jueves, 24 de octubre de 2013

DÍA JUEVES

No me importa
–claro está–
alguien que no sea yo
en la insignificancia de este jueves.
Urgido de otros nombres
mi andar repite su historia
pero hoy no me interesa la palabra
sino la voz que la pronuncia.
–cierto es–
en la clarividencia de esta hora
no quiero otro ejercicio
que este decir domesticado
con el que juego a la verdad;
–puede ser–
que ensaye un acto generoso
conmigo, ya que siempre,
uno se afana en pensar en los demás
y no se arriesga a dedicarse un jueves.
–es decir–
que el azul no se encorva
bajo el peso del cielo
porque vaya a llover
y el mundo no se inmuta
aunque en el pentagrama de mis dedos
estén escritas
las siete claves de la vida:
–pregunto–
¿de qué me vale tenerlas
si he comprendido en jueves
cuánto mentía al proclamar
que no me importa en jueves
alguien que no sea yo?
Por tanto:
–claro está–
–cierto es–
–puede ser–
–es decir–
–afirmo–
que he de ofrendarte un jueves.

Del libro Con las las abiertas y en picada de THELVIA MARÍN MEDEROS
Publicado en Los Libros de las Gaviotas

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