jueves, 24 de octubre de 2013

ÁNGEL EN LA PISTA

No, no es interesante que vuele, precisamente porque tiene alas. Es como ver caminar a un hombre, como ver nadar a un pez. Ahora bien, si su famoso ángel pudiera descollar en una prueba que fuera contraria a sus inclinaciones, a su anatomía...¿Es buen lanzador de cuchillos, por ejemplo? Por ahí vamos mejorando. ¿Cómo dijo que se llamaba? Azrael...Azrael...me suena.
Pero aquí tendríamos que ponerle un nombre artístico, algo más más impactante, más fácil de pronunciar.
Podríamos llamarlo, por ejemplo, “El Ángel de la Muerte”, eso siempre impresiona al público. Ah. Entiendo.
Precisamente su especialidad. No, no hace falta que me lo demuestre. Pero, usted sabe, esa es una prueba muy común. Hasta un chico... ¿Qué tal se le da lo contrario? ¡Eso sí que impresionaría mucho! Ajá. Ya veo. No es su área. Mire, déjemelo por unos días, sin compromiso, y ya le vamos a encontrar utilidad a sus habilidades, sobre todo si es discreto. En fin, todo el mundo tiene enemigos. Y acreedores, usted sabe.

Ana María Shua (Argentina)
Publicado en las revista digital Minatura 124

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