Hoy una garúa
Se escurría sucia entre macetones
Autores de miles
De historias sentados frente a la impaciencia
Reflejaban sospechas en sus anotadores
En mesas repletas de vocablos por eternos bares
Angostos
El viento con su médula
Espinal se derribaba sobre los espantos de antiguas calles
Y yo con mis ausencias
Entre caravanas de desconocidos
Cuanta deflagración de voces
Podría sin embargo pintar
Emociones entre cirros mas grises
Que las catedrales del mundo
Y también saber que mi voz es un
Ente que vaga en los que están solos
Solos
Desde que estaban en el útero del tiempo
Gladys Cepeda
Publicado en la revista Fuegos del Sur
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