Un pájaro carpintero le pica la cabeza. Él lo espanta. Y piensa en ella. El pájaro regresa una, otra vez. Él decide dejar que lo pique. Tras un rato de cumplir con su destino, el pájaro resbala por el borde del hueco y queda atrapado. No puede abrir las alas. No puede salir. Él busca un sombrero y acude a la cita con ella en el parque. Se para de cabeza. Y el sombrero cae con el pájaro dentro como una ofrenda.
Del libro Bla, bla, bla, bla, bla sobre el amor de
FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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