lunes, 31 de octubre de 2011
PRESENTACIÓN
El martes 8 de noviembre, la indocente Blanca Flores, a las 20 horas presentará su libro Vaivén en El Centro Cultural Municipal Reina Sofía, en Cádiz.
RECITAL
La compañera indocente Mª Carmen Raigón y los colaboradores de Azahar, Juan Manuel Alcedo, Tomás Mielke y Enrique Rojas participaron en el recital Por amor al arte, celebrado en Villamartín. En el siguiente enlace podréis ver el recital.
http://erdesvan.wordpress.com/2011/10/23/la-cultura-en-villamartin-reaparece-por-amor-al-arte/
http://erdesvan.wordpress.com/2011/10/23/la-cultura-en-villamartin-reaparece-por-amor-al-arte/
POEMA
EN BADAJOZ
Tras el cristal el Guadiana
recibe la lluvia de la mañana.
El puente viejo, de vieja piedra,
no se ve en la aguas,
no se ve, porque el espejo claro,
su claro espejo, se ha mojado.
Y el puente nuevo, brillante y fino,
no brilla al sol y se siente perdido.
En el parque, de altas palmeras,
que el viento mece y el agua vivifica,
columpios y toboganes se aburren
en la soledad silenciosa.
Llueve sobre una tierra reseca
donde, como en todas partes,
la miseria gritos arranca
al aire triste de la madrugada.
Y sin embargo, hoy sí, hoy,
llueve sobre Badajoz
y yo tras el cristal,
absorto, me hago gota
y desaparezco en el Guadiana,
sabiendo que llegaré al mar.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMAS
Desde dentro
Te miro desde dentro; me he instalado
en esa franja azul en donde sueñas
con fieros mares, tardes hogareñas,
galopadas por páramo ondulado.
Extiendo a cada seno abovedado
las palmas de mis manos, tan pequeñas,
y percibo campanas navideñas
en el cimborrio en rigidez alzado.
Cóncavo hoy lo que ayer viera convexo,
veo ascender desde el brocal del sexo
vibrantes ecos de arpas y atabales.
Desde este íntimo punto en que me encuentro,
logro activar seismos, su epicentro
transcendiendo a la piel en espirales.
¿Qué queda?
Puede venir la muerte, ¿qué me queda,
si el tacto de la piel se me ha dormido,
si he recobrado nombre y apellido
que extravié entre sábanas de seda?
¿Qué permanece de la rosaleda
si cada pétalo cayó abatido
por la temprana escarcha, y sacudido
por el viento rodando en la alameda?
¿Qué perdura, si a golpes de martillo
la copa de cristal, el cantarillo,
o el violín se fractura en mil pedazos?
¿Qué queda, en fin, qué queda, al desgajarse
el alma de uno mismo, al desangrarse
la esperanza a mandobles o zarpazos?
Sueña, mas sin dormir
Vienes a mí con ojos forasteros
a la razón, soñando en la quimera
de esa interna, perenne primavera
que ha de estallar en tus invernaderos.
Y florece tal vez por los oteros,
mas no en ti misma; tu alma jardinera
ve flores de papel, y espera, espera
fragancias y colores verdaderos.
Tu primavera llegará algún día,
no perdurable, mas fugaz; se guía,
no por longevidad, por arrebato.
Si ves abrirse las primeras rosas,
no entretengas medidas cautelosas,
córtalas para tu uso de inmediato.
Sólo un punto
¿Vendrás a reclinarte en mi presente,
ciega al pasado, y al futuro ajena,
como quien traza rasgos en la arena,
de su eventual fugacidad consciente?
Todo es tránsito; fluye la corriente
del río hacia la mar, brusca o serena;
el tiempo, inexorable, desalmena
murallas y castillos; de repente,
nada parece significativo,
sino el actual instante, fugitivo,
pero único real que poseemos.
Sobre ese punto lucho, en él descanso,
mi campo de batalla, mi remanso…
Ven, que aun exiguo, lo compartiremos.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
Te miro desde dentro; me he instalado
en esa franja azul en donde sueñas
con fieros mares, tardes hogareñas,
galopadas por páramo ondulado.
Extiendo a cada seno abovedado
las palmas de mis manos, tan pequeñas,
y percibo campanas navideñas
en el cimborrio en rigidez alzado.
Cóncavo hoy lo que ayer viera convexo,
veo ascender desde el brocal del sexo
vibrantes ecos de arpas y atabales.
Desde este íntimo punto en que me encuentro,
logro activar seismos, su epicentro
transcendiendo a la piel en espirales.
¿Qué queda?
Puede venir la muerte, ¿qué me queda,
si el tacto de la piel se me ha dormido,
si he recobrado nombre y apellido
que extravié entre sábanas de seda?
¿Qué permanece de la rosaleda
si cada pétalo cayó abatido
por la temprana escarcha, y sacudido
por el viento rodando en la alameda?
¿Qué perdura, si a golpes de martillo
la copa de cristal, el cantarillo,
o el violín se fractura en mil pedazos?
¿Qué queda, en fin, qué queda, al desgajarse
el alma de uno mismo, al desangrarse
la esperanza a mandobles o zarpazos?
Sueña, mas sin dormir
Vienes a mí con ojos forasteros
a la razón, soñando en la quimera
de esa interna, perenne primavera
que ha de estallar en tus invernaderos.
Y florece tal vez por los oteros,
mas no en ti misma; tu alma jardinera
ve flores de papel, y espera, espera
fragancias y colores verdaderos.
Tu primavera llegará algún día,
no perdurable, mas fugaz; se guía,
no por longevidad, por arrebato.
Si ves abrirse las primeras rosas,
no entretengas medidas cautelosas,
córtalas para tu uso de inmediato.
Sólo un punto
¿Vendrás a reclinarte en mi presente,
ciega al pasado, y al futuro ajena,
como quien traza rasgos en la arena,
de su eventual fugacidad consciente?
Todo es tránsito; fluye la corriente
del río hacia la mar, brusca o serena;
el tiempo, inexorable, desalmena
murallas y castillos; de repente,
nada parece significativo,
sino el actual instante, fugitivo,
pero único real que poseemos.
Sobre ese punto lucho, en él descanso,
mi campo de batalla, mi remanso…
Ven, que aun exiguo, lo compartiremos.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
POEMAS
SIEMPRE FUI MEDIO ZONZO
Zonzo y todo
unas cuantas cosas me salieron bien
y no sólo porque al narcisismo
le declaré la paz (armada)
sino porque
-no sin escucharlas-
asordiné mis guerras.
DADOS
Así como
son infinitos
los olvidados
los dados al recuerdo
y los recordados
son finitos.
EVALÚO
Me ha ido mejor
por fuera
que por dentro
Por fuera logré
meterme adentro
de lo que se trataba
Por dentro no he sido
más que alguien
que ha pasado.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
Zonzo y todo
unas cuantas cosas me salieron bien
y no sólo porque al narcisismo
le declaré la paz (armada)
sino porque
-no sin escucharlas-
asordiné mis guerras.
DADOS
Así como
son infinitos
los olvidados
los dados al recuerdo
y los recordados
son finitos.
EVALÚO
Me ha ido mejor
por fuera
que por dentro
Por fuera logré
meterme adentro
de lo que se trataba
Por dentro no he sido
más que alguien
que ha pasado.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
PENSAMIENTOS
¿Amáis la libertad? Ella vive en el campo.
ANDRÉS BELLO.
No se trata de pintar la vida. Se trata de hacer viva la pintura.
PIERRE BONNARD.
La belleza de las madres sobrepasa infinitamente la gloria de la naturaleza.
CHRISTIAN BOBIN.
ANDRÉS BELLO.
No se trata de pintar la vida. Se trata de hacer viva la pintura.
PIERRE BONNARD.
La belleza de las madres sobrepasa infinitamente la gloria de la naturaleza.
CHRISTIAN BOBIN.
MALARAS REFRANERAS
Es cierto, no hay peor ciego
como el que cierra los ojos
y responde con enojos
ante persuasión o ruego.
Se quema y dice No es fuego.
Si hay frío… ¡Ah, cómo sudo!.
Por eso al refrán acudo,
no hay nada más elocuente
Quien ser carnudo consiente,
para siempre sea carnudo.
El de la piel de carnero,
el de arrullo de paloma,
el que a dos gritos se doma
resignado y lastimero.
Quien pone la espalda al cuero
del más guapo de la grey,
el sumiso ante la ley
hace que el refrán lo aclame,
Hasta la coyunda lame
el que por su gusto es buey.
Desde que la humanidad
fertiliza cada palmo
de la tierra, como un salmo
el refrán se hace verdad.
No peques de liviandad
cuando los peligros rocen
tu piel y que otros se gocen
con dañarte, ponles frenos
y... cuídate de los buenos
que los malos se conocen.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
como el que cierra los ojos
y responde con enojos
ante persuasión o ruego.
Se quema y dice No es fuego.
Si hay frío… ¡Ah, cómo sudo!.
Por eso al refrán acudo,
no hay nada más elocuente
Quien ser carnudo consiente,
para siempre sea carnudo.
El de la piel de carnero,
el de arrullo de paloma,
el que a dos gritos se doma
resignado y lastimero.
Quien pone la espalda al cuero
del más guapo de la grey,
el sumiso ante la ley
hace que el refrán lo aclame,
Hasta la coyunda lame
el que por su gusto es buey.
Desde que la humanidad
fertiliza cada palmo
de la tierra, como un salmo
el refrán se hace verdad.
No peques de liviandad
cuando los peligros rocen
tu piel y que otros se gocen
con dañarte, ponles frenos
y... cuídate de los buenos
que los malos se conocen.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
POEMAS
NOS DECÍAMOS...
Nos decíamos adiós
sin decirnos adiós.
La vida en fin de cuentas
es un constante adiós.
Nos demos o no nos demos cuenta,
seamos o no conscientes,
la desnuda verdad
es que nos despedimos;
que estamos despidiéndonos
instante tras instante
y no hay vuelta al ayer
por más que el hoy se vista de mañana
y el mañana, ya sin ayer ni hoy,
grite y llore, y llore y llore y grite.
Sí, nos decíamos adiós
sin decirnos adiós.
La vida, ay, la vida.
La vida, ¿qué es la vida?
¿Qué es este adiós constante
que nos lleva y nos lleva
a donde al fin nos lleva sin remedio?
Yo apenas creo saber
o, mejor dicho, intuyo
que lo único que cuenta,
si algo cuenta, es el amor, mi Amor.
Déjame pues decirte y decirte
y decirte que te amo y te amo,
contra todos los adioses,
desde este amante adiós
enamorado que son, amada mía,
estos amantes cuerpos
en que nos abrazamos y abrasamos,
ardiendo en vivos sueños
y estremecidas llamas de esperanza.
VEO
Veo rebrillar
en los ojos del gato
la libertad.
EL ZANATE
Negra negrura.
El zanate refulge.
Metal de plumas.
MATANDO
Me estás matando
a golpes
de fiera mala leche.
¿Por qué eres tú así?
¡Por qué, por qué, por qué¡
Dímelo, Vida.
Vida, dímelo.
¿Por qué tú eres así?
Me ves acorralado,
indefenso me ves
y sigues golpeándome.
Soy un pobre vencido
y tú sigues y sigues,
y sigues golpeándome
con fiera mala leche.
¡Oh, Vida, Vida, Vida,
que de nada ni nadie
jamás te compadeces¡
Tu paso es implacable,
y sólo se detiene,
si es que se detiene
-prestidigitadora
indescifrable-,
cuando nos encandilas
con las ciegas
linternas de la muerte.
JUAN CERVERA SANCHIS-México-
Nos decíamos adiós
sin decirnos adiós.
La vida en fin de cuentas
es un constante adiós.
Nos demos o no nos demos cuenta,
seamos o no conscientes,
la desnuda verdad
es que nos despedimos;
que estamos despidiéndonos
instante tras instante
y no hay vuelta al ayer
por más que el hoy se vista de mañana
y el mañana, ya sin ayer ni hoy,
grite y llore, y llore y llore y grite.
Sí, nos decíamos adiós
sin decirnos adiós.
La vida, ay, la vida.
La vida, ¿qué es la vida?
¿Qué es este adiós constante
que nos lleva y nos lleva
a donde al fin nos lleva sin remedio?
Yo apenas creo saber
o, mejor dicho, intuyo
que lo único que cuenta,
si algo cuenta, es el amor, mi Amor.
Déjame pues decirte y decirte
y decirte que te amo y te amo,
contra todos los adioses,
desde este amante adiós
enamorado que son, amada mía,
estos amantes cuerpos
en que nos abrazamos y abrasamos,
ardiendo en vivos sueños
y estremecidas llamas de esperanza.
VEO
Veo rebrillar
en los ojos del gato
la libertad.
EL ZANATE
Negra negrura.
El zanate refulge.
Metal de plumas.
MATANDO
Me estás matando
a golpes
de fiera mala leche.
¿Por qué eres tú así?
¡Por qué, por qué, por qué¡
Dímelo, Vida.
Vida, dímelo.
¿Por qué tú eres así?
Me ves acorralado,
indefenso me ves
y sigues golpeándome.
Soy un pobre vencido
y tú sigues y sigues,
y sigues golpeándome
con fiera mala leche.
¡Oh, Vida, Vida, Vida,
que de nada ni nadie
jamás te compadeces¡
Tu paso es implacable,
y sólo se detiene,
si es que se detiene
-prestidigitadora
indescifrable-,
cuando nos encandilas
con las ciegas
linternas de la muerte.
JUAN CERVERA SANCHIS-México-
domingo, 30 de octubre de 2011
PRESENTACIÓN LIBRO
Paco Rodríguez y Carmen Espinar, compañeros indocente, presentaron, en Estepona, su libro "Poemario II. Versos del nuevo día". Podéis verlo en este enlace. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=qX1Zm2O6qC8
POEMA
A JIMENA
Bajo un sol de rigor,
húmedo el cuerpo y la ropa,
húmeda la ropa y el cuerpo,
cuesta a cuesta,
alcancé las altas almenas,
toqué con las manos el cielo,
soñé con batallas sin fin.
A mis pies cansados,
Jimena,
me da la espalda,
y se va con el río
buscando el ferrocarril.
No me dejes,
no me dejes aquí arriba,
Jimena,
quédate,
quédate conmigo,
olvídate de otras tierras,
olvídate,
y bésame las sudadas mejillas.
Sube,
Jimena,
sube,
a jugar conmigo
entre las viejas piedras
o acompáñame a rezar
una sencilla oración a tus fantasmas.
JOSÉ LUIS RUBIO
PENSAMIENTOS
Tengo un amigo que dice que existen dos tipos de personas: aquéllos a las que le pasan cosas, y aquéllas que hacen que pasen cosas.
MARGIE IGOA.
El secreto de la vida consiste en aceptarla simplemente, tal cual es.
JUAN DE LA CRUZ.
El nacionalismo es la chifladura de exaltados, echados a perder por indigestión de mala historia.
MIGUEL DE UNAMUNO.
MARGIE IGOA.
El secreto de la vida consiste en aceptarla simplemente, tal cual es.
JUAN DE LA CRUZ.
El nacionalismo es la chifladura de exaltados, echados a perder por indigestión de mala historia.
MIGUEL DE UNAMUNO.
POEMAS
AMIGOS
A unos amigos que tengo
por los poros les brota la felicidad
las ansias de vivir
el entusiasmo
A otros amigos
un puñado de palomas les brota por los poros
también la esquizofrenia
la burla
la insatisfacción.
INTERIORISMO
En una de mis vidas
me consagré
al interiorismo
Sólo yo sé cuánto sufrí
abandonándome
a aquello.
EN PLENITUD
Que no le falte ensañamiento
a tu desestima por aquello
que no entiendas
Responde en plenitud
al espectro de tu mediocridad
a la acometida de esa certeza.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
A unos amigos que tengo
por los poros les brota la felicidad
las ansias de vivir
el entusiasmo
A otros amigos
un puñado de palomas les brota por los poros
también la esquizofrenia
la burla
la insatisfacción.
INTERIORISMO
En una de mis vidas
me consagré
al interiorismo
Sólo yo sé cuánto sufrí
abandonándome
a aquello.
EN PLENITUD
Que no le falte ensañamiento
a tu desestima por aquello
que no entiendas
Responde en plenitud
al espectro de tu mediocridad
a la acometida de esa certeza.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
MALARAS REFRANERAS
Desde que el Comendador
Hernán Núñez, en Sevilla,
abona la maravilla
del Refranero en su albor…
Desde que su seguidor
Juan de Mal Lara consiente
en darle cobija y fuente
en su influjo popular,
un sello lo hará reinar:
Refrán viejo nunca miente.
Es curioso que el diamante
antes que luz es carbón
y la más bella oración
viene de una voz distante.
A veces el ignorante,
el necio, el tonto, el gañán,
un buen consejo nos dan
y su sentencia es un gancho,
pues al refrán llaman Sancho
y es Sancho el mejor refrán.
