buena parte de Europa y de América, llegaban gentes para ennoviarse con el alma y la carne de Serva-La-Barí.
Lo molesto era aquel tío “malaje”, llamado Eugenio Noel seguía empeñado en permanecer en la ciudad de la Giralda y, lo que era mil veces peor, en no cesar en sus prédicas contra el arte de torear.
Hasta el momento nadie lo había molestado pese al disgusto que en la mayoría producían sus palabras y su presencia. Se le deja decir cuanto quería, lo que hablaba muy bien de la civilidad del pueblo sevillano. Unos lo oían y otros le chiflaban, pero hasta ahí. Él insistía en sus discursos como si nada. En verdad tenía algo de loco.
Llegó así la tarde de la primera corrida de Feria. El abuelo Pericón, junto con otros, ya había pensado en cómo podrían deshacerse del predicador madrileño.
Aquella tarde, poco antes de llegar a la Plaza de la Maestranza, se encontraron con el aguerrido antitaurino echando y echando de su ronco pecho toda clase de improperios contra la Fiesta Brava, y los seguidores de la misma, que él calificaba “enemigos de España”.
El abuelo Pericón creyó que había llegado la oportunidad de poner en acción su plan contra el intruso, por lo que corrió en busca del maestro Violeta “El Parlanchín”, conocido barbero de Triana, que contaba cuarenta chistes por minuto y era como él un gran aficionado a los toros, al vino y a las mujeres.
Por suerte lo encontró camino de la Plaza, lo hizo volver por sus herramientas de rapar. El apóstol antitaurino seguía, en mitad de un corrillo, con su perorata.
El abuelo Pericón , junto con el maestro Violeta “El Parlanchín” y varios amigos rodearon al orador y, cuanto éste menos lo esperaban, lo sujetaron con gran fuerza, como se hace con los mulos falsos, y antes de que tuviera tiempo de reaccionar, la máquina de rapar del maestro Violeta le había hecho un camino que le surcaba desde la frente a la nuca toda la cabeza.
El maestro Violeta, dichoso, como si le hubiera tocado el Gordo de Navidad, pues el juego de la lotería era otra de sus pasiones, continuó rapando la testa del predicador y de paso todo su rostro.
El madrileño no salía de su asombro tratando de patalear y manotear con el fin de de liberarse de aquellos “monstruos salvajes e incivilizados andaluces”, según los llamó.
Los aficionados que transitaban por el lugar formaron un gran corro para ver el acontecimiento. En menos de lo que canta un gallo Eugenio Noel fue despojado de su larga cabellera, de sus atractivas chuletas y hasta de su mosca y tupido bigote. Al igual que Sansón pareció perder su fuerza y hasta su voz.
Carirredondo y cachetón y con su cabeza pelada al rape su virilidad cayó por los suelos. Las risotadas de la gente llegaban al río Guadalquivir y a la Torre del Oro y también los chillidos del madrileño que clamaba y lloriqueaba como un niño.
´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´
Fue éste el fin de la estadía del apóstol antitaurino Eugenio Noel Muñoz´en Sevilla, donde jamás se le volvió a ver . Hay quienes aseguran que al siguiente año, ya con su cabellera y su barba crecidas, se le vio por México y Guatemala y otros países iberoamericanos, donde se cuidó mucho de exagerar en sus prédicas contra la Fiesta Brava.
Finalmente moriría en Madrid el año de 1936, donde había nacido en 1885.
DEL LIBRO INÉDITO: “ENTRE LA REALIDAD Y EL SUEÑO”
DE JUAN CERVERA SANCHIS
No sé cuantas veces me lo contó mi tío Curro. A él se lo había contado el abuelo Pericón. Todos ellos eran bravucones a morir y aficionados de hueso colorado, como se dice, a la fiesta brava. Aún con el dolor del miserere picándoles en el bajo vientre no se hubieran perdido un domingo de toros en la Maestranza.
Mi tío Curro, quien ya estiró la pata, fue carnicero. El abuelo Pericón, quién también ya pasó a mejor vida, se dedicó al trato de ganado.
La malas lenguas decían que anduvo de cuatrero por los campos andaluces la mayor parte de su tiempo. Vendió más mulas y burros robados que propios. Juraba por sus muertos a cada rato, como buen parlanchín y gran embustero. No decía una verdad ni por equivocación.
