Ella golpea la puerta en la casa de su asesino.
El criado dice que su señor no la puede atender, que está
descansando, que vuelva nunca más. La utopía
inicia su camino
bajo la voluntad de una mujer
muerta.
Del libro Una medida adecuada a todo de José María Pallaoro -Argentina-
Publicado en la revista Poesía del Mondongo
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