Juergas y tragos, ojera,
cerveza y vino en tonel,
los codos sobre el mantel
y el sopor de una quimera.
La canción más lastimera
riega con llanto una flor,
pleno goce del dolor
al canto del lagrimal.
No hay quien guste más su mal
como el enfermo de amor
LORENZO SUÁREZ CRESPO
Hernán Núñez, en Sevilla,
abona la maravilla
del Refranero en su albor…
Desde que su seguidor
Juan de Mal Lara consiente
en darle cobija y fuente
en su influjo popular,
un sello lo hará reinar:
Refrán viejo nunca miente.
Es curioso que el diamante
antes que luz es carbón
y la más bella oración
viene de una voz distante.
A veces el ignorante,
el necio, el tonto, el gañán,
un buen consejo nos dan
y su sentencia es un gancho,
pues al refrán llaman Sancho
y es Sancho el mejor refrán.
Juergas y tragos, ojera,
cerveza y vino en tonel,
los codos sobre el mantel
y el sopor de una quimera.
La canción más lastimera
riega con llanto una flor,
pleno goce del dolor
al canto del lagrimal.
No hay quien guste más su mal
como el enfermo de amor
LORENZO SUÁREZ CRESPO
POEMAS
EL ORO
El oro
continúa
siendo oro.
Todo puede
cambiar,
pero el oro
es el oro.
No hay
con el oro
engaño.
Claro está,
claro, claro,
¡transparente!,
que venga
quien viniere
y digan
lo que digan,
el oro
seguirá
siendo oro.
A NADIE
Lo que no digo a nadie,
lo que siempre me callo,
es lo que soy.
Nunca fui mis zapatos.
Nunca fui mis corbatas.
Nunca fui mi reloj.
Nunca fui mi cartera.
Nunca fui mi sombrero.
Fui lo que fui.
Nadie es el otro nunca
por más que se disfrace.
Yo soy quien yo soy
y tú eres quien eres
y, ante la realidad
desnuda de la vida,
no habido nunca
y nunca, nunca habrá
manera de engañar
ni de engañarse.
SABE
Sabe la espina
que, sin ella, la rosa
no existiría.
Sabe la vida
que la muerte, sin ella,
no existiría.
Y la alegría
sabe que sin la pena
no existiría.
Y sabe el día
que la noche, sin él,
no existiría
Sospecho yo
que tal vez yo sea sólo
una ilusión.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
El oro
continúa
siendo oro.
Todo puede
cambiar,
pero el oro
es el oro.
No hay
con el oro
engaño.
Claro está,
claro, claro,
¡transparente!,
que venga
quien viniere
y digan
lo que digan,
el oro
seguirá
siendo oro.
A NADIE
Lo que no digo a nadie,
lo que siempre me callo,
es lo que soy.
Nunca fui mis zapatos.
Nunca fui mis corbatas.
Nunca fui mi reloj.
Nunca fui mi cartera.
Nunca fui mi sombrero.
Fui lo que fui.
Nadie es el otro nunca
por más que se disfrace.
Yo soy quien yo soy
y tú eres quien eres
y, ante la realidad
desnuda de la vida,
no habido nunca
y nunca, nunca habrá
manera de engañar
ni de engañarse.
SABE
Sabe la espina
que, sin ella, la rosa
no existiría.
Sabe la vida
que la muerte, sin ella,
no existiría.
Y la alegría
sabe que sin la pena
no existiría.
Y sabe el día
que la noche, sin él,
no existiría
Sospecho yo
que tal vez yo sea sólo
una ilusión.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
BREVERÍAS
2201
A ti he venido en ansiedad de abismo,
como quien nada tiene y quiere todo,
consciente de que un día partirás.
Mezclando estoy euforia y pesimismo,
y a ambos inevitablemente me acomodo.
Cuando te pierda, miraré hacia atrás.
2202
Si debes alejarte,
deja conmigo la gentil silueta
de tu sombra, tan fiel y tan discreta
en tantas horas en que pude amarte.
Siempre adosada a ti, siempre a mi lado,
duplicando tus propios movimientos.
Tal vez responda a mis requerimientos
con la complicidad que has olvidado.
2203
Miro hacia dentro a veces,
y mi propia visión me contraría;
paisaje de arideces
que ayer en sinfonía
de rojos, verdes, grises prorrumpía.
Conozco los factores
de tan infortunado deterioro.
Tal vez estos dolores
de hierro se hagan de oro
regresando el amor que tanto añoro.
2204
Cada noche apareces
al fondo de mi espejo, y al mirarte,
en total desnudez, me perteneces
como si no estuviéramos aparte.
Temo apagar la luz; tan frágil eres
que tu imagen se desvanecería,
aunque en mis añoranzas nunca mueres,
y de hacerlo, te resucitaría.
Me acuesto al fin, cubriéndome en el lecho
tu leve sombra de los pies al pecho.
2205
Es la vida entramado de callejas,
de extrañas, múltiples intersecciones
de incógnitos origen y destino.
En cada cruce un aluvión de abejas,
nos ofrecen hirientes aguijones,
o dulce miel, en fallo repentino.
Y a ojos cerrados lo determinamos.
Por eso tantos nos equivocamos.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Ángeles-
sábado, 29 de octubre de 2011
POEMA
A CASTELLAR
Quiero quererte y no me dejas,
quiero acariciarte y escondes el cuerpo,
quiero que me dejes quererte
y apenas si me dejas verte de lejos.
Todos te repudiaron un día,
todos se fueron corriendo,
todos pensaron que acabarías
precipitándote al vacío.
Te olvidaste de falsos amores,
te entregaste a nuevos amantes,
te vestiste con renovados ropajes
para encantar a cuantos te mirasen.
Ya no estás sola, Castellar,
ya caminan tus calles,
ya viven en tus hogares
gentes venidas de distantes lugares.
No es fácil llegar a ti
pero cuando a ti se llega
el corazón se acelera
y sin aliento se queda.
No es fácil olvidarse de ti
pero cuantos de ti se olvidan
es porque no te vieron
con los ojos del sentimiento.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMAS
EN EL ECLIPSE
El que ve
a los que hacen
y los que hacen
se abandonan
en el eclipse.
TRAMOS
¿En cuántos has cursado tu vida?
¿Qué renovabas en cada uno?
¿Por qué cosa fuiste acompañado en todos?
¿Qué
no te acompañó
en ninguno?
NO SON HÁMSTERS
No son hámsters
en las calles
sino hojas
de los árboles
en la noche
sopladas
y no
por el viento.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
El que ve
a los que hacen
y los que hacen
se abandonan
en el eclipse.
TRAMOS
¿En cuántos has cursado tu vida?
¿Qué renovabas en cada uno?
¿Por qué cosa fuiste acompañado en todos?
¿Qué
no te acompañó
en ninguno?
NO SON HÁMSTERS
No son hámsters
en las calles
sino hojas
de los árboles
en la noche
sopladas
y no
por el viento.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
PENSAMIENTOS
Una de las grandes sabidurías de la vida es aprender a discernir lo esencial de lo secundario.
CATHERINE RAMBERT.
Vayas por donde vayas vamos por el mismo camino perseguimos el mismo arco iris.
CANCIÓN MOONRIVER.
Del mismo modo que tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin producirla.
GEORGE BERNARD SHAW.
CATHERINE RAMBERT.
Vayas por donde vayas vamos por el mismo camino perseguimos el mismo arco iris.
CANCIÓN MOONRIVER.
Del mismo modo que tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin producirla.
GEORGE BERNARD SHAW.
MALARAS REFRANERAS
Con aparente simpleza
simular poder y fama
es colocar en la cama
un cadáver que no reza.
Confiar en la fortaleza
de delicados corpiños
y que con falsos aliños
alguien resucitaría,
eso es poner barbería
en la calle de lampiños
¿Con qué ha contado la rana
soñando largo cabello
y quién engaña al camello
con agua de palangana?
Todo el que al odio se afana
sin conciencia ni medida
pecará en doble partida
y sabrá por torpe y loro
lo que es provocar al toro
y no aguantar la embestida.
Que los malos duermen bien
en un adagio muy viejo,
el evidente reflejo
de que no existe el Edén.
Junto a lo noble también
erupciona la falacia
y desde América al Asia
ya sin solución alguna,
hay pícaros con fortuna
y hombres de bien en desgracia.
LORENZO SUÁREZ CASTRO
simular poder y fama
es colocar en la cama
un cadáver que no reza.
Confiar en la fortaleza
de delicados corpiños
y que con falsos aliños
alguien resucitaría,
eso es poner barbería
en la calle de lampiños
¿Con qué ha contado la rana
soñando largo cabello
y quién engaña al camello
con agua de palangana?
Todo el que al odio se afana
sin conciencia ni medida
pecará en doble partida
y sabrá por torpe y loro
lo que es provocar al toro
y no aguantar la embestida.
Que los malos duermen bien
en un adagio muy viejo,
el evidente reflejo
de que no existe el Edén.
Junto a lo noble también
erupciona la falacia
y desde América al Asia
ya sin solución alguna,
hay pícaros con fortuna
y hombres de bien en desgracia.
LORENZO SUÁREZ CASTRO
POEMAS
SIN SABER
Cada día
es un siglo,
cada siglo
apenas
si es un día.
Vivo
mis largos
días.
Muero
mis breves
siglos
y sigo
sin saber
cuanto
hay que saber
de este extraño
suspiro
que es la vida.
VUELAN
Para Axaí
Vuelan unidos
tus sueños y mis sueños
rumbo al empíreo.
JUAN CERVERA SANCHIS-México-
Cada día
es un siglo,
cada siglo
apenas
si es un día.
Vivo
mis largos
días.
Muero
mis breves
siglos
y sigo
sin saber
cuanto
hay que saber
de este extraño
suspiro
que es la vida.
VUELAN
Para Axaí
Vuelan unidos
tus sueños y mis sueños
rumbo al empíreo.
JUAN CERVERA SANCHIS-México-
POEMA
No dormiré
No dormiré contigo, amada mía,
el sueño es bruma que de ti me ausenta,
se interpone, te excluye y representa,
en religión de amor, apostasía.
El dormido ensordece, se desvía
de los designios que despierto intenta,
abortado esplendor de Cenicienta
que se recoge al expirar el día.
Mas yaceré a tu lado, ambos vestidos
no más que de la piel de los sentidos,
negándose a dormir en esta hora.
No dejaré que el tiempo me devore
un sólo instante tuyo, y aminore
esta sensualidad conspiradora.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
No dormiré contigo, amada mía,
el sueño es bruma que de ti me ausenta,
se interpone, te excluye y representa,
en religión de amor, apostasía.
El dormido ensordece, se desvía
de los designios que despierto intenta,
abortado esplendor de Cenicienta
que se recoge al expirar el día.
Mas yaceré a tu lado, ambos vestidos
no más que de la piel de los sentidos,
negándose a dormir en esta hora.
No dejaré que el tiempo me devore
un sólo instante tuyo, y aminore
esta sensualidad conspiradora.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
viernes, 28 de octubre de 2011
POEMA
EL GASTOR
Bajo le Algarín impasible,
blanco,
huyendo del frío viento,
esperando,
que pase el tiempo ligero,
esperando,
que una nueva primavera
haga vibrar todo su cuerpo,
desde los cimientos a los tejados,
y a golpes de azada,
de martillo o de turismo,
renacer de nuevo más blanco y reluciente,
duerme El Gastor pueblo pequeño,
sencillo y florido.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
RESPUESTA A QUÉ SIGNIFICA SER POBRE “UTOPÍA”, A VUELAPLUMA ES MUY BONITO PERO...
I
Es bonita y verdadera
la conclusión del pequeño,
pero, ¿quien renuncia al sueño
del tener buena cartera?
¿Quién día a día no espera
tener cuanto más mejor
y se olvida del dolor
y el hambre del semejante,
que aunque lo tenga delante
para el otro lado mira,
pues en su interior aspira
a hacerse rico al instante?
II
La formula está inventada
con respecto a la igualdad,
pero es bien cierto y verdad
que no está desarrollada.
Si lo estuviera, de entrada
ya no habría diferencias
en el mundo; y las conciencias
no estarían corrompidas,
contarían muchas vidas
que por interés no cuentan,
puesto que a éstas las revientan
vándalos y fratricidas,
III
que ni a los suyos respetan
por el ansia de tener
dinero; y con el poder,
con el que van y engrilletan
a la gente y la acachetan,
para quitarla del medio,
esa es su forma o remedio
y tan tranquilos se quedan,
todo cuanto pueden vedan
y ser más y más pretenden,
otras manera no entienden,
sueñan con predar y predan.
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO -Ciudad Real-
I
Es bonita y verdadera
la conclusión del pequeño,
pero, ¿quien renuncia al sueño
del tener buena cartera?
¿Quién día a día no espera
tener cuanto más mejor
y se olvida del dolor
y el hambre del semejante,
que aunque lo tenga delante
para el otro lado mira,
pues en su interior aspira
a hacerse rico al instante?
II
La formula está inventada
con respecto a la igualdad,
pero es bien cierto y verdad
que no está desarrollada.
Si lo estuviera, de entrada
ya no habría diferencias
en el mundo; y las conciencias
no estarían corrompidas,
contarían muchas vidas
que por interés no cuentan,
puesto que a éstas las revientan
vándalos y fratricidas,
III
que ni a los suyos respetan
por el ansia de tener
dinero; y con el poder,
con el que van y engrilletan
a la gente y la acachetan,
para quitarla del medio,
esa es su forma o remedio
y tan tranquilos se quedan,
todo cuanto pueden vedan
y ser más y más pretenden,
otras manera no entienden,
sueñan con predar y predan.
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO -Ciudad Real-
POEMAS
CÁNIDO
Los perros
Los planos
se los comieron
los perros
Planos
a los perros.
LO NO TODO
Que no lo diga todo
que se cuide
que todo lo que diga
sea lo no todo
que podría decir
y sea lo no todo
que podría
diciéndolo
no decir.
MÍRENLO
Mírenlo en la pantalla:
una línea
horizontal
Óiganlo:
un pitido
Se
nos
fue.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
Los perros
Los planos
se los comieron
los perros
Planos
a los perros.
LO NO TODO
Que no lo diga todo
que se cuide
que todo lo que diga
sea lo no todo
que podría decir
y sea lo no todo
que podría
diciéndolo
no decir.
MÍRENLO
Mírenlo en la pantalla:
una línea
horizontal
Óiganlo:
un pitido
Se
nos
fue.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
PENSAMIENTOS
Sin la amistad, el mundo es un desierto.
La lectura hace al hombre completo, la conversación, ágil, y el escribir, preciso.
FRANCIS BACON.
Cuando iba de aquí para allá, sin llegar a ningún sitio, estaba cansado de ti; pero ahora que me llevas a todas partes me siento tu enamorado.
TAGORE.
Un río puede alcanzar su meta porque ha aprendido a sortear los obstáculos.
PROVERBIO.
Común error es pensar que sólo por sumar años han de entender los mortales cosas que no les pasaron.
TERESA DE JESÚS.
La lectura hace al hombre completo, la conversación, ágil, y el escribir, preciso.
FRANCIS BACON.
Cuando iba de aquí para allá, sin llegar a ningún sitio, estaba cansado de ti; pero ahora que me llevas a todas partes me siento tu enamorado.
TAGORE.
Un río puede alcanzar su meta porque ha aprendido a sortear los obstáculos.
PROVERBIO.
Común error es pensar que sólo por sumar años han de entender los mortales cosas que no les pasaron.
TERESA DE JESÚS.
POEMAS
UN PÉTALO
Que era únicamente
un diminuto pétalo;
que no era más que un pétalo,
un pétalo perdido,
entre el ir y venir,
a caprichos del viento.
Que era sólo un pétalo,
un pétalo de nardo
con vocación de cielo.
HAIKU
En el tejado
conversan con la lluvia
los jaramagos.
SED
Aquella tarde roja,
de aquel rojo verano
allá en la Andalucía
de mi infancia,
yo me moría de sed.
Un gajo de naranja,
por la gracia de Dios
y el naranjal,
dulcificó mi lengua
y transformó en azúcar
celestísima
el rojo del verano
y aquella roja tarde
que nunca olvidaré.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Que era únicamente
un diminuto pétalo;
que no era más que un pétalo,
un pétalo perdido,
entre el ir y venir,
a caprichos del viento.
Que era sólo un pétalo,
un pétalo de nardo
con vocación de cielo.
HAIKU
En el tejado
conversan con la lluvia
los jaramagos.
SED
Aquella tarde roja,
de aquel rojo verano
allá en la Andalucía
de mi infancia,
yo me moría de sed.
Un gajo de naranja,
por la gracia de Dios
y el naranjal,
dulcificó mi lengua
y transformó en azúcar
celestísima
el rojo del verano
y aquella roja tarde
que nunca olvidaré.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
MALARAS REFRANERAS
Alardea de estadista,
eso dice y se proclama,
sueña el Olimpo, la llama,
se precia de recordista.