Al igual que mi tío Curro, el abuelo Pericón, también soñó en su juventud con ser torero, comprarse un cortijo y tener muchas mujeres, lo que se dice un harén. Para más de cuatro no era más que un hijo de mil putas bien hecho.
En aquellos tiempos, ¿quién en Andalucía, en su juventud, no soñaba con emborracharse de óles y olés, póngale usted el acento donde quiera, y ovaciones una tarde de Feria oliendo a jazmines y claveles en pleno mes de abril?
Ambos fueron entrañables amigos de la taberna y .la mancebía, del habano y de la baraja.
¿Cómo pues concebir que a gente de tal calaña, un día, les fuera a predicar un tío madrileño, muy leído, y precursor de la sociedad protectora de animales, que para colmo hasta hablaba “franchute”, se personara en Sevilla y, públicamente, les exigiera cambiar sus costumbres, empezando por la prohibición de las corridas de toros?
Según el abuelo Pericón, que tenía una memoria fenomenal y que, además, sabía dar color y sabor, entre verdades a medias y grandes mentiras, a las viejas historias, un día apareció por barrio el de Triana “un tío muy fantoche, hablando a los madriles,” que echaba pestes y más pestes de todo lo que fuera el arte de torear, que para él no era ningún arte, sino una monstruosidad, donde los toros y los caballos era los mártires de los brutales picadores, banderilleros, matadores y un público bárbaro, sediento de sangre, dolor y muerte.
Muy pronto, el tal individuo, con perfil de apóstol, cobró fama en Triana y en toda Sevilla, ya que recorría la ciudad como loco y lanzando toda clase de diatribas contra el arte de Cúchares.
Hasta llegó a aparecer retratado en los periódicos el tal “malaje”, que era carirredondo, cachetón, pelilargo y que usaba, a su vez, una graciosa mosca y tupido bigote, mientras que le bajaban en exceso las chuletas hasta unírseles con la mosca.
Por los periódicos supo el abuelo Pericón que aquel empecinado detractor de la tauromaquia se llama Eugenio Noel. Más tarde, el tío Curro compró un libro suyo que nunca acabó de leer, y que se llama “España Nervio a Nervio”.
Lo muy cierto era que aquel tío mal encarado gustaba del mucho hablar y se la pasaba emborronando papeles con plumas de gallino y frente a anchos y hondos tinteros.
Cuando no predicaba contra la Fiesta Brava se metía al café de Los Corales, en la calle de la Sierpe y se la pasaba escribe que escribe sin mojarse la punta de la lengua con una gota de anís, y sin hacer más gasto que una taza de café adulterado y con más leche que otra cosa, “quizá para incrementar su mala leche”, nos recordaba el tío Curro.
Era de veras un tío raro, que por momentos, al mover las manos, por lo “finoli” de las mismas, hacía pensar a los bruscos varones sevillanos que tenía algo de mariquita.
Su fama, en toda Serva-La-Barí, como chulaponamente llamaban algunos a Sevilla en aquellos tiempos en los barrios bajos, no cesaba de fomentarse, por lo que la sevillanía más tradicional se sentía cada vez más ofendida con sus argumentos.
El clamor contra Eugenio Noel se propagaba por Triana, gritaba en la calle de La Sierpe, en el Parque de María Luisa, La Puerta de la Carne, en la Alameda de Hércules y en la Macarena. En fin, donde se le hinchaban los huevos al mal talante de aquellos que rendían tributo a la Fiesta Brava con religioso fervor.
El tal Eugenio no se cansaba de afirmar, convencido hasta los tétanos, que todas las desgracias de España y, por supuesto, de Andalucía, se derivaban del toreo y que, nada más dejase de existir la tauromaquia, todo cambiaría para bien de todos los españoles.
El hombre, un fanático absoluto del arte de torear, estaba por completo convencido que había que acabar con la Fiesta Brava para dar paso a una España civilizada.
No faltaban los bobalicones que, tras escuchar sus encendidas prédicas, empezaban a creer que así sería, al tiempo que otros, los más, cada vez se mostraban más furiosos contra aquel madrileño, que por como se comportaba más bien parecía un inglés puritano.
¿Qué se podía hacer pues con aquel empecinado agitador para que dejara a los sevillanos en paz y se fuera con su molesta música a otra parte?
Corría el año de 1922 y el mes de abril iluminaba la tierra andaluza con furia de claveles, un candor de jazmines y una suave y olorosa fascinación de nardos.
La Feria se anunciaba, libérrima, por todas partes y de toda España, buena parte de Europa y de América, llegaban gentes para ennoviarse con el alma y la carne de Serva-La-Barí.
