(Artículo de 1920)
Los profetas de San Remo que parecía iban a pelearse a causa de sus discrepancias sobre el Tratado con Alemania, no han peleado nada... Al contrario, banquete va y banquete viene, han llegado al más feliz de los acuerdos. Se exigirá, pues, el pago a Alemania, sin perdonarle un solo centavo, de las sumas fabulosas que se consignaron en el tal Tratado.
Cabe ahora preguntar: ¿Pero de dónde rayos va a sacar Alemania --que no tiene hoy ni industrias, ni marina mercante-- esas sumas fabulosas?
Contra el dictamen casi unánime de todos los grandes expertos en Economía, el Consejo Supremo sigue sembrando vientos. Las tempestades no se harán esperar.
¡Pero qué formidable aliado se ha encontrado, gratis, el gran Lenín! Ese bendito Consejo Supremo está haciendo más, con su práctica de llevarlo todo a la tremenda, por labrar la ruina definitiva del viejo orden social, que todos los propagandistas y ejércitos rojos del mundo. ¡Bien, por el Consejo Supremo!
Publicado en el blog nemesiorcanales
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