Él no sabe que en la lista
se han invertido los roles:
son piedras los caracoles
y no es santa la ramera...
que a la mejor cocinera
se le queman los frijoles.
Brillante es la parrafada
que nos vierte un orador
cuando lo aguarda el olor
que efluvia una parrillada.
Su voz potente, artillada,
aunque en el éter se pierde
y ya nadie la recuerde
siempre el refrán nos evoca:
perro con hueso en la boca,
...ese ni ladra ni muerde
La intuición vale con creces
como antídoto a la queja,
en cada acción aconseja
que se medite dos veces.
Aunque la audacia en sus preces
anima por puro fuero,
doma bien a tu velero
y que el refrán te complazca:
el que no quiere borrasca
no se meta a marinero.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
eso dice y se proclama,
sueña el Olimpo, la llama,
se precia de recordista.
Él no sabe que en la lista
se han invertido los roles:
son piedras los caracoles
y no es santa la ramera...
que a la mejor cocinera
se le queman los frijoles.
Brillante es la parrafada
que nos vierte un orador
cuando lo aguarda el olor
que efluvia una parrillada.
Su voz potente, artillada,
aunque en el éter se pierde
y ya nadie la recuerde
siempre el refrán nos evoca:
perro con hueso en la boca,
...ese ni ladra ni muerde
La intuición vale con creces
como antídoto a la queja,
en cada acción aconseja
que se medite dos veces.
Aunque la audacia en sus preces
anima por puro fuero,
doma bien a tu velero
y que el refrán te complazca:
el que no quiere borrasca
no se meta a marinero.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
POEMAS
Por el puerto
De noche eres más bella, por el puerto,
tu reflejo en el agua aletargada,
con estrellas al fondo, camarada
de cielo, mar y tierra al descubierto.
Las farolas ensayan su concierto
de amarillentas luces en la rada,
y te escoltan, hundidas a plomada,
a ambos lados de ti. Dormido o muerto,
el poblado está inmóvil, la avenida,
sombra y silencio en piedra, concurrida
sólo de robles, sauces, terebintos.
No hay otro ser humano en el paisaje.
Pero hablas con las cosas el lenguaje
de balandros, alondras y jacintos.
Partir y retornar
La nostalgia nos canta del regreso
con la voz elegíaca del ave
que va de puerto en puerto, mas su nave
de seda y oro es mítico suceso.
Partir y retornar en un proceso
que rara vez culmina, por muy suave
que el portazo haya sido, y que la llave
no fuera reintegrada. Es como el beso
lanzado hacia el balcón; no tiene vuelta.
Alianza vital que, si disuelta,
no se recompondrá. Fin de sendero.
Ánfora que se quiebra no recobra
la suntuosidad, y está de sobra
destructor en disfraz de curandero.
Un adorno
En las almohadas duerme la memoria
tal vez desvanecida de la mente;
sólo a un paso de ti, que ahora yacente,
juegas a otra batalla sin victoria.
Cada etapa en tu vida es transitoria,
gaviota en vuelo, prófugo torrente,
rosa abriéndose casi de repente,
todo sin pena, mas también sin gloria.
Vendrá la noche de orfandad, sin ruido,
y afable voz penetrará tu oído,
sin detectar persona en el entorno.
Te será familiar. ¿Una de tantas?
No recuerdas su nombre. Te levantas.
Tal vez, más que una vida, fue un adorno.
Sin luto
Detrás de mí, y en derredor, sorprendo,
pies descalzos, tu sombra. No hace ruido.
Tampoco me habla. Observo su vestido
de negra noche. ¿Me estaré muriendo?
El luto no se lleva en el atuendo,
sino bajo la piel, tan sumergido
que nadie advierta pena ni gemido.
¿Quién pone a su dolor cartel o estruendo?
Años atrás te dije: No ensombrezcas
la fecha en que me ausente, ni aparezcas
sino ataviada en tus mejores galas.
Piensa que huyo la jaula que ahora habito;
todo cuanto te amé, te queda escrito;
será el momento de extender mis alas.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
De noche eres más bella, por el puerto,
tu reflejo en el agua aletargada,
con estrellas al fondo, camarada
de cielo, mar y tierra al descubierto.
Las farolas ensayan su concierto
de amarillentas luces en la rada,
y te escoltan, hundidas a plomada,
a ambos lados de ti. Dormido o muerto,
el poblado está inmóvil, la avenida,
sombra y silencio en piedra, concurrida
sólo de robles, sauces, terebintos.
No hay otro ser humano en el paisaje.
Pero hablas con las cosas el lenguaje
de balandros, alondras y jacintos.
Partir y retornar
La nostalgia nos canta del regreso
con la voz elegíaca del ave
que va de puerto en puerto, mas su nave
de seda y oro es mítico suceso.
Partir y retornar en un proceso
que rara vez culmina, por muy suave
que el portazo haya sido, y que la llave
no fuera reintegrada. Es como el beso
lanzado hacia el balcón; no tiene vuelta.
Alianza vital que, si disuelta,
no se recompondrá. Fin de sendero.
Ánfora que se quiebra no recobra
la suntuosidad, y está de sobra
destructor en disfraz de curandero.
Un adorno
En las almohadas duerme la memoria
tal vez desvanecida de la mente;
sólo a un paso de ti, que ahora yacente,
juegas a otra batalla sin victoria.
Cada etapa en tu vida es transitoria,
gaviota en vuelo, prófugo torrente,
rosa abriéndose casi de repente,
todo sin pena, mas también sin gloria.
Vendrá la noche de orfandad, sin ruido,
y afable voz penetrará tu oído,
sin detectar persona en el entorno.
Te será familiar. ¿Una de tantas?
No recuerdas su nombre. Te levantas.
Tal vez, más que una vida, fue un adorno.
Sin luto
Detrás de mí, y en derredor, sorprendo,
pies descalzos, tu sombra. No hace ruido.
Tampoco me habla. Observo su vestido
de negra noche. ¿Me estaré muriendo?
El luto no se lleva en el atuendo,
sino bajo la piel, tan sumergido
que nadie advierta pena ni gemido.
¿Quién pone a su dolor cartel o estruendo?
Años atrás te dije: No ensombrezcas
la fecha en que me ausente, ni aparezcas
sino ataviada en tus mejores galas.
Piensa que huyo la jaula que ahora habito;
todo cuanto te amé, te queda escrito;
será el momento de extender mis alas.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
jueves, 27 de octubre de 2011
POEMA
ZAHARA DE LA SIERRA
Zahara, mora y cristiana,
que espera y sueña.
Zahara, deformado nombre de doncella,
que endulza y alegra la mirada.
Zahara, flor de una huerta,
que el Bocaleones riega.
Zahara, manantial de aguas
que peña abajo se desgrana.
Zahara, sola y perdida,
que aguarda al caminante inquieto.
Zahara, señorial y sencilla,
que todo lo ve de lejos.
Zahara, empinada y blanca,
que hechiza a quien a sus almenas sube.
Zahara, tranquila y callada,
que juega con el viento y las nubes.
Zahara, tierra de hombre,
que al sol mueren lentamente.
Zahara, tierra de jóvenes,
que para su pueblo un gran futuro quieren.
JOSÉ LUIS RUBIO
PENSAMIENTOS
¿Y si escucháramos a los demás en vez de acabar las frases en su lugar?
CATHERINE RAMBERT
La recompesa de una buena acción es haberla hecho.
SÉNECA
Mi tejado y mi casa ha ardido; ya nada me oculta la luna que brilla.
HAIKU JAPONÉS
¿Qué es preciso tener en la existencia? Fuerza en el alma y paz en la conciencia.
CAMPOAMOR
CATHERINE RAMBERT
La recompesa de una buena acción es haberla hecho.
SÉNECA
Mi tejado y mi casa ha ardido; ya nada me oculta la luna que brilla.
HAIKU JAPONÉS
¿Qué es preciso tener en la existencia? Fuerza en el alma y paz en la conciencia.
CAMPOAMOR
POEMAS
REPERCUSIONES
No tengo tiempo
para esperar
a la remisa
posteridad.
VIDRIOS
Todos los vidrios rotos
todos los vidrios rotos de las ventanas
los vidrios de las ventanas
de todas las ventanas
de todas las ventanas los vidrios
rotos los vidrios de todas las ventanas
Por lo cual el sol en las ventanas
es recibido, si se quiere, roto.
¡AS!
La suprema
eficacia
de sus lavajes
supremos
de cerebro
cada sociedad
admite que es suya
¡As del detergente
y refregado!
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
No tengo tiempo
para esperar
a la remisa
posteridad.
VIDRIOS
Todos los vidrios rotos
todos los vidrios rotos de las ventanas
los vidrios de las ventanas
de todas las ventanas
de todas las ventanas los vidrios
rotos los vidrios de todas las ventanas
Por lo cual el sol en las ventanas
es recibido, si se quiere, roto.
¡AS!
La suprema
eficacia
de sus lavajes
supremos
de cerebro
cada sociedad
admite que es suya
¡As del detergente
y refregado!
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
MALARAS REFRANERAS
¡Cómo corrompe el poder
cuando a la postre se enquista...!
Razón, equilibrio, vista...
se congelan en el ser.
Así es fácil de entender
lo irracional por esencia,
pues de enfermiza apetencia
al no admitir el pecado,
el que no se ha confesado
no sabe de penitencia.
Dicen que el perro huevero
al ser presa de ese olor,
aún disfruta del sabor
debajo de un avispero.
Del vicio hasta el desespero
no hay bejuco que lo trabe,
pues el más necio lo sabe
y en este refrán se infiere:
el que por su gusto muere
hasta la muerte le sabe.
Desde que la humanidad
fertiliza cada palmo
de la tierra, como un salmo
el refrán se hace verdad.
No peques de liviandad
cuando los peligros rocen
tu piel y que otros se gocen
con dañarte, ponles frenos
y... cuídate de los buenos
que los malos se conocen.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
cuando a la postre se enquista...!
Razón, equilibrio, vista...
se congelan en el ser.
Así es fácil de entender
lo irracional por esencia,
pues de enfermiza apetencia
al no admitir el pecado,
el que no se ha confesado
no sabe de penitencia.
Dicen que el perro huevero
al ser presa de ese olor,
aún disfruta del sabor
debajo de un avispero.
Del vicio hasta el desespero
no hay bejuco que lo trabe,
pues el más necio lo sabe
y en este refrán se infiere:
el que por su gusto muere
hasta la muerte le sabe.
Desde que la humanidad
fertiliza cada palmo
de la tierra, como un salmo
el refrán se hace verdad.
No peques de liviandad
cuando los peligros rocen
tu piel y que otros se gocen
con dañarte, ponles frenos
y... cuídate de los buenos
que los malos se conocen.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
POEMAS
RESISTENCIA
Resistir,
resistir
y sólo
resistir
ha sido
y es mi vida.
Nací
en la resistencia.
Vivo
en la resistencia
y resisto
y resisto
los embates
constantes
de la vida
que me niega
y se niega
a dejarme
vivir
como yo desearía
vivir,
¡vivir mi vida!
KAIKU
La leve sombra
de la nube que pasa,
al pasar, llora.
JUAN CERVERA SANCHIS-México-
Resistir,
resistir
y sólo
resistir
ha sido
y es mi vida.
Nací
en la resistencia.
Vivo
en la resistencia
y resisto
y resisto
los embates
constantes
de la vida
que me niega
y se niega
a dejarme
vivir
como yo desearía
vivir,
¡vivir mi vida!
KAIKU
La leve sombra
de la nube que pasa,
al pasar, llora.
JUAN CERVERA SANCHIS-México-
POEMAS
Relojes
Más que la hora nos dicen los relojes,
son crónica, advertencia, novedades;
nos siguen, nos persiguen, nos abruman,
con intenso, monótono mensaje.
Vuelven la vista atrás, aunque su oficio
es marcha pertinaz hacia delante.
Y nos hablan de heridas, de fracasos,
en sordas voces, ciegos ademanes.
Cuanto hemos enterrado, desentierran,
y lo ponen de nuevo a nuestro alcance.
Tan frías las agujas del recuerdo,
y tan crueles al rasgar la carne.
Archivan nuestras vidas en las ruedas
y ejes minúsculos de su engranaje,
bibliotecas vivientes,
cuyo tictac es pulso de su sangre.
Los miramos de paso, sin premura,
para observar la mueca en su semblante,
pero ellos nos contemplan de continuo,
con el ojo de cíclope, tan grande,
desde su espacio en la pared, la cómoda,
la mesita de noche, o el estante.
Observan cada acción que perpetramos,
testigos oculares
de nuestros más extáticos momentos,
de nuestras horas grises, miserables.
Son espejos de vida, nos reflejan,
mas sólo cada cual verá su imagen;
todo cuanto aprendieron de nosotros,
documentado queda: Actividades,
conversaciones, pérdidas, encuentros;
archivan todo cuanto nos atañe,
pero no lo publican,
custodios de secretos, bajo llave,
que no prestan a extraños.
Les hablo en ocasiones, al mirarles,
siempre de paso, y breve, brevemente,
mas nunca les impido contemplarme.
Sé que ahí están, testigos de mi vida,
pero no me perturban, tan afables.
Agosto, septiembre
Septiembre arrastra fechas azarosas
engendradas en noches, piel y mente,
de un agosto sensual, independiente,
con rumbo de zigzag de mariposas.
Agosto es mar de noches borrascosas,
tras días de crepúsculo indolente,
en que uno vuelve a ser adolescente,
esta vez cortejando a otras esposas,
o éstas rompiendo moldes contractuales,
reavivando entre todos los rituales
de la pasión, que el tiempo ha desgastado.
Septiembre no es el vértigo, es sereno,
restaurador del orden, dique y freno,
todo volviendo al ritmo estipulado.
A tu lado una piel
Es ella, la sin alma, la distante,
tendida junto a ti, yerma, vacía,
espuma de ola, si sedosa, fría,
que devalúa el título de amante.
Porque amante es quien ama, quien galante
corteja, y vibra, y sufre cada día
ya en sensibilidad, ya en agonía,
mas no la cortesana cimbreante.
A tu lado una piel, de viento henchida,
se acomoda a tus formas. Tiene vida
mecánica, surgida del instinto.
Su diálogo se nutre de simplezas,
por eso es que la gozas y bostezas,
pensando merecer algo distinto.
Doble amante
Me hablas con resonancia de castillo
desde la altura de tu mente alada,
y al percibir la fiera llamarada
dentro de ti, en tu desnudez me ovillo.
Te hago el amor. Me encierra el doble anillo
de tus brazos y muslos; delicada
y voraz a la vez, dices callada
cuanto quiero escuchar, y eres rodillo
laminando las ansias de mi celo
con tan blanda opresión de terciopelo
que más me atrapa cuanto más audaz.
Doble amante, de espíritu y sentido,
eres casi mi nombre y apellido,
ajena a bagatelas o disfraz.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
Más que la hora nos dicen los relojes,
son crónica, advertencia, novedades;
nos siguen, nos persiguen, nos abruman,
con intenso, monótono mensaje.
Vuelven la vista atrás, aunque su oficio
es marcha pertinaz hacia delante.
Y nos hablan de heridas, de fracasos,
en sordas voces, ciegos ademanes.
Cuanto hemos enterrado, desentierran,
y lo ponen de nuevo a nuestro alcance.
Tan frías las agujas del recuerdo,
y tan crueles al rasgar la carne.
Archivan nuestras vidas en las ruedas
y ejes minúsculos de su engranaje,
bibliotecas vivientes,
cuyo tictac es pulso de su sangre.
Los miramos de paso, sin premura,
para observar la mueca en su semblante,
pero ellos nos contemplan de continuo,
con el ojo de cíclope, tan grande,
desde su espacio en la pared, la cómoda,
la mesita de noche, o el estante.
Observan cada acción que perpetramos,
testigos oculares
de nuestros más extáticos momentos,
de nuestras horas grises, miserables.
Son espejos de vida, nos reflejan,
mas sólo cada cual verá su imagen;
todo cuanto aprendieron de nosotros,
documentado queda: Actividades,
conversaciones, pérdidas, encuentros;
archivan todo cuanto nos atañe,
pero no lo publican,
custodios de secretos, bajo llave,
que no prestan a extraños.
Les hablo en ocasiones, al mirarles,
siempre de paso, y breve, brevemente,
mas nunca les impido contemplarme.
Sé que ahí están, testigos de mi vida,
pero no me perturban, tan afables.
Agosto, septiembre
Septiembre arrastra fechas azarosas
engendradas en noches, piel y mente,
de un agosto sensual, independiente,
con rumbo de zigzag de mariposas.
Agosto es mar de noches borrascosas,
tras días de crepúsculo indolente,
en que uno vuelve a ser adolescente,
esta vez cortejando a otras esposas,
o éstas rompiendo moldes contractuales,
reavivando entre todos los rituales
de la pasión, que el tiempo ha desgastado.
Septiembre no es el vértigo, es sereno,
restaurador del orden, dique y freno,
todo volviendo al ritmo estipulado.