Lo molesto era aquel tío “malaje”, llamado Eugenio Noel seguía empeñado en permanecer en la ciudad de la Giralda y, lo que era mil veces peor, en no cesar en sus prédicas contra el arte de torear.
Hasta el momento nadie lo había molestado pese al disgusto que en la mayoría producían sus palabras y su presencia. Se le deja decir cuanto quería, lo que hablaba muy bien de la civilidad del pueblo sevillano. Unos lo oían y otros le chiflaban, pero hasta ahí. Él insistía en sus discursos como si nada. En verdad tenía algo de loco.
Llegó así la tarde de la primera corrida de Feria. El abuelo Pericón, junto con otros, ya había pensado en cómo podrían deshacerse del predicador madrileño.
Aquella tarde, poco antes de llegar a la Plaza de la Maestranza, se encontraron con el aguerrido antitaurino echando y echando de su ronco pecho toda clase de improperios contra la Fiesta Brava, y los seguidores de la misma, que él calificaba “enemigos de España”.
El abuelo Pericón creyó que había llegado la oportunidad de poner en acción su plan contra el intruso, por lo que corrió en busca del maestro Violeta “El Parlanchín”, conocido barbero de Triana, que contaba cuarenta chistes por minuto y era como él un gran aficionado a los toros, al vino y a las mujeres.
Por suerte lo encontró camino de la Plaza, lo hizo volver por sus herramientas de rapar. El apóstol antitaurino seguía, en mitad de un corrillo, con su perorata.
El abuelo Pericón , junto con el maestro Violeta “El Parlanchín” y varios amigos rodearon al orador y, cuanto éste menos lo esperaban, lo sujetaron con gran fuerza, como se hace con los mulos falsos, y antes de que tuviera tiempo de reaccionar, la máquina de rapar del maestro Violeta le había hecho un camino que le surcaba desde la frente a la nuca toda la cabeza.
El maestro Violeta, dichoso, como si le hubiera tocado el Gordo de Navidad, pues el juego de la lotería era otra de sus pasiones, continuó rapando la testa del predicador y de paso todo su rostro.
El madrileño no salía de su asombro tratando de patalear y manotear con el fin de de liberarse de aquellos “monstruos salvajes e incivilizados andaluces”, según los llamó.
Los aficionados que transitaban por el lugar formaron un gran corro para ver el acontecimiento. En menos de lo que canta un gallo Eugenio Noel fue despojado de su larga cabellera, de sus atractivas chuletas y hasta de su mosca y tupido bigote. Al igual que Sansón pareció perder su fuerza y hasta su voz.
Carirredondo y cachetón y con su cabeza pelada al rape su virilidad cayó por los suelos. Las risotadas de la gente llegaban al río Guadalquivir y a la Torre del Oro y también los chillidos del madrileño que clamaba y lloriqueaba como un niño.
´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´
Fue éste el fin de la estadía del apóstol antitaurino Eugenio Noel Muñoz´en Sevilla, donde jamás se le volvió a ver . Hay quienes aseguran que al siguiente año, ya con su cabellera y su barba crecidas, se le vio por México y Guatemala y otros países iberoamericanos, donde se cuidó mucho de exagerar en sus prédicas contra la Fiesta Brava.
Finalmente moriría en Madrid el año de 1936, donde había nacido en 1885.
DEL LIBRO INÉDITO: “ENTRE LA REALIDAD Y EL SUEÑO”
DE JUAN CERVERA SANCHIS
miércoles, 20 de julio de 2011
POEMA
MOVIDA POR EL VIENTO
A UN ÓLEO DE INÉS GAMIR
Arena, minúsculos granos,
que esperan la refrescante caricia
de unas olas que están ausentes
y las huellas de tus pies
que destruyan su compacta configuración.
