Presente en la distancia
Cómo de tu interior se disemina
la más pura libido; cómo fluye
desde la mente al sexo, y distribuye
sobre la piel oleada clandestina.
Sólo yo lo percibo en tu retina,
que de la mía ni se aparta ni huye;
y en tu mano, que firme reconstruye
tensos perfiles que el deseo empina.
Qué intimidad soñada y no tenida,
qué actividad sensual, reverdecida
tras larga etapa en pertinaz sequía.
Y cómo llegas, sin llegar, remota,
por beber de la fuente que en mí brota,
como yo de la tuya bebería.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
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