A tu lado una piel
Es ella, la sin alma, la distante,
tendida junto a ti, yerma, vacía,
espuma de ola, si sedosa, fría,
que devalúa el título de amante.
Porque amante es quien ama, quien galante
corteja, y vibra, y sufre cada día
ya en sensibilidad, ya en agonía,
mas no la cortesana cimbreante.
A tu lado una piel, de viento henchida,
se acomoda a tus formas. Tiene vida
mecánica, surgida del instinto.
Su diálogo se nutre de simplezas,
por eso es que la gozas y bostezas,
pensando merecer algo distinto.
Doble amante
Me hablas con resonancia de castillo
desde la altura de tu mente alada,
y al percibir la fiera llamarada
dentro de ti, en tu desnudez me ovillo.
Te hago el amor. Me encierra el doble anillo
de tus brazos y muslos; delicada
y voraz a la vez, dices callada
cuanto quiero escuchar, y eres rodillo
laminando las ansias de mi celo
con tan blanda opresión de terciopelo
que más me atrapa cuanto más audaz.
Doble amante, de espíritu y sentido,
eres casi mi nombre y apellido,
ajena a bagatelas o disfraz.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
POEMA
A LAS PUERTAS DE NOVIEMBRE Y TODO SIGUE IGUAL RESPECTO AL CARRIL-“BICI”
Vuelve otra vez mi verso con su marro
a seguir golpeando en hierro frío,
a ver si con los golpes tintineantes
se remueven los posos del olvido,
porque pasan los días y los meses
y los años también, que ya van cinco
camino de los seis dentro de poco
y aún el carril-“bici” no hemos visto;
y esto ya es de vergüenza descarada
respecto a decisión de los políticos.
¿Cuán tendremos que estar más esperando?,
¿tal vez otros seis años?, ¡Señor mío!,
baja y apóyanos a ver si así
tenemos ocasión, ¡te lo suplico!,
ya que vamos estando más que hartos
porque se le ven tintes de suplicio
a esta desesperante situación
basada en un legal irredentismo
(sinónimo tomado para el caso),
al caer aquí como el dedo al anillo.
“MASACRÍTICA” y toda su familia;
y la “bici”, herramienta de su oficio,
ya no saben que hacer para ablandar
esas mentes cargadas de cinismo,
que siguen en sus trece y no se apean
del burro en que montaron al principio,
sin darse cuenta que hora ya va siendo
de ir poniendo las cosas en su sitio,
porque a la postre todo el bien que se haga
será a todas horas bien venido;
y el carril-“bici” es una cosa buena,
no es una petición hecha por vicio.
Por tanto, Doña Rosa tome parte
de una vez ya por todas, ponga un hito,
de manera que veamos realizada
esta obra que tantos le pedimos
desde hace ya sesenta y siete meses,
tiempo más que de sobra para oírnos.
Esperemos que pronto se decida,
yo aquí en mi humilde verso se lo pido…
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
A “MASACRÍTICA” Y A SUS COMPONENTES POR SU MADERA DE AGUANTE EN ESTA CAUSA.-
Vuelve otra vez mi verso con su marro
a seguir golpeando en hierro frío,
a ver si con los golpes tintineantes
se remueven los posos del olvido,
porque pasan los días y los meses
y los años también, que ya van cinco
camino de los seis dentro de poco
y aún el carril-“bici” no hemos visto;
y esto ya es de vergüenza descarada
respecto a decisión de los políticos.
¿Cuán tendremos que estar más esperando?,
¿tal vez otros seis años?, ¡Señor mío!,
baja y apóyanos a ver si así
tenemos ocasión, ¡te lo suplico!,
ya que vamos estando más que hartos
porque se le ven tintes de suplicio
a esta desesperante situación
basada en un legal irredentismo
(sinónimo tomado para el caso),
al caer aquí como el dedo al anillo.
“MASACRÍTICA” y toda su familia;
y la “bici”, herramienta de su oficio,
ya no saben que hacer para ablandar
esas mentes cargadas de cinismo,
que siguen en sus trece y no se apean
del burro en que montaron al principio,
sin darse cuenta que hora ya va siendo
de ir poniendo las cosas en su sitio,
porque a la postre todo el bien que se haga
será a todas horas bien venido;
y el carril-“bici” es una cosa buena,
no es una petición hecha por vicio.
Por tanto, Doña Rosa tome parte
de una vez ya por todas, ponga un hito,
de manera que veamos realizada
esta obra que tantos le pedimos
desde hace ya sesenta y siete meses,
tiempo más que de sobra para oírnos.
Esperemos que pronto se decida,
yo aquí en mi humilde verso se lo pido…
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
A “MASACRÍTICA” Y A SUS COMPONENTES POR SU MADERA DE AGUANTE EN ESTA CAUSA.-
miércoles, 26 de octubre de 2011
POEMA
PASIÓN DE ABUELO
A ALEJANDRO
I
Miraba a una rana
el niño Alejandro,
allá en un meandro
del río Guadiana.
Junto a una Solana
en una junquera
otra rana espera
tranquila y silente,
mientras la corriente
que serena baja
arrastra una paja,
“sin mas, lentamente”.
II
Un caracolillo
por un junco trepa,
el viento lo increpa,
mientras canta un grillo.
El animalillo
sigue su andadura
y en ella procura
ir paso tas paso
bajo el cielo raso
y el sol persistente,
que avanza silente
rumbo hacia el Ocaso…
PABLO EN EL PARQUE
I
Pablo es un mozuelo
que el parque le encanta;
y a él nada le espanta
rodar por el suelo.
Este picaruelo
que montar le gusta
y que no se asusta
de las atracciones,
mil y una ilusiones
con los juegos tiene,
en ellos va y viene
sin vacilaciones.
II
Sube al tobogán,
después al caballo,
al pato y al gallo
que muy cerca están.
Él tiene su plan,
monta uno por uno,
no deja ninguno
sin haber montado,
cuando ha terminado
de la ronda hacer,
se advierte el placer
de lo que ha jugado…
IRENE EN SU AMBIENTE
I
La pequeña Irene
se sube a la mesa,
muy poco le pesa
el culo que tiene.
Descalza va y viene,
anda de puntillas,
se agarra a las sillas
y de una a otra va;
y así vueltas da
mirando a su madre
y luego a su padre
que está en el sofá.
II
La reina se siente
mientras va jugando
y de cuando en cuando
se frota la frente.
Dentro de su ambiente
se le ve segura,
por nada se apura
si puede lograr
un juego alcanzar
desde donde esté,
lo coge y lo ve
y empieza a jugar…
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
A mis nietos, Alejandro, Pablo e Irene, con el mayor cariño.
A ALEJANDRO
I
Miraba a una rana
el niño Alejandro,
allá en un meandro
del río Guadiana.
Junto a una Solana
en una junquera
otra rana espera
tranquila y silente,
mientras la corriente
que serena baja
arrastra una paja,
“sin mas, lentamente”.
II
Un caracolillo
por un junco trepa,
el viento lo increpa,
mientras canta un grillo.
El animalillo
sigue su andadura
y en ella procura
ir paso tas paso
bajo el cielo raso
y el sol persistente,
que avanza silente
rumbo hacia el Ocaso…
PABLO EN EL PARQUE
I
Pablo es un mozuelo
que el parque le encanta;
y a él nada le espanta
rodar por el suelo.
Este picaruelo
que montar le gusta
y que no se asusta
de las atracciones,
mil y una ilusiones
con los juegos tiene,
en ellos va y viene
sin vacilaciones.
II
Sube al tobogán,
después al caballo,
al pato y al gallo
que muy cerca están.
Él tiene su plan,
monta uno por uno,
no deja ninguno
sin haber montado,
cuando ha terminado
de la ronda hacer,
se advierte el placer
de lo que ha jugado…
IRENE EN SU AMBIENTE
I
La pequeña Irene
se sube a la mesa,
muy poco le pesa
el culo que tiene.
Descalza va y viene,
anda de puntillas,
se agarra a las sillas
y de una a otra va;
y así vueltas da
mirando a su madre
y luego a su padre
que está en el sofá.
II
La reina se siente
mientras va jugando
y de cuando en cuando
se frota la frente.
Dentro de su ambiente
se le ve segura,
por nada se apura
si puede lograr
un juego alcanzar
desde donde esté,
lo coge y lo ve
y empieza a jugar…
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
A mis nietos, Alejandro, Pablo e Irene, con el mayor cariño.
POEMA
HACIA EL BOSQUE
Caminar y sentir caminando
el frescor de un río en la frente.
Caminar y buscar caminando
huellas de un pasado siempre latente.
Ver remolinos de agua fresca.
Ver truchas de ágiles movimientos.
Ver árboles de sombras inmensas.
Ver un pueblo sencillo y quieto.
Oír el lento murmurar del río.
Oír el suave silbar del viento.
Oír el trinar de cien pájaros.
Oír el silencio denso de un pueblo.
Caminar y extasiarse caminando
con un paisaje fantástico.
Caminar y sonreír caminando
camino de El Bosque: un pueblo blanco.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
SEMBRADORES
Suspendidos...
mirando...
observando...
convertidos en partículas
que nos envuelven
estarán
los que cruzaron el umbral.
Mi recuerdo y mi cariño
envolverán su haz de luz
allá donde todavía
no sé llegar.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
Suspendidos...
mirando...
observando...
convertidos en partículas
que nos envuelven
estarán
los que cruzaron el umbral.
Mi recuerdo y mi cariño
envolverán su haz de luz
allá donde todavía
no sé llegar.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
PENSAMIENTOS DE ANTONIO GALA
Entre el recuerdo y la memoria hay mucha diferencia: el primero es la depuración de la segunda.
No consiste la felicidad en que nos amen sino en saber que se nos ama.
El amor no se busca, se encuentra.
No por dolor, no por tristeza, no por la antigua soledad: porque he olvidado ya tus ojos, tengo ganas de llorar.
No consiste la felicidad en que nos amen sino en saber que se nos ama.
El amor no se busca, se encuentra.
No por dolor, no por tristeza, no por la antigua soledad: porque he olvidado ya tus ojos, tengo ganas de llorar.
POEMAS
LAS TRAMPAS SE TIENDEN
Este verano nos tendió su trampa
Cautivos
es como extenuante
la certeza
la continuidad
Nos recordamos deseándonos
sin esperanza.
E INSOMNES
Los ansiosos
del Universo
confluimos
inercialmente
como pandilla
de zaparrastrosos.
EL HOMBRE QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE
Soy todo cicatrices
Lo que de mí volvió
solamente a ustedes
les incumbe.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
Este verano nos tendió su trampa
Cautivos
es como extenuante
la certeza
la continuidad
Nos recordamos deseándonos
sin esperanza.
E INSOMNES
Los ansiosos
del Universo
confluimos
inercialmente
como pandilla
de zaparrastrosos.
EL HOMBRE QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE
Soy todo cicatrices
Lo que de mí volvió
solamente a ustedes
les incumbe.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
MALARAS
De todo puede aprenderse,
siempre hay que ser reflexivo.
Bueno, regular, nocivo,
lo que se endereza o tuerce...
Justa crítica ha de hacerse
amén de cálculo al precio
y para hacer menos recio,
aunque nos huela a resabio,
consejo pídele al sabio,
no se lo pidas al necio.
Aguza el sexto sentido,
piensa bien cada respuesta,
el que confiado se acuesta
amanece sorprendido.
Si te sientes aludido
y vacilas, claro está,
la lógica lo dirá
que obrar con tanto retraso
es tirar el machetazo
después que pasó el majá.
Abulia, desdén, pereza,
necedad o frío juicio
socavan el edificio
del hombre y su fortaleza.
¿Cómo advertir entereza
en quien no acusa sentido?
Por eso un refrán ha sido
savia de mis reflexiones:
en los árboles pelones
jamás encuentras un nido.
De Malabaras Refraneras de LORENZO SUÁREZ CRESPO
siempre hay que ser reflexivo.
Bueno, regular, nocivo,
lo que se endereza o tuerce...
Justa crítica ha de hacerse
amén de cálculo al precio
y para hacer menos recio,
aunque nos huela a resabio,
consejo pídele al sabio,
no se lo pidas al necio.
Aguza el sexto sentido,
piensa bien cada respuesta,
el que confiado se acuesta
amanece sorprendido.
Si te sientes aludido
y vacilas, claro está,
la lógica lo dirá
que obrar con tanto retraso
es tirar el machetazo
después que pasó el majá.
Abulia, desdén, pereza,
necedad o frío juicio
socavan el edificio
del hombre y su fortaleza.
¿Cómo advertir entereza
en quien no acusa sentido?
Por eso un refrán ha sido
savia de mis reflexiones:
en los árboles pelones
jamás encuentras un nido.
De Malabaras Refraneras de LORENZO SUÁREZ CRESPO
POEMAS
A CONTRA VIDA
A contra vida vivo y me desvivo
por esta tortuosa cuesta arriba
que es mi vida, más muerta ya que viva
y cautiva en mi ser triste y cautivo.
Que esta torre, mi torre ya en derribo,
estrepitosamente se derriba,
mientras que yo navego a la deriva;
que no sé en realidad si muero o vivo.
Que en realidad no sé si vivo o muero;
que no sé en realidad si aún todavía
he nacido o tal vez he de nacer.
Que sé y no sé, que espero y desespero.
Mas tengo por bandera a la poesía
que es un constante y bello renacer.
RECUERDOS
Que sin recuerdos no hay vida,
que no hay vida sin recuerdos,
que mis recuerdos soy yo
y yo soy mis recuerdos.
Que yo no sería yo
si olvidara mis recuerdos,
y es por eso vida mía
que nunca olvido tus besos.
Que yo no permitiré
que se lleve mis recuerdos
el olvido, donde tú,
mi reina, tienes tu reino.
Que nunca se llevará
el olvido mis recuerdos,
pues contra el olvido, yo,
amo, canto, vivo y sueño.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
A contra vida vivo y me desvivo
por esta tortuosa cuesta arriba
que es mi vida, más muerta ya que viva
y cautiva en mi ser triste y cautivo.
Que esta torre, mi torre ya en derribo,
estrepitosamente se derriba,
mientras que yo navego a la deriva;
que no sé en realidad si muero o vivo.
Que en realidad no sé si vivo o muero;
que no sé en realidad si aún todavía
he nacido o tal vez he de nacer.
Que sé y no sé, que espero y desespero.
Mas tengo por bandera a la poesía
que es un constante y bello renacer.
RECUERDOS
Que sin recuerdos no hay vida,
que no hay vida sin recuerdos,
que mis recuerdos soy yo
y yo soy mis recuerdos.
Que yo no sería yo
si olvidara mis recuerdos,
y es por eso vida mía
que nunca olvido tus besos.
Que yo no permitiré
que se lleve mis recuerdos
el olvido, donde tú,
mi reina, tienes tu reino.
Que nunca se llevará
el olvido mis recuerdos,
pues contra el olvido, yo,
amo, canto, vivo y sueño.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
BREVERÍAS
2536
No pretendo curarme del fracaso
de haber perdido cuanto amé en su día.
No se quiebra el amor, sino el amante.
Por la vida brindé, y se rompió el vaso;
pero aquella lejana melodía
sigue vibrando en mí, tan desbordante.
2537
Cada noche morimos,
pero al amanecer resucitamos.
¿Quién le teme a la muerte,
si al llegar, descubrimos
una noche más larga en la que entramos,
aunque en esta ocasión nadie despierte?
2538
Siempre te vi escultura que Fidias cincelara,
mas desde hace algún tiempo te veo tal cual eres,
a nivel de la tierra, como si te nombrara
divinidad, y al punto, una entre las mujeres.
Tal vez logró encumbrarte mi numen creativo,
y fijó al fin tu grado mi condición humana.
Ay, que has venido a menos, con causa o sin motivo,
y no eres ya la antigua, mágica filigrana.
2539
Te diré la verdad, que he rebasado
la edad del dramatismo, cuando el hombre
decora sus palabras banalmente.
Quien no hable la verdad, quede callado.
Y si a lo teatral firma su nombre,
acepte distinción de impertinente.
2540
Me dialogas si lees lo que he escrito,
percibes la caricia de mi aliento,
captas las inflexiones del acento
que a cada verso dejo circunscrito.
Mis poemas respiran, tienen vida,
hijos son de mi mente y de mi entraña;
quien sabe interpretarlos, me acompaña,
su propia alma a la mía entretejida.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Ángeles-
martes, 25 de octubre de 2011
POEMA
A ARCOS-TODO IGUAL
Pasó el tiempo, Arcos,
pasó,
pero en tus viejas piedras
apenas dejó huella.
Hoy igual que antaño,
igual,
entre tus calles estrechas
encontré un aire extraño.
No suenan ni cornetas ni tambores,
no,
no está de fiesta el pueblo
pero lento,
sin prisas,
el Guadalete alegre te besa.
Caminos que van,
caminos que vienen,
una vez más a Arcos me llevarán.
Nunca solo,
nunca,
pero casi siempre sin ella,
has grabado en mí una huella nueva.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
MUERTE
Sembraré la tierra
con mi ceniza
enamorada de la vida.
