HOJAS SECAS, EN VIENTOS POLVORIENTOS.

Seré un humano, viviendo en medio de los desperdicios
se caerán los árboles secos de hojas mustias y arrugadas
ya muriéndose, entre los vientos polvorientos de la nada
será el destino cruel del mundo y de todos nuestros hijos.

Y nacerán los virus coronados, matando a más no poder
a los abuelos que mueren solitarios luchando por la vida
y sin sentir las desesperadas lágrimas de toda su familia
rogando una caricia, un consuelo de la mano de su mujer.

El hambre hará al hombre ser como hombre lobo asesino
perdido entre una sociedad cuasi humana, pero miserable
logrará el derecho a la existencia entre muertes y hambre
convertidos en negras marionetas, solos, locos, su destino.

No hay vida sin naturaleza, debe ser eterna, resguardada
crear conciencia y respetarla, debe ser la lucha y un hito
y peleando por la vida y nuestras querencias, sin un grito
o morir deshojando una Biblia rota, mil veces consultada.

Y los ríos serán y la brisa será vida en praderas florecidas
la tierra será fértil, con árboles que busquen tocar el cielo
la Madre Pachamama le cantará feliz sus coplas al viento
cuando amemos, abracemos, cuidemos, a la tierra querida.

No me atrevo a afirmar pero si a pensar, que los humanos
somos casi como una imposibilidad, en un universo imposible.

Manuel F. Romero Mazziotti -Argentina-