Arena, abundante, dorada,
con un brillo de estrella,
de una playa desierta,
se posesiona de tu lienzo
al que un viento iracundo,
seco y a veces destructor,
el casi siempre omnipotente Levante,
que el ojo no percibe,
pero el cuerpo siente,
ha movido formando
agrestes y sinuosos montículos.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
Y AUNQUE EL MATE ESTÉ FRÍO
Nos estamos cayendo en el dos mil
y el pescado sin vender
gaucho entre los gauchos
y atraviesa el malón la polvareda
el buenón en cambio juega solo a la taba
crisis de identidad la del buenón
que poco capea sus contradicciones
del todo contraindicado el buenón
aires de pampa mía cavándole el hoyo
pa´quel hueserío haga hito
como la traición entre las traiciones
y el esmero del inveterado malón
al pervertir a las infamélicas y consaguíneas
hembritas insosteniblemente vaporosas
y a las regionales y desencantadas esposas de los intendentes
meta rasgueos de guitarras
Y aunque el mate esté frío, doña Dominga
doña Venancia, doña Azucena, doña Hilariona
no dejo de payar en estas circunstancias
confusas para este acreditado paisajista
de acendrado calar nacional
y popular
Síganme
pobretes y ricachos a las puertas del amor de un día
por la inmensidad tanto como por la circunscripción
que no los voy a defraudar
macho
gaucho
y guacho
que no los voy a fotografiar con zoom en la estaqueada
en esta superproducción reproductiva.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
Nos estamos cayendo en el dos mil
y el pescado sin vender
gaucho entre los gauchos
y atraviesa el malón la polvareda
el buenón en cambio juega solo a la taba
crisis de identidad la del buenón
que poco capea sus contradicciones
del todo contraindicado el buenón
aires de pampa mía cavándole el hoyo
pa´quel hueserío haga hito
como la traición entre las traiciones
y el esmero del inveterado malón
al pervertir a las infamélicas y consaguíneas
hembritas insosteniblemente vaporosas
y a las regionales y desencantadas esposas de los intendentes
meta rasgueos de guitarras
Y aunque el mate esté frío, doña Dominga
doña Venancia, doña Azucena, doña Hilariona
no dejo de payar en estas circunstancias
confusas para este acreditado paisajista
de acendrado calar nacional
y popular
Síganme
pobretes y ricachos a las puertas del amor de un día
por la inmensidad tanto como por la circunscripción
que no los voy a defraudar
macho
gaucho
y guacho
que no los voy a fotografiar con zoom en la estaqueada
en esta superproducción reproductiva.
Del libro Desecho e izquierdo de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-
POEMAS
Rostro de carnaval (I)
Detrás de la pantalla está el latido.
Ensayará a ocultar su silueta,
rostro de carnaval tras la careta,
mas su pulso no queda inadvertido.
Escúdese en la sombra, en el vestido,
o en el silencio, sonará a trompeta
cada palpitación, bardo o profeta
que no sabe quedar enmudecido.
Podrá alzarse un blindaje, una fachada,
mas tras cada defensa enmascarada,
siempre habrá un corazón delatador.
Esta mujer que hoy vino haciendo alarde
de indiferencia, de que ya es tan tarde,
exuda por sus poros el amor.
Rostro de carnaval (II)
Y sin embargo no me dijo nada
que no hubiera otras veces reiterado,
como si al insistir en lo alegado
quedara su opinión evidenciada.
Al escucharla, fijo en su mirada,
comprendía ambas partes. Por un lado,
el sonoro discurso, disfrazado,
y por el otro la verdad callada.
Esta mujer, clamor en el desierto,
me deja ver su corazón abierto
tras el claro cristal de sus retinas.
La contemplo en silencio, y al momento
se levanta, y en grácil movimiento,
cierra, conspiradora, las cortinas.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO
Los Angeles, 17 de abril de 2011
Detrás de la pantalla está el latido.
Ensayará a ocultar su silueta,
rostro de carnaval tras la careta,
mas su pulso no queda inadvertido.
Escúdese en la sombra, en el vestido,
o en el silencio, sonará a trompeta
cada palpitación, bardo o profeta
que no sabe quedar enmudecido.
Podrá alzarse un blindaje, una fachada,
mas tras cada defensa enmascarada,
siempre habrá un corazón delatador.
Esta mujer que hoy vino haciendo alarde
de indiferencia, de que ya es tan tarde,
exuda por sus poros el amor.
Rostro de carnaval (II)
Y sin embargo no me dijo nada
que no hubiera otras veces reiterado,
como si al insistir en lo alegado
quedara su opinión evidenciada.
Al escucharla, fijo en su mirada,
comprendía ambas partes. Por un lado,
el sonoro discurso, disfrazado,
y por el otro la verdad callada.
Esta mujer, clamor en el desierto,
me deja ver su corazón abierto
tras el claro cristal de sus retinas.
La contemplo en silencio, y al momento
se levanta, y en grácil movimiento,
cierra, conspiradora, las cortinas.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO
Los Angeles, 17 de abril de 2011