Me robarás
el aliento desvanecido
en contra de mi voluntad
pero no podrás arrancarme
los besos que me dieron
ni el amor que sentí
ni sacar de mis pestañas
la belleza de un minuto
de existencia.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
Sembraré la tierra
con mi ceniza
enamorada de la vida.
Me robarás
el aliento desvanecido
en contra de mi voluntad
pero no podrás arrancarme
los besos que me dieron
ni el amor que sentí
ni sacar de mis pestañas
la belleza de un minuto
de existencia.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
PENSAMIENTOS DE ANTONIO GALA
Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra.
Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestras aspiraciones, con vuestra intuición más vehemente.
El que no ama siempre tiene razón; es lo único que tiene.
Todos tenemos un momento de oro en que se nos concede la felicidad. Luego, unos se quedan con el momento y otros con el oro.
Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestras aspiraciones, con vuestra intuición más vehemente.
El que no ama siempre tiene razón; es lo único que tiene.
Todos tenemos un momento de oro en que se nos concede la felicidad. Luego, unos se quedan con el momento y otros con el oro.
POEMAS
EN MÍ
En mi coche
en mi caballo
en mi avioneta
postrado
estuve persiguiendo
a mi alucinación.
CAEN O RECOGEN
Al coloquialismo
se le ha caído
una camelia
al suelo
y la recoge
con prisa
Es mucho después
cuando cae en la cuenta
de que mucho antes
había sido recogido
en la calle
por una camelia.
NOS HEMOS QUEDADO EN EL CAMINO
Nos hemos, camino, en vos quedado
En vos nos hemos, camino, quedado
Ignoramos el número de veces
Atesoramos
en la neblina
del camino
esa ignorancia
En vos quedado nos hemos camino.
Del libro Habría que abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
En mi coche
en mi caballo
en mi avioneta
postrado
estuve persiguiendo
a mi alucinación.
CAEN O RECOGEN
Al coloquialismo
se le ha caído
una camelia
al suelo
y la recoge
con prisa
Es mucho después
cuando cae en la cuenta
de que mucho antes
había sido recogido
en la calle
por una camelia.
NOS HEMOS QUEDADO EN EL CAMINO
Nos hemos, camino, en vos quedado
En vos nos hemos, camino, quedado
Ignoramos el número de veces
Atesoramos
en la neblina
del camino
esa ignorancia
En vos quedado nos hemos camino.
Del libro Habría que abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
MALARAS
MALARAS REFRANERAS
No apartes del vulgo oído,
propenso al burdo saber
con desdichas en su haber
y en azares compungido.
Acéptale el buen cumplido
de sus mañas y sus manes,
pues incautos o rufianes,
han sido vasto arsenal
de los más sabios refranes.
Profetas y consejeros,
burócratas, comediantes,
meretrices y farsantes,
fauna para refraneros.
Aprendices de embusteros
que la praxis acredita,
así suelen darse cita
con disfraz en los retablos,
porque son muchos los diablos
y poca el agua bendita.
El Tiempo como gran juez
sin las burdas reprimendas
sabe hacer sus encomiendas
al proceder más soez.
¿Un tirano? Ya lo ves,
en sus dádivas se ampara,
pero aunque tras la mampara
esconde duelos su manto,
el que resbala de santo
hasta demonio no para.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
No apartes del vulgo oído,
propenso al burdo saber
con desdichas en su haber
y en azares compungido.
Acéptale el buen cumplido
de sus mañas y sus manes,
pues incautos o rufianes,
han sido vasto arsenal
de los más sabios refranes.
Profetas y consejeros,
burócratas, comediantes,
meretrices y farsantes,
fauna para refraneros.
Aprendices de embusteros
que la praxis acredita,
así suelen darse cita
con disfraz en los retablos,
porque son muchos los diablos
y poca el agua bendita.
El Tiempo como gran juez
sin las burdas reprimendas
sabe hacer sus encomiendas
al proceder más soez.
¿Un tirano? Ya lo ves,
en sus dádivas se ampara,
pero aunque tras la mampara
esconde duelos su manto,
el que resbala de santo
hasta demonio no para.
LORENZO SUÁREZ CRESPO
ARTÍCULO
DE MALARAS Y CURIOSIDADES
No. 15
Presencia del refranero en la malara
Por: Lorenzo Suárez Crespo
El Frente de Afirmación Hispanista de México me publicó en el 2008 el libro MALARAS RAFRANERAS con introducción de su director, el señor Fredo Arias de la Canal y donde ven la luz más de doscientas malaras con el refrán como pie forzado.
Obra que en su dimensión no tiene antecedentes y que constituye un hito en la vórtices tradicionales de la estrofa mágica, no deja de ser una curiosidad por su concepción y arraigo popular.
Valga este espacio para poner a disposición de nuestros lectores una selección de su conjunto, pero más que todo el valioso prólogo del señor Fredo que ilustra la importancia de darle luz a un refranero que es fruto del fenómeno de la oralidad.
INTRODUCCIÓN
Por Fredo Arias de la Canal, México, 2008.
En Cancionero de poesías varias, 1635 (Siglo XVI), editado y estudiado por José Julián Labrador, Ralph DiFranco y Carmen Parrilla (Universidad de Almería, 2008), aparece una letra que incluye un refrán surgido en la reconquista de la Península Hispana. Tanto el cantar como su glosa, está compuesto en octavas endecasílabas que otrosí pudieran haber sido décimas reales o malaras como las que contemplaremos en el trabajo de Lorenzo Suárez Crespo.
LETRA
Sy estoy quanto es posible rendido,
¿de qué sirue mostraros tan ayrada?
Que”s es dar a moro muerto gran lanc,ada.
GLOSA
Sy veis que el alma mia solo quiere
querer obedec,eros y agradaros,
¿por que quando al seruic,io os la ofrec,iere,
Aueis determinado de indignaros?
Y si sabeis, my bien, que pena y muere
el corac,on por solo contemplaros,
lo desdeñais y en my poneys oluido
sy estoy quanto es posible a vos rendido.
Pues todo mi deseo está ocupado
en como complaceros y seruiros,
y jamás solo un punto e ymaginado
de daros ocasión para afligiros.
Y si sabeis, my bien, que importunado
el c,ielo con mis quexas y suspiros,
y el alma está en vos sola confiada,
¿de que sirue mostraros tan ayrada?
¿De que sirue, dezi, serme enemiga?,
¿de que pensais seruiros con mi muerte?
pues el acrec,entar vuestra fatiga
y no cumplir deseo de tal suerte,
mira que aunque Fortuna me persiga
y voz de mi favor os mostréis fuerte,
viniendo contra my mano armada,
que es dar a moro muerto gran lanc,ada.
El mismo cancionero consigna una copla: Al que adora a una que se acerca
a la malara refranera en una de sus glosas:
Al que es amador trampero
que toma cuantas le dan,
al que cumple aquel refrán:
quantas veo tantas quiero
el que trae al retortero
a quatro, a tres o a dos,
no te ayude Dios.
Esta última no habrá repentista hispano que no le eche tres pies para acabarla.
Adolfo Martí Fuentes en Antología poética de un ferrolano en Cuba (Ediciones Unión, Habana, 2007), nos ofrece una mnalara refranera:
No fue por negro, señor,
fue por pobre y protestar
que decidieron matar
a un ratón en Nuevayor.
La historia de su color
fue un elemento vasallo,
no la raíz, sino el tallo.
Entonces el dicho es bueno:
No le tengas miedo al trueno,
que lo que mata es el rayo.
No. 15
Presencia del refranero en la malara
Por: Lorenzo Suárez Crespo
El Frente de Afirmación Hispanista de México me publicó en el 2008 el libro MALARAS RAFRANERAS con introducción de su director, el señor Fredo Arias de la Canal y donde ven la luz más de doscientas malaras con el refrán como pie forzado.
Obra que en su dimensión no tiene antecedentes y que constituye un hito en la vórtices tradicionales de la estrofa mágica, no deja de ser una curiosidad por su concepción y arraigo popular.
Valga este espacio para poner a disposición de nuestros lectores una selección de su conjunto, pero más que todo el valioso prólogo del señor Fredo que ilustra la importancia de darle luz a un refranero que es fruto del fenómeno de la oralidad.
INTRODUCCIÓN
Por Fredo Arias de la Canal, México, 2008.
En Cancionero de poesías varias, 1635 (Siglo XVI), editado y estudiado por José Julián Labrador, Ralph DiFranco y Carmen Parrilla (Universidad de Almería, 2008), aparece una letra que incluye un refrán surgido en la reconquista de la Península Hispana. Tanto el cantar como su glosa, está compuesto en octavas endecasílabas que otrosí pudieran haber sido décimas reales o malaras como las que contemplaremos en el trabajo de Lorenzo Suárez Crespo.
LETRA
Sy estoy quanto es posible rendido,
¿de qué sirue mostraros tan ayrada?
Que”s es dar a moro muerto gran lanc,ada.
GLOSA
Sy veis que el alma mia solo quiere
querer obedec,eros y agradaros,
¿por que quando al seruic,io os la ofrec,iere,
Aueis determinado de indignaros?
Y si sabeis, my bien, que pena y muere
el corac,on por solo contemplaros,
lo desdeñais y en my poneys oluido
sy estoy quanto es posible a vos rendido.
Pues todo mi deseo está ocupado
en como complaceros y seruiros,
y jamás solo un punto e ymaginado
de daros ocasión para afligiros.
Y si sabeis, my bien, que importunado
el c,ielo con mis quexas y suspiros,
y el alma está en vos sola confiada,
¿de que sirue mostraros tan ayrada?
¿De que sirue, dezi, serme enemiga?,
¿de que pensais seruiros con mi muerte?
pues el acrec,entar vuestra fatiga
y no cumplir deseo de tal suerte,
mira que aunque Fortuna me persiga
y voz de mi favor os mostréis fuerte,
viniendo contra my mano armada,
que es dar a moro muerto gran lanc,ada.
El mismo cancionero consigna una copla: Al que adora a una que se acerca
a la malara refranera en una de sus glosas:
Al que es amador trampero
que toma cuantas le dan,
al que cumple aquel refrán:
quantas veo tantas quiero
el que trae al retortero
a quatro, a tres o a dos,
no te ayude Dios.
Esta última no habrá repentista hispano que no le eche tres pies para acabarla.
Adolfo Martí Fuentes en Antología poética de un ferrolano en Cuba (Ediciones Unión, Habana, 2007), nos ofrece una mnalara refranera:
No fue por negro, señor,
fue por pobre y protestar
que decidieron matar
a un ratón en Nuevayor.
La historia de su color
fue un elemento vasallo,
no la raíz, sino el tallo.
Entonces el dicho es bueno:
No le tengas miedo al trueno,
que lo que mata es el rayo.
MALARAS
TRÍPTICO DE MALARAS
(A vuela plumama)
I
A caballo regalado
nunca le mires el diente,
ten esto siempre presente,
no lo dejes olvidado.
Este penco ya habrá dado
lo que tenía que dar,
mas si crees poder sacar
beneficio alguno de él
aunque sólo sea la piel,
lo debes aprovechar.
II
A burro desconocido
no le toques las orejas,
pues no te valdrán las quejas
cuando éste te haya mordido.
No eches aquesto al olvido,
tenlo siempre bien presente
alejado de él mantente
y el problema evitarás,
de lo contrario tendrás
algún que otro inconveniente.
III
A buen bocado, buen grito,
si éste se le da a un humano,
si el muerdo por lo cercano
se le da a un conejo frito
o a un asado de cabrito,
vendrá a ser muy diferente,
se le dará gusto al diente
y con ello habrá placer,
porque con lo de comer
hay que ser muy consecuente...
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
Desde Ciudad Real, La Mancha del Quijote (España).-
(A vuela plumama)
I
A caballo regalado
nunca le mires el diente,
ten esto siempre presente,
no lo dejes olvidado.
Este penco ya habrá dado
lo que tenía que dar,
mas si crees poder sacar
beneficio alguno de él
aunque sólo sea la piel,
lo debes aprovechar.
II
A burro desconocido
no le toques las orejas,
pues no te valdrán las quejas
cuando éste te haya mordido.
No eches aquesto al olvido,
tenlo siempre bien presente
alejado de él mantente
y el problema evitarás,
de lo contrario tendrás
algún que otro inconveniente.
III
A buen bocado, buen grito,
si éste se le da a un humano,
si el muerdo por lo cercano
se le da a un conejo frito
o a un asado de cabrito,
vendrá a ser muy diferente,
se le dará gusto al diente
y con ello habrá placer,
porque con lo de comer
hay que ser muy consecuente...
Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
Desde Ciudad Real, La Mancha del Quijote (España).-
POEMA
Te escribiré un soneto
Soneto intenso de catorce besos,
de profundo erotismo en cada rima,
un cuarteto de brazos por encima,
y otro de muslos mutuamente presos.
En los endecasílabos, traviesos
retozos van; se intensifica el clima,
y el poeta a su musa se aproxima,
multiplicando ingresos y regresos.
Un terceto, vibrante y agresivo,
revienta al conseguir el objetivo,
sumiéndose en letárgico reposo.
Lentamente se yergue, oscila inquieto,
formando un nuevo, lúbrico terceto,
y sumergiéndose en el mismo foso.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
Soneto intenso de catorce besos,
de profundo erotismo en cada rima,
un cuarteto de brazos por encima,
y otro de muslos mutuamente presos.
En los endecasílabos, traviesos
retozos van; se intensifica el clima,
y el poeta a su musa se aproxima,
multiplicando ingresos y regresos.
Un terceto, vibrante y agresivo,
revienta al conseguir el objetivo,
sumiéndose en letárgico reposo.
Lentamente se yergue, oscila inquieto,
formando un nuevo, lúbrico terceto,
y sumergiéndose en el mismo foso.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
POEMAS
DIOS
Dios.
Sé que existes.
Sé que amas.
Sé que sueñas.
Sé que cantas.
Sé que sé
que eres Tú
porque sé
quien soy yo
y está lleno
de Tú y yo
y yo y Tú
mi pequeño,
que es tan tuyo,
y sentido corazón.
CAFÉ
Café tostado y molido.
¡Ay, cómo huele el café!
Que el café huele a café;
que huele el café a café.
Café tostado y molido.
Café.
Café recién hechecito
y humeante café.
Hay que tomarlo a sorbitos.
Hay que tomar el café
sin azúcar y amarguito,
que es como sabe el café
a café.
Café tostado y molido.
¡Ay, cómo huele el café!
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Dios.
Sé que existes.
Sé que amas.
Sé que sueñas.
Sé que cantas.
Sé que sé
que eres Tú
porque sé
quien soy yo
y está lleno
de Tú y yo
y yo y Tú
mi pequeño,
que es tan tuyo,
y sentido corazón.
CAFÉ
Café tostado y molido.
¡Ay, cómo huele el café!
Que el café huele a café;
que huele el café a café.
Café tostado y molido.
Café.
Café recién hechecito
y humeante café.
Hay que tomarlo a sorbitos.
Hay que tomar el café
sin azúcar y amarguito,
que es como sabe el café
a café.
Café tostado y molido.
¡Ay, cómo huele el café!
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
lunes, 24 de octubre de 2011
POEMA
PORTUGAL
EL Guadiana está ahí, tranquilo,
con un movimiento ondulante
que apenas mueve nuestros cabellos,
dejándose surcar por un barquito
que va y viene, viene y va,
desde Ayamonte hasta Vila Real.
Vila Real, blanco y pequeño,
espera a los viajeros, impaciente
porque necesita sus pesetas
para no irse muriendo al sol.
Al sol sonríen sus gentes
sencillas y agradables,
mientras los visitantes
van de una calle a otra
sin fijarse en los encantos
de esta blanca paloma portuguesa.
JOSÉ LUIS RUBIO
PREMIO
El indocente Juan V. Fernández de Gala obtiene el premio Eduardo de Ory, de periodismo de la Real Academia Hispanoamericana, por su artículo "Vargas Llosa y la ética feliz de las mentiras".
Vargas Llosa y la ética feliz de las mentiras
Por Juan V. Fernández de la Gala
Cuando era niño, a Mario Vargas Llosa le gustaba corregir las historias de aventuras que leía e inventarles finales prodigiosos, diferentes, más a su gusto. Intentaba hacer con la ficción lo que la realidad casi nunca nos permite. Lo malo fue que aquella taumaturgia literaria que usaba el niño Varguitas para enmendar de su puño y letra el destino contrariado de los personajes que admiraba, le torció también a él la vocación para los restos. Ni la obstinación de su padre, ni las estrictas reglas del Colegio Militar Leoncio Prado, lograron salvarlo de su destino de escritor.
Poco después, con sólo catorce años, tecleaba ya sus propios textos periodísticos en el diario La Crónica de Lima. Y así ha seguido desde entonces. Comprendió muy pronto que el periodismo sería la sombra inseparable de su actividad literaria, porque era el mejor modo de sentir los adoquines de la calle bajo la suela de sus zapatos, de participar, a su manera, en el parlamento popular de las esquinas, de hacer la crónica fiel del tiempo cruzando sobre los hechos cotidianos, sobre el rumor cívico de los semáforos y las cafeterías.
Por fortuna, es larga la lista de los escritores que han sabido combinar, con singular destreza, la creatividad narrativa y el periodismo de opinión. El trabajo de Antonio Machado en La Vanguardia, el de Álvaro Cunqueiro en El Faro de Vigo o el de Miguel Delibes en El Norte de Castilla, son sólo tres ejemplos, desordenados pero felices, de una fascinación que no es casual. También hoy, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez acostumbran a imprimir en papel de periódico la letra de sus pensamientos. A pesar de sus conocidas diferencias ideológicas y de sus supuestas desavenencias privadas, ambos escritores han coincidido siempre en muchas cosas. El brillo de su genio es sólo una. También lo es su defensa encandilada del periodismo como instrumento literario. Basta con degustar el verbo atrevido y transparente de sus artículos para comprobar hasta qué punto puede vestirse el lenguaje periodístico de una belleza precisa, diáfana y urgente.
Piedra de toque es el título de la columna de Vargas Llosa en el diario El País, que viene apareciendo también, desde 1992, en toda una red de publicaciones afiliadas. Y creo que no es casual que haya elegido este nombre extraño y de sonoridades arcaicas. La piedra de toque es el procedimiento que los orfebres han venido utilizando desde los tiempos remotos de Teofrasto, allá por el siglo iv antes de Cristo, para comprobar la calidad de los metales. El oro de ley, frotado sobre la piedra de toque, deja una marca que, al ojo experto del joyero o del tasador, resultará distinguible fácilmente de aleaciones fraudulentas o falsificaciones groseras.
En el mercado de las ideas que circulan por nuestro mundo, se agradecen también las piedras de toque. Nos ayudan a interpretar mejor los signos de los tiempos, la gravedad o la futilidad pasajera de nuestras perplejidades diarias; nos enseñan a distinguir el humo del fuego y el gesto de la intención. Sólo si adquirimos el hábito diligente de frotar los hechos contra la piedra de toque de la reflexión, nos mantendremos alerta frente al oropel barato de los lugares comunes o a los engañosos destellos de la demagogia.
Vargas Llosa, siempre fiel al principio unamuniano de la propia contradicción, ha sabido evolucionar ideológicamente desde el marxismo más ingenuo de su primera juventud hasta esa serenidad centradamente escéptica que alumbra hoy en su prosa. Y en el transcurso de este viaje no ha cesado de indagar, de asombrarse, de conocer, de escudriñar y de decepcionarse. De todo ello ha dejado cumplida constancia notarial en su trabajo periodístico, ya sea en forma de notas de viaje, recensiones bibliográficas, reseñas de lecturas, crónicas de actualidad o impresiones del mundo trazadas a vuelapluma o escritas con la sensatez cartesiana de la ponderación. Seix Barral y El País-Aguilar han logrado rescatar para siempre estos textos y salvarlos de la caducidad amarillenta de los quioscos. Gracias a su esfuerzo editorial, este periplo aleccionador de reflexiones y escollos que es la biografía intelectual de Mario Vargas Llosa, se ha podido recopilar en varios títulos. Contra viento y marea, Desafíos a la libertad, El lenguaje de la pasión, Diario de Irak, Israel-Palestina: paz o guerra santa y Sables y utopías, son ejemplos de un esfuerzo reflexivo por entender la realidad del mundo justo en la transición del milenio, reflexiones provechosas siempre, siempre iluminadoras, incluso para quienes no compartimos algunos de sus presupuestos ideológicos o su desencanto con las viejas utopías.
Hoy, pasada ya «la catástrofe del Nobel» —como solía decir Cajal—, Vargas Llosa conserva aún su pulcra prestancia de diplomático y esa misma sonrisa de medio lado que lucían, seductores, los viejos galanes latinos; una sonrisa que estalla fácilmente en sonora carcajada cuando la parte más afable de Mario se siente a gusto. Dicen algunos que el Nobel de Vargas Llosa ha sido más un reconocimiento a su constancia —a su «terquedad», como él mismo dice— que al deslumbramiento. Pero no cabe duda de que su palabra, ya sea escrita en letra impresa o pronunciada, con dulce prosodia cantarina, desde las más altas tribunas, tiene siempre el refrendo ético de su experiencia comprometida, de quien ha reprobado por igual el pragmatismo deshumanizado del capitalismo y los falsos eslóganes del populismo más simplista. Desde su Piedra de toque no ha dudado en criticar abiertamente, y sin eufemismos, el delirante mesianismo chavista, la dictadura embalsamada de Fidel Castro, el provincianismo de los nacionalistas radicales o esa plaga inextinguible que pudo haber sido la dinastía Fujimori en el Perú. Una voz comprometida con sus propias convicciones, que no sigue el viento cambiante de las modas y que alerta del peligro que los poderes económicos o los poderes políticos, de cualquier signo o ralea, pueden llegar a suponer para el ejercicio libre del periodismo. San Fernando, en Cádiz, fue testigo hace unos meses de la entrega a Vargas Llosa del Premio en Defensa de la Libertad de Expresión, reconocimiento que concede la Asociación Interamericana de Radiodifusión a quienes destacan precisamente en este esfuerzo. El Real Teatro de Las Cortes, un espacio que conserva aún en sus paredes aquel rumor vibrante de libertad que alentara la Constitución de 1812, fue el escenario apropiado para que el entonces vicepresidente Pérez Rubalcaba, agradeciera al nobel su curtido compromiso en este empeño.
Sin embargo, a pesar de que lleva más de cincuenta años escribiendo, hay todavía una cuestión que a Vargas Llosa le inquieta responder: cuando le preguntan si se retrata en sus ficciones del mismo modo realista y desinhibido como lo hace en sus columnas. Entonces Vargas Llosa duda, se rasca la mitad de su ceja peruana, piensa un poco, pierde un momento la mirada en el espacio que hay delante de él y luego contesta unas veces que no y otras veces que sí, y unas veces que sí y otras veces que no. Y siempre se queda con la sensación incómoda de no haber sabido responder a un viejo galimatías personal. ¿Cómo explicar que un edificio formado por el espejismo de las palabras no puede ser habitado por seres reales? ¿Cómo explicar que el orden aparente en que los hechos son narrados no es más que un artificio literario? ¿Y cómo aclarar, de una vez por todas, que la literatura es el modo más hermoso de mentir que existe, sabiendo que dentro de cada mentira de la ficción hay una verdad profunda que no podría ser formulada de otro modo?
Para Mark Twain, sin embargo, el dilema no tenía vuelta de hoja: según él, la principal diferencia que marcaría los límites entre realidad y ficción es que, al contrario que la realidad, la ficción se nos antoja absolutamente creíble. Probablemente la literatura y el arte sean los únicos territorios paradójicos en los que las mentiras alcanzan a ser las grandes maestras de la verdad. Vargas Llosa lo sabe y ha demostrado conocer muy bien los secretos atajos que las unen.
Vargas Llosa y la ética feliz de las mentiras
Por Juan V. Fernández de la Gala
Cuando era niño, a Mario Vargas Llosa le gustaba corregir las historias de aventuras que leía e inventarles finales prodigiosos, diferentes, más a su gusto. Intentaba hacer con la ficción lo que la realidad casi nunca nos permite. Lo malo fue que aquella taumaturgia literaria que usaba el niño Varguitas para enmendar de su puño y letra el destino contrariado de los personajes que admiraba, le torció también a él la vocación para los restos. Ni la obstinación de su padre, ni las estrictas reglas del Colegio Militar Leoncio Prado, lograron salvarlo de su destino de escritor.
Poco después, con sólo catorce años, tecleaba ya sus propios textos periodísticos en el diario La Crónica de Lima. Y así ha seguido desde entonces. Comprendió muy pronto que el periodismo sería la sombra inseparable de su actividad literaria, porque era el mejor modo de sentir los adoquines de la calle bajo la suela de sus zapatos, de participar, a su manera, en el parlamento popular de las esquinas, de hacer la crónica fiel del tiempo cruzando sobre los hechos cotidianos, sobre el rumor cívico de los semáforos y las cafeterías.
Por fortuna, es larga la lista de los escritores que han sabido combinar, con singular destreza, la creatividad narrativa y el periodismo de opinión. El trabajo de Antonio Machado en La Vanguardia, el de Álvaro Cunqueiro en El Faro de Vigo o el de Miguel Delibes en El Norte de Castilla, son sólo tres ejemplos, desordenados pero felices, de una fascinación que no es casual. También hoy, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez acostumbran a imprimir en papel de periódico la letra de sus pensamientos. A pesar de sus conocidas diferencias ideológicas y de sus supuestas desavenencias privadas, ambos escritores han coincidido siempre en muchas cosas. El brillo de su genio es sólo una. También lo es su defensa encandilada del periodismo como instrumento literario. Basta con degustar el verbo atrevido y transparente de sus artículos para comprobar hasta qué punto puede vestirse el lenguaje periodístico de una belleza precisa, diáfana y urgente.
Piedra de toque es el título de la columna de Vargas Llosa en el diario El País, que viene apareciendo también, desde 1992, en toda una red de publicaciones afiliadas. Y creo que no es casual que haya elegido este nombre extraño y de sonoridades arcaicas. La piedra de toque es el procedimiento que los orfebres han venido utilizando desde los tiempos remotos de Teofrasto, allá por el siglo iv antes de Cristo, para comprobar la calidad de los metales. El oro de ley, frotado sobre la piedra de toque, deja una marca que, al ojo experto del joyero o del tasador, resultará distinguible fácilmente de aleaciones fraudulentas o falsificaciones groseras.
En el mercado de las ideas que circulan por nuestro mundo, se agradecen también las piedras de toque. Nos ayudan a interpretar mejor los signos de los tiempos, la gravedad o la futilidad pasajera de nuestras perplejidades diarias; nos enseñan a distinguir el humo del fuego y el gesto de la intención. Sólo si adquirimos el hábito diligente de frotar los hechos contra la piedra de toque de la reflexión, nos mantendremos alerta frente al oropel barato de los lugares comunes o a los engañosos destellos de la demagogia.
Vargas Llosa, siempre fiel al principio unamuniano de la propia contradicción, ha sabido evolucionar ideológicamente desde el marxismo más ingenuo de su primera juventud hasta esa serenidad centradamente escéptica que alumbra hoy en su prosa. Y en el transcurso de este viaje no ha cesado de indagar, de asombrarse, de conocer, de escudriñar y de decepcionarse. De todo ello ha dejado cumplida constancia notarial en su trabajo periodístico, ya sea en forma de notas de viaje, recensiones bibliográficas, reseñas de lecturas, crónicas de actualidad o impresiones del mundo trazadas a vuelapluma o escritas con la sensatez cartesiana de la ponderación. Seix Barral y El País-Aguilar han logrado rescatar para siempre estos textos y salvarlos de la caducidad amarillenta de los quioscos. Gracias a su esfuerzo editorial, este periplo aleccionador de reflexiones y escollos que es la biografía intelectual de Mario Vargas Llosa, se ha podido recopilar en varios títulos. Contra viento y marea, Desafíos a la libertad, El lenguaje de la pasión, Diario de Irak, Israel-Palestina: paz o guerra santa y Sables y utopías, son ejemplos de un esfuerzo reflexivo por entender la realidad del mundo justo en la transición del milenio, reflexiones provechosas siempre, siempre iluminadoras, incluso para quienes no compartimos algunos de sus presupuestos ideológicos o su desencanto con las viejas utopías.
Hoy, pasada ya «la catástrofe del Nobel» —como solía decir Cajal—, Vargas Llosa conserva aún su pulcra prestancia de diplomático y esa misma sonrisa de medio lado que lucían, seductores, los viejos galanes latinos; una sonrisa que estalla fácilmente en sonora carcajada cuando la parte más afable de Mario se siente a gusto. Dicen algunos que el Nobel de Vargas Llosa ha sido más un reconocimiento a su constancia —a su «terquedad», como él mismo dice— que al deslumbramiento. Pero no cabe duda de que su palabra, ya sea escrita en letra impresa o pronunciada, con dulce prosodia cantarina, desde las más altas tribunas, tiene siempre el refrendo ético de su experiencia comprometida, de quien ha reprobado por igual el pragmatismo deshumanizado del capitalismo y los falsos eslóganes del populismo más simplista. Desde su Piedra de toque no ha dudado en criticar abiertamente, y sin eufemismos, el delirante mesianismo chavista, la dictadura embalsamada de Fidel Castro, el provincianismo de los nacionalistas radicales o esa plaga inextinguible que pudo haber sido la dinastía Fujimori en el Perú. Una voz comprometida con sus propias convicciones, que no sigue el viento cambiante de las modas y que alerta del peligro que los poderes económicos o los poderes políticos, de cualquier signo o ralea, pueden llegar a suponer para el ejercicio libre del periodismo. San Fernando, en Cádiz, fue testigo hace unos meses de la entrega a Vargas Llosa del Premio en Defensa de la Libertad de Expresión, reconocimiento que concede la Asociación Interamericana de Radiodifusión a quienes destacan precisamente en este esfuerzo. El Real Teatro de Las Cortes, un espacio que conserva aún en sus paredes aquel rumor vibrante de libertad que alentara la Constitución de 1812, fue el escenario apropiado para que el entonces vicepresidente Pérez Rubalcaba, agradeciera al nobel su curtido compromiso en este empeño.
Sin embargo, a pesar de que lleva más de cincuenta años escribiendo, hay todavía una cuestión que a Vargas Llosa le inquieta responder: cuando le preguntan si se retrata en sus ficciones del mismo modo realista y desinhibido como lo hace en sus columnas. Entonces Vargas Llosa duda, se rasca la mitad de su ceja peruana, piensa un poco, pierde un momento la mirada en el espacio que hay delante de él y luego contesta unas veces que no y otras veces que sí, y unas veces que sí y otras veces que no. Y siempre se queda con la sensación incómoda de no haber sabido responder a un viejo galimatías personal. ¿Cómo explicar que un edificio formado por el espejismo de las palabras no puede ser habitado por seres reales? ¿Cómo explicar que el orden aparente en que los hechos son narrados no es más que un artificio literario? ¿Y cómo aclarar, de una vez por todas, que la literatura es el modo más hermoso de mentir que existe, sabiendo que dentro de cada mentira de la ficción hay una verdad profunda que no podría ser formulada de otro modo?
Para Mark Twain, sin embargo, el dilema no tenía vuelta de hoja: según él, la principal diferencia que marcaría los límites entre realidad y ficción es que, al contrario que la realidad, la ficción se nos antoja absolutamente creíble. Probablemente la literatura y el arte sean los únicos territorios paradójicos en los que las mentiras alcanzan a ser las grandes maestras de la verdad. Vargas Llosa lo sabe y ha demostrado conocer muy bien los secretos atajos que las unen.
PUBLICACIÓN LIBRO
PENSAMIENTOS DE ANTONIO GALA
El amor nunca aspira a ser agradecido ni compadecido, sino correspondido con amor.
El amor perfecto sería el que consistiera en una amistad con momentos eróticos. Una situación equilibrada en que el amigo consuela de la pena que provocó como amante.
La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante.
Una casa es el lugar donde uno es esperado.
El amor perfecto sería el que consistiera en una amistad con momentos eróticos. Una situación equilibrada en que el amigo consuela de la pena que provocó como amante.
La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante.
Una casa es el lugar donde uno es esperado.
POEMA
SUSURROS EN LOS BOLSILLOS
Acelera las manos
como joven amante
para desenroscar
el tapón.
A gollete
se bebe
el fruto
de la vid,
pero no veçel mensaje
que sale
de la botella
y pierde
el mapa del tesoro
que aseguraría
su vejez.
Ahora
sólo le quedan
susurros
en los bolsillos.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
Acelera las manos
como joven amante
para desenroscar
el tapón.
A gollete
se bebe
el fruto
de la vid,
pero no veçel mensaje
que sale
de la botella
y pierde
el mapa del tesoro
que aseguraría
su vejez.
Ahora
sólo le quedan
susurros
en los bolsillos.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
POEMAS
Las últimas palabras del soldado Crombez
Estímase, amigos, que
lo que acontecerá
en mí
ya
carece de reversa.
Expresiones
El amor es una traducción
las expresiones del amor son traducción
y así traición
en una tradición:
marca de referencia
e inferencia.
Y esto que parece
Seamos lo que seamos
el uno y el otro
tenemos lo que tenemos
el uno del otro
y esto que parece que es simple
no siendo tan simple
tampoco es
exactamente
complicado.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
Estímase, amigos, que
lo que acontecerá
en mí
ya
carece de reversa.
Expresiones
El amor es una traducción
las expresiones del amor son traducción
y así traición
en una tradición:
marca de referencia
e inferencia.
Y esto que parece
Seamos lo que seamos
el uno y el otro
tenemos lo que tenemos
el uno del otro
y esto que parece que es simple
no siendo tan simple
tampoco es
exactamente
complicado.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
POEMAS
Horas perdidas
Despierto junto a ti cada mañana
con manos tibias, de tu piel espesas,
y el alma saturada de sorpresas,
mi audaz, conspirativa cortesana.
Dormí, dormiste. Con la luz temprana,
de tu sueño de arcángeles regresas,
y el mío desconectas, cuando besas
mis párpados cerrados. La ventana
ya es irrupción de sol. Las avenidas
se pueblan de rumor. Qué horas perdidas
en la inconsciente calma del reposo.
Oh, compañera de mis noches, y eco
de mis hondos impulsos; no hay un hueco
dentro de mí, contigo, soledoso.
Se adelgaza el recuerdo
Abre la boca el tiempo y me devora
los días azulados, de veredas
zigzagueando aisladas arboledas,
del tacto acariciante, el pie que explora.
Teníamos el alma soñadora
de quien se moviliza sobre ruedas
a caza de futuros sin monedas
ni prejuicios, ni argucia enturbiadora.
No era de ingenuidad nuestra tendencia,
mas de improvisación, con esa urgencia
de futuro que arranca en el presente.
Y vivimos al día. Sin complejos.
Pero de aquellos tiempos, ahora viejos,
sólo queda una huella intermitente.
Claroscuro
Te cubre el aire, el tiempo, y se te aferra
como toga de bronce la campana
que tañe en tus recuerdos, y mañana
tal vez también te cubrirá la tierra.
El alba en círculo de luz te encierra,
y el ocaso en tul de oro te engalana,
pero la noche en sombras te empantana,
lúgubre cabalgata en pie de guerra.
La canción de los bosques te rodea,
por ti se agita el mar, y se azulea,
pero te azotará el clamor del trueno.
Brindarás brazo en alto por la vida,
mas hallarás la música dormida,
y al fondo de tu cáliz el veneno.
Contrapartida
Reencarnación funesta del Rey Midas
que todo al tacto transformaba en oro.
Tus manos truecan el mayor tesoro
en plomo y hierro por la fe perdida.
Se va extinguiendo en ti cada encendida
antorcha emocional, y queda el coro
de amantes en doliente deterioro,
desangrada cada alma malherida.
Tu celo constructor e iconoclasta
erige el templo, mas también lo aplasta,
en que auspicias tu propia adoración.
Destruyes lo que tocas, pero un día
descubrirás tu cama tan vacía
como parece estar tu corazón.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
Despierto junto a ti cada mañana
con manos tibias, de tu piel espesas,
y el alma saturada de sorpresas,
mi audaz, conspirativa cortesana.
Dormí, dormiste. Con la luz temprana,
de tu sueño de arcángeles regresas,
y el mío desconectas, cuando besas
mis párpados cerrados. La ventana
ya es irrupción de sol. Las avenidas
se pueblan de rumor. Qué horas perdidas
en la inconsciente calma del reposo.
Oh, compañera de mis noches, y eco
de mis hondos impulsos; no hay un hueco
dentro de mí, contigo, soledoso.
Se adelgaza el recuerdo
Abre la boca el tiempo y me devora
los días azulados, de veredas
zigzagueando aisladas arboledas,
del tacto acariciante, el pie que explora.
Teníamos el alma soñadora
de quien se moviliza sobre ruedas
a caza de futuros sin monedas
ni prejuicios, ni argucia enturbiadora.
No era de ingenuidad nuestra tendencia,
mas de improvisación, con esa urgencia
de futuro que arranca en el presente.
Y vivimos al día. Sin complejos.
Pero de aquellos tiempos, ahora viejos,
sólo queda una huella intermitente.
Claroscuro
Te cubre el aire, el tiempo, y se te aferra
como toga de bronce la campana
que tañe en tus recuerdos, y mañana
tal vez también te cubrirá la tierra.
El alba en círculo de luz te encierra,
y el ocaso en tul de oro te engalana,
pero la noche en sombras te empantana,
lúgubre cabalgata en pie de guerra.
La canción de los bosques te rodea,
por ti se agita el mar, y se azulea,
pero te azotará el clamor del trueno.
Brindarás brazo en alto por la vida,
mas hallarás la música dormida,
y al fondo de tu cáliz el veneno.
Contrapartida
Reencarnación funesta del Rey Midas
que todo al tacto transformaba en oro.
Tus manos truecan el mayor tesoro
en plomo y hierro por la fe perdida.
Se va extinguiendo en ti cada encendida
antorcha emocional, y queda el coro
de amantes en doliente deterioro,
desangrada cada alma malherida.
Tu celo constructor e iconoclasta
erige el templo, mas también lo aplasta,
en que auspicias tu propia adoración.
Destruyes lo que tocas, pero un día
descubrirás tu cama tan vacía
como parece estar tu corazón.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
POEMA
KAKALANDIA
Para la bellísima y juvenil
Dukesa Rekaka en su luna
de mier.
Los ladinos moskakitos
se fueron apoderando
de aquel país tan bonito,
al que cambiaron el nombre
y hasta el tipo.
Lo llamaron Kakalandia
y fue un país kakadísimo.
La kaka de abajo a arriba
y arriba abajo fue un hito
que, además, santifikaron
los hambrientos moskakitos,
consumidores de kaka
felicísimos,
que es un placer comer kaka
para todo moskakito,
pues ser moskakito y kaka
es lo mismo.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Para la bellísima y juvenil
Dukesa Rekaka en su luna
de mier.
Los ladinos moskakitos
se fueron apoderando
de aquel país tan bonito,
al que cambiaron el nombre
y hasta el tipo.
Lo llamaron Kakalandia
y fue un país kakadísimo.
La kaka de abajo a arriba
y arriba abajo fue un hito
que, además, santifikaron
los hambrientos moskakitos,
consumidores de kaka
felicísimos,
que es un placer comer kaka
para todo moskakito,
pues ser moskakito y kaka
es lo mismo.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
domingo, 23 de octubre de 2011
POEMA
ARACENA
Pérdida en Sierra Morena,
oyendo un fandango de Almonáster,
está Aracena blanca y bella,
y en sus entrañas la magia,
el misterio, lo inmenso, lo increíble.
En las sombras el agua cae, resbala,
armónica, rítmicamente,
formando columnas, ascendentes, descendentes,
blancas o de colores, que los ojos,
siguiendo un extraño compás,
asemejan a objetos cotidianos.
En la sombras brillan lagos
de aguas cristalinas donde
la imaginación ve ciudades
sumergidas donde sólo hay piedras
que intentan recordar la vida
que en ella nunca fue vivida.
Aracena, blanca, bella,
misteriosa, mágica, soñadora,
oculta entre montes grises,
canta y lo hace, como toda Huelva,
sin dudar, por fandangos.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMAS
ADIVINANZA
No será quien dice ser
pero tampoco es su contrario
no odia exactamente
aunque decididamente no ama
y no será una vida verdadera la que vive
aunque derrocha mortalidad.
AL FINAL
Siempre llego tarde al comienzo
aunque nunca
dejo de ser advertible
entre los primeros en llegar
a la convicción
al objeto
al fraude
al reconocimiento
a la derrota
al recelo
al éxito
al reiterado comienzo
al cual siempre
llego tarde.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
No será quien dice ser
pero tampoco es su contrario
no odia exactamente
aunque decididamente no ama
y no será una vida verdadera la que vive
aunque derrocha mortalidad.
AL FINAL
Siempre llego tarde al comienzo
aunque nunca
dejo de ser advertible
entre los primeros en llegar
a la convicción
al objeto
al fraude
al reconocimiento
a la derrota
al recelo
al éxito
al reiterado comienzo
al cual siempre
llego tarde.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
POEMAS
No sé
No sé cómo te quiero, si pujante,
frenando vientos, sofocando llamas,
o vulnerable y frágil, como ramas
recién brotadas, o ánfora oscilante.
No sé si te prefiero galopante
por inéditos campos, sin programas,
o sosegadamente, y sin pijamas,
reclinada a mi lado, insinuante.
¿Y quién me impone, o a escoger me obliga,
entre amante que juegue a ser amiga,
y amiga que en amores se estremezca?
No tengo dudas ya. Mi opción es clara.
Al diablo quien vacila o quien compara.
Quédese en mí quien todo me lo ofrezca.
Libro
Me obstino en repasar páginas mudas
que nada saben ofrecerme ahora,
de un libro cuya voz reveladora
disipándose fue en descuido y dudas.
Fue en su tiempo rumor de aguas menudas,
y grito fue de fe esperanzadora,
y rugido salvaje que devora,
y fantasías de pudor desnudas.
Y un día se cerró, sobre la mesa,
como si toda intimidad impresa
se adormeciera en sueño irrelevante.
Yo suelo abrirlo, con la expectativa
de despertarlo, pero no se activa,
ya letra muerta lo que fue vibrante.
Mirando atrás
Me fustigas la piel del pensamiento,
hasta brotar la sangre del pasado
en surtidor de vida envenenado
por cada incidental agrietamiento.
Porque cada recuerdo es un fragmento
desgajado del alma, arpón clavado,
o indefenso jazmín desarraigado
por la zarpa brutal del aislamiento
a que me sometió tu voladura
de los puentes de enlace. ¿Qué lectura
podré hacer de tu amor mirando atrás?
Tiendo la vista desde mi bloqueo
hacia tu lejanía, y no te veo;
tal vez fuiste mi sueño, y ya no estás.
Amor de madurez
No sabía andar solo por la vida,
y tú, al acompañarme de la mano,
me diste fe, y visión, y ese mundano
arte de hacer la madurez florida;
o recobrar la juventud perdida
sin descontar la edad, que no me afano
a reintegrarme a tiempo tan lejano
renunciando a la práctica adquirida.
Contigo renací…, luciendo enteros
mis años sobre mí, pero ligeros,
plumas de las dos alas que me diste.
Sean altos los números. ¿Qué importa?
Arden a fuego lento cuando absorta
te aproximas al leño que encendiste
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
No sé cómo te quiero, si pujante,
frenando vientos, sofocando llamas,
o vulnerable y frágil, como ramas
recién brotadas, o ánfora oscilante.
No sé si te prefiero galopante
por inéditos campos, sin programas,
o sosegadamente, y sin pijamas,
reclinada a mi lado, insinuante.
¿Y quién me impone, o a escoger me obliga,
entre amante que juegue a ser amiga,
y amiga que en amores se estremezca?
No tengo dudas ya. Mi opción es clara.
Al diablo quien vacila o quien compara.
Quédese en mí quien todo me lo ofrezca.
Libro
Me obstino en repasar páginas mudas
que nada saben ofrecerme ahora,
de un libro cuya voz reveladora
disipándose fue en descuido y dudas.
Fue en su tiempo rumor de aguas menudas,
y grito fue de fe esperanzadora,
y rugido salvaje que devora,
y fantasías de pudor desnudas.
Y un día se cerró, sobre la mesa,
como si toda intimidad impresa
se adormeciera en sueño irrelevante.
Yo suelo abrirlo, con la expectativa
de despertarlo, pero no se activa,
ya letra muerta lo que fue vibrante.
Mirando atrás
Me fustigas la piel del pensamiento,
hasta brotar la sangre del pasado
en surtidor de vida envenenado
por cada incidental agrietamiento.
Porque cada recuerdo es un fragmento
desgajado del alma, arpón clavado,
o indefenso jazmín desarraigado
por la zarpa brutal del aislamiento
a que me sometió tu voladura
de los puentes de enlace. ¿Qué lectura
podré hacer de tu amor mirando atrás?
Tiendo la vista desde mi bloqueo
hacia tu lejanía, y no te veo;
tal vez fuiste mi sueño, y ya no estás.
Amor de madurez
No sabía andar solo por la vida,
y tú, al acompañarme de la mano,
me diste fe, y visión, y ese mundano
arte de hacer la madurez florida;
o recobrar la juventud perdida
sin descontar la edad, que no me afano
a reintegrarme a tiempo tan lejano
renunciando a la práctica adquirida.
Contigo renací…, luciendo enteros
mis años sobre mí, pero ligeros,
plumas de las dos alas que me diste.
Sean altos los números. ¿Qué importa?
Arden a fuego lento cuando absorta
te aproximas al leño que encendiste
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-
POEMA
SONETO TRISTE
Desde el soneto triste del olvido
recuerdo mis recuerdos olvidados
destruyendo cerrojos y candados
y abriéndole al sentido el sin sentido.
Soy el hombre por siempre dividido.
Soy los soñantes sueños no soñados.
Soy el hombre y sus sueños desgarrados.
Soy el hombre en su angustia consumido.
Soy la agonía de un ser en agonía.
Soy la desolación más desolada.
Soy un llanto que llora porque llora.
Soy esta triste y muda compañía
con la que voy del brazo hacia la nada,
¡y una lágrima soy que se evapora!
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Inédito de: “PORQUE ME DA LA GANA”
Desde el soneto triste del olvido
recuerdo mis recuerdos olvidados
destruyendo cerrojos y candados
y abriéndole al sentido el sin sentido.
Soy el hombre por siempre dividido.
Soy los soñantes sueños no soñados.
Soy el hombre y sus sueños desgarrados.
Soy el hombre en su angustia consumido.
Soy la agonía de un ser en agonía.
Soy la desolación más desolada.
Soy un llanto que llora porque llora.
Soy esta triste y muda compañía
con la que voy del brazo hacia la nada,
¡y una lágrima soy que se evapora!
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Inédito de: “PORQUE ME DA LA GANA”
PENSAMIENTOS DE ANTONIO GALA
Ningún progreso logrará el ser humano si el ser humano no progresa.
Otorgar amistad a quien brinda amor, es como darle pan a quien tiene sed.
El olvido no existe, pero tampoco la constante presencia.
El poderoso no es el que hiere o destruye, sino el que sabe crear y construir.
Amar y ser amado es un privilegio; es la gloria del mundo.
Otorgar amistad a quien brinda amor, es como darle pan a quien tiene sed.
El olvido no existe, pero tampoco la constante presencia.
El poderoso no es el que hiere o destruye, sino el que sabe crear y construir.
Amar y ser amado es un privilegio; es la gloria del mundo.
POEMA
CEMENTERIOS
Muchos ojos cerrados.
Tallos efimeros
de otoños
tronchados,
palabras
rotas
sin salir
de los labios,
historias
olvidadas
entre los cipreses.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
Muchos ojos cerrados.
Tallos efimeros
de otoños
tronchados,
palabras
rotas
sin salir
de los labios,
historias
olvidadas
entre los cipreses.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
sábado, 22 de octubre de 2011
POEMA
BORNOS
Hay un jardín en Bornos
de arrebatadora hermosura
donde naranjos y magnolios
ceden su perfume al viento.
Quien fuera pajarillo
para en el jardín de Bornos
hacer de cristal un nido.
Hay un jardín en Bornos
cuidado y limpio
donde uno se pierde
en un mar de colores.
Quien fuera florecilla
para en el jardín de Bornos
vivir toda la vida.
Hay un jardín en Bornos
silencioso y mágico
donde la poesía surge
en cualquiera de sus rincones.
Quien fuera agua
para el jardín de Bornos
regar cada madrugada.
JOSÉ LUIS RUBIO
POEMA
EL MUELLE DE LAS PIEDRAS VERDES
El olor de la noche
levanta un enjambre
de ansiedad
que cae derrotado
en el muello
de las piedras verdes,
donde rompen
las olas su espuma
y la Humanidad
sus ilusiones.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
El olor de la noche
levanta un enjambre
de ansiedad
que cae derrotado
en el muello
de las piedras verdes,
donde rompen
las olas su espuma
y la Humanidad
sus ilusiones.
Del libro 27 días de CARMEN SÁNCHEZ MELGAR
PENSAMIENTOS DE ANTONIO GALA
Ser deseado sin desear es tan violento como amar sin correspondencia, y por supuesto mucho más ridículo.
Los problemas del corazón siempre maltratan el alma.
Los sentimientos no expresados se convierten en resentimientos.
No aspiro a la felicidad sino a la serenidad: la primera es un don; la segunda, un aprendizaje.
Los problemas del corazón siempre maltratan el alma.
Los sentimientos no expresados se convierten en resentimientos.
No aspiro a la felicidad sino a la serenidad: la primera es un don; la segunda, un aprendizaje.
POEMAS
YO DE ELLOS
Al contraluz me devuelven
esos árboles de luz
(Yo de ellos
suelo
provenir).
ABISMO
Ni me asomé
y mucho menos me caí
Mi pertenencia a él
y en él mi residencia ininterrumpida
es rescatada
y aun sobrevalorada
por panegiristas
y detractores.
DEL QUITÁRNOSLO
Para quitárnoslo
a veces tenemos frío
Lo tenemos
por afán del sentido
de quitárnoslo
Los sentidos
acuerdan un sentido.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
Al contraluz me devuelven
esos árboles de luz
(Yo de ellos
suelo
provenir).
ABISMO
Ni me asomé
y mucho menos me caí
Mi pertenencia a él
y en él mi residencia ininterrumpida
es rescatada
y aun sobrevalorada
por panegiristas
y detractores.
DEL QUITÁRNOSLO
Para quitárnoslo
a veces tenemos frío
Lo tenemos
por afán del sentido
de quitárnoslo
Los sentidos
acuerdan un sentido.
Del libro Habría de abrir de ROLANDO REVAGLIATTI-Argentina-
ARTÍCULO
DISQUISICIÓN SOBRE EL TIEMPO
Por Juan Cervera Sanchís
El tiempo es mucho más que una sucesión de instantes
interminables o las condiciones atmosféricas en un lugar
y en un momento determinado. Es más, por supuesto, que
la duración de las cosas sujetas a mudanza. Es más que
nuestra edad y nuestra época, por más que divaguemos
con frases como “aquellos tiempos” o “en mis tiempos”.
Lo cierto, en el supuesto de que lo cierto exista, es que
el tiempo, no en todos los tiempos, ha sido el mismo para
los seres humanos. La percepción del tiempo, al parecer,
en cada ser humano, en su particularidad, es en sí algo
intransferible.
Ignoramos si los otros seres vivos tienen conciencia del
tiempo y su transcurrir ineludible. Ignoramos, en verdad,
la realidad, si es que es real, del tiempo. Incluso, si hemos
de ser sinceros, no estamos seguros de si existe o no existe
eso que denominamos tiempo.
El tiempo podría ser tan ilusorio como el espacio y nosotros
mismos, pues siendo no es, dado que jamás está fijo.
Suponemos saber que nadie puede detener el tiempo ya
que ni el mismo tiempo está en disposición de poder
detenerse. Tampoco es posible viajar al tiempo pasado y
es del todo imposible habitar en el tiempo futuro. El
presente, a su vez, jamás es, propiamente hablando,
realmente nuestro, como tiempo que pudiéramos guardar
en un vaso, como hacemos con el agua o cualquier otro
líquido.
El tiempo está y no está aquí, dado que constantemente
transcurre sujeto, toda una paradoja, a su propia huída.
El segundo antecede y precede al segundo. Reflexionar
sobre el tiempo nos suele conducir a toda clase de
insólitos y a la total inestabilidad. Lo estable del tiempo
es que nunca es estable.
Todo los grandes filósofos se han preocupado por despejar
su indespejable ecuación. Ninguno lo ha logrado. Las teorías
y las explicaciones en relación con la incógnita del tiempo
abundan.
Entre los modernos tenemos el libro de Stephen W. Hawking:
“Historia del Tiempo”, que en puridad a la verdad no aclara
nada. El tiempo sigue siendo el tiempo, es decir: lo inexplicable
y siempre más allá de la física y la poética.
Seamos humildes y reconozcamos nuestras limitaciones, por
más que lo cacareemos “nada hay científicamente demostrado”.
En todo lo demostrado hay mucho más por demostrar de lo
que nos parece.
Desde que el hombre es hombre, sus fantasías sobre el tiempo
se han sucedido. Ya Huxley imaginó detener el tiempo en su
“Time must have a stop”. Sabemos, empero, que el tiempo
prosiguió su camino. Desconocemos tras qué meta. Si es que
el tiempo tiene alguna meta. Hay quienes creen que el tiempo
no es más que una invención de la mente humana.
Es sabido que mientras los egipcios le daban una gran importancia
al tiempo, los antiguos griegos vivieron un tanto despreocupados
por el tiempo.
Los científicos actuales se afanan por cubiletear con infinitos.
Se trata de ahondar en los curiosos encantos y desencantos del
tiempos a fuerza de picosegundos. Se hacen toda clase de
cálculos. Se habla del tiempo y la velocidad. Otros bucean
en la psicología del tiempo. Naturalmente que no son pocos
los que están preocupados por el tiempo denominado histórico
y no faltan los absorbidos por el tiempo individual.
¿Quién soy yo como espacio y forma pensante en el tiempo
en tránsito?
Las respuestas son múltiples. Se aspira a examinar la emoción
del tiempo en la conciencia humana.
¿Qué clase de tiempo es la vida? ¿Qué tiempo sin tiempo, en
el caso de que así sea, es la muerte? ¿Qué nos ocurre cuando
el tiempo parece caminar en exceso despacio, sobre todo
cuando el dolor nos acosa? ¿Por qué no solemos percibir el
paso del tiempo cuando la dicha parece ser nuestra y el gozo
adquiere velocidades extraordinarias en la felicidad que
acompaña a la inconsciencia?
Nada más delicioso y ajeno al tiempo que el concepto del
paraíso. Nada más doloroso y concatenado al tiempo que el
peso de la tragedia.
¿Pesa el dolor? ¿Se torna alígera y sin peso alguno la dicha?
Si pudiéramos vivir al margen de la idea del tiempo tal vez
seríamos menos desdichados. Desgraciadamente eso no es
posible. Somos criaturas esclavas de nuestro tiempo. Nadie
posee otro tiempo que el suyo propio y todo el tiempo es
eterna y perpetua actualidad. Nada más actual que el tiempo.
No hay noticias de ayer, las noticias de ayer son historia,
efemérides.
La noticia tiene la inminencia de lo que “acaba de suceder
aquí y ahora”, en la flor del hoy que, tal como nace, de inmediato
comienza a envejecer y, fatalmente, deriva en ayer sin mañana.
El tiempo es el aquí permanente sujeto a la extravagancia de
la finitud infinita de lo efímero eterno. Prodigiosa irracionalidad
que, en vano, trataremos de racionalizar, ya que se escapa
por completo a las herramientas disponibles por nuestra
mente.
Esto nos recuerda lo dicho por Angelo Silesio cuando un
hombre le preguntó por la identidad del tiempo:
-“El tiempo eres tú o tú eres el tiempo”.
A esto, el hombre, le respondió con una interrogante:
-“Entonces, ¿tú qué eres?”
Ambos, según cuentan, se unieron en una estrepitosa
carcajada despreocupándose por el tiempo para luego, sin
más disquisiciones en torno al tiempo, compartir una
botella de vino recordando aquello que dijera Pascal:
“El tiempo de esta vida no es más que un instante,
hagámoslo lo más grato posible”.
Por Juan Cervera Sanchís
El tiempo es mucho más que una sucesión de instantes
interminables o las condiciones atmosféricas en un lugar
y en un momento determinado. Es más, por supuesto, que
la duración de las cosas sujetas a mudanza. Es más que
nuestra edad y nuestra época, por más que divaguemos
con frases como “aquellos tiempos” o “en mis tiempos”.
Lo cierto, en el supuesto de que lo cierto exista, es que
el tiempo, no en todos los tiempos, ha sido el mismo para
los seres humanos. La percepción del tiempo, al parecer,
en cada ser humano, en su particularidad, es en sí algo
intransferible.
Ignoramos si los otros seres vivos tienen conciencia del
tiempo y su transcurrir ineludible. Ignoramos, en verdad,
la realidad, si es que es real, del tiempo. Incluso, si hemos
de ser sinceros, no estamos seguros de si existe o no existe
eso que denominamos tiempo.
El tiempo podría ser tan ilusorio como el espacio y nosotros
mismos, pues siendo no es, dado que jamás está fijo.
Suponemos saber que nadie puede detener el tiempo ya
que ni el mismo tiempo está en disposición de poder
detenerse. Tampoco es posible viajar al tiempo pasado y
es del todo imposible habitar en el tiempo futuro. El
presente, a su vez, jamás es, propiamente hablando,
realmente nuestro, como tiempo que pudiéramos guardar
en un vaso, como hacemos con el agua o cualquier otro
líquido.
El tiempo está y no está aquí, dado que constantemente
transcurre sujeto, toda una paradoja, a su propia huída.
El segundo antecede y precede al segundo. Reflexionar
sobre el tiempo nos suele conducir a toda clase de
insólitos y a la total inestabilidad. Lo estable del tiempo
es que nunca es estable.
Todo los grandes filósofos se han preocupado por despejar
su indespejable ecuación. Ninguno lo ha logrado. Las teorías
y las explicaciones en relación con la incógnita del tiempo
abundan.
Entre los modernos tenemos el libro de Stephen W. Hawking:
“Historia del Tiempo”, que en puridad a la verdad no aclara
nada. El tiempo sigue siendo el tiempo, es decir: lo inexplicable
y siempre más allá de la física y la poética.
Seamos humildes y reconozcamos nuestras limitaciones, por
más que lo cacareemos “nada hay científicamente demostrado”.
En todo lo demostrado hay mucho más por demostrar de lo
que nos parece.
Desde que el hombre es hombre, sus fantasías sobre el tiempo
se han sucedido. Ya Huxley imaginó detener el tiempo en su
“Time must have a stop”. Sabemos, empero, que el tiempo
prosiguió su camino. Desconocemos tras qué meta. Si es que
el tiempo tiene alguna meta. Hay quienes creen que el tiempo
no es más que una invención de la mente humana.
Es sabido que mientras los egipcios le daban una gran importancia
al tiempo, los antiguos griegos vivieron un tanto despreocupados
por el tiempo.
Los científicos actuales se afanan por cubiletear con infinitos.
Se trata de ahondar en los curiosos encantos y desencantos del
tiempos a fuerza de picosegundos. Se hacen toda clase de
cálculos. Se habla del tiempo y la velocidad. Otros bucean
en la psicología del tiempo. Naturalmente que no son pocos
los que están preocupados por el tiempo denominado histórico
y no faltan los absorbidos por el tiempo individual.
¿Quién soy yo como espacio y forma pensante en el tiempo
en tránsito?
Las respuestas son múltiples. Se aspira a examinar la emoción
del tiempo en la conciencia humana.
¿Qué clase de tiempo es la vida? ¿Qué tiempo sin tiempo, en
el caso de que así sea, es la muerte? ¿Qué nos ocurre cuando
el tiempo parece caminar en exceso despacio, sobre todo
cuando el dolor nos acosa? ¿Por qué no solemos percibir el
paso del tiempo cuando la dicha parece ser nuestra y el gozo
adquiere velocidades extraordinarias en la felicidad que
acompaña a la inconsciencia?
Nada más delicioso y ajeno al tiempo que el concepto del
paraíso. Nada más doloroso y concatenado al tiempo que el
peso de la tragedia.
¿Pesa el dolor? ¿Se torna alígera y sin peso alguno la dicha?
Si pudiéramos vivir al margen de la idea del tiempo tal vez
seríamos menos desdichados. Desgraciadamente eso no es
posible. Somos criaturas esclavas de nuestro tiempo. Nadie
posee otro tiempo que el suyo propio y todo el tiempo es
eterna y perpetua actualidad. Nada más actual que el tiempo.
No hay noticias de ayer, las noticias de ayer son historia,
efemérides.
La noticia tiene la inminencia de lo que “acaba de suceder
aquí y ahora”, en la flor del hoy que, tal como nace, de inmediato
comienza a envejecer y, fatalmente, deriva en ayer sin mañana.
El tiempo es el aquí permanente sujeto a la extravagancia de
la finitud infinita de lo efímero eterno. Prodigiosa irracionalidad
que, en vano, trataremos de racionalizar, ya que se escapa
por completo a las herramientas disponibles por nuestra
mente.
Esto nos recuerda lo dicho por Angelo Silesio cuando un
hombre le preguntó por la identidad del tiempo:
-“El tiempo eres tú o tú eres el tiempo”.
A esto, el hombre, le respondió con una interrogante:
-“Entonces, ¿tú qué eres?”
Ambos, según cuentan, se unieron en una estrepitosa
carcajada despreocupándose por el tiempo para luego, sin
más disquisiciones en torno al tiempo, compartir una
botella de vino recordando aquello que dijera Pascal:
“El tiempo de esta vida no es más que un instante,
hagámoslo lo más grato posible”.
BREVERÍAS
2196
No fui nunca de nadie, aunque ofrecía
siempre mi cuerpo, mi alma raras veces,
jamás articulando ‘vida mía’,
ni análogos vocablos; y apareces
como el milagro que soñara un día,
o siempre ambicionara, y me estremeces.
Y me entrego, y me fluyen a raudales
tantas palabras que juzgué banales.
2197
Yo aprendí, sin que nadie me enseñara,
a amar, y a aborrecer. Tal vez la vida
fue destilando en mí sed y rechazo,
y el arrojo que acerca o que separa.
Pero nunca aprendí cómo se olvida
la ilusión, abatida de un zarpazo.
2198
Quisiera ser el charco que sortea
cada persona adulta, y solamente
el bullicioso niño chapotea.
Quisiera ser el vaso de agua pura
que el peregrino por favor implora,
no el río que a la fuga se apresura.
Quisiera ser la almohada en que reposas,
no la columna que sostiene el techo,
y quisiera, quisiera ser el lecho
que acompaña tus noches soledosas.
2199
En la estación del Metro, y al amparo
de los airados puños del invierno
tocaba el clarinete.
Era casi su voz, y era el disparo
de la protesta que en su fuero interno
contra un mundo despótico arremete.
2200
Soy solamente un paso, no un paseo,
y una huella tal vez sobre la arcilla,
que las lluvias borraron.
O soy tal vez bajel que no fondeo
en dársena leal, y cuya quilla
dejó estelas que se desdibujaron.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Loa Ángeles-
RELATO CORTO
LAS MANOS
Francisco José Segovia Ramos(Granada)
Tus manos siempre me han acariciado con dulzura. Las siento cálidas, finas y seguras; me dan ese cariño que necesito. No son tus ojos, azules y diáfanos como la luz del día; ni tus labios, rojos y sensuales, varoniles y ansiosos, los que me han enamorado desde siempre. No. Fueron esas manos blancas, de dedos finos y largos como los de un pianista, que me calmaban la ansiedad o me sumían en agradables sueños cuando acariciabas mi cabello hasta que me quedaba dormida.
Esas mismas manos que apretaban las mías con dulzura mientras caminábamos por el jardín, o íbamos por la calle, ajenos en nuestra felicidad a las miradas de envidia de los vecinos. Esas manos que me abrían la puerta, o que me regalaban rosas cada vez que era mi cumpleaños, o que llevaban hasta mi boca un poquito de helado o una fresa de temporada. ¡Ay, llegué a depender totalmente de ellas, amor mío! Mi mirada, indefectiblemente, siempre se desviaba a los movimientos que trazabas con ellas; tan gráciles que parecías dibujar figuras en el aire. Tus dedos bailaban con la melodía de la vida, y yo disfrutaba tocándolos, sintiéndolos sobre mi piel; sobre todo mi cuerpo.
Las siento otra vez sobre mis brazos y mis piernas, en mi vientre y, finalmente, en mis labios. Las tomo y las beso, con fervor de enamorada sin mesura.
Siempre tus manos conmigo, amor mío. Tus manos de artista y amante excepcional. Siempre conmigo, hasta en este lugar sombrío y solitario, frío y abandonado de todos; en esta tumba en la que reposo desde hace un año y de la que solo he salido para traerme conmigo estas dos manos que he arrancado de tu cuerpo a pesar de tus baldíos esfuerzos por negarte a dármelas.
¡Porque únicamente de tus manos he estado siempre enamorada!
Francisco José Segovia Ramos(Granada)
Tus manos siempre me han acariciado con dulzura. Las siento cálidas, finas y seguras; me dan ese cariño que necesito. No son tus ojos, azules y diáfanos como la luz del día; ni tus labios, rojos y sensuales, varoniles y ansiosos, los que me han enamorado desde siempre. No. Fueron esas manos blancas, de dedos finos y largos como los de un pianista, que me calmaban la ansiedad o me sumían en agradables sueños cuando acariciabas mi cabello hasta que me quedaba dormida.
Esas mismas manos que apretaban las mías con dulzura mientras caminábamos por el jardín, o íbamos por la calle, ajenos en nuestra felicidad a las miradas de envidia de los vecinos. Esas manos que me abrían la puerta, o que me regalaban rosas cada vez que era mi cumpleaños, o que llevaban hasta mi boca un poquito de helado o una fresa de temporada. ¡Ay, llegué a depender totalmente de ellas, amor mío! Mi mirada, indefectiblemente, siempre se desviaba a los movimientos que trazabas con ellas; tan gráciles que parecías dibujar figuras en el aire. Tus dedos bailaban con la melodía de la vida, y yo disfrutaba tocándolos, sintiéndolos sobre mi piel; sobre todo mi cuerpo.
Las siento otra vez sobre mis brazos y mis piernas, en mi vientre y, finalmente, en mis labios. Las tomo y las beso, con fervor de enamorada sin mesura.
Siempre tus manos conmigo, amor mío. Tus manos de artista y amante excepcional. Siempre conmigo, hasta en este lugar sombrío y solitario, frío y abandonado de todos; en esta tumba en la que reposo desde hace un año y de la que solo he salido para traerme conmigo estas dos manos que he arrancado de tu cuerpo a pesar de tus baldíos esfuerzos por negarte a dármelas.
¡Porque únicamente de tus manos he estado siempre enamorada!