Cuando el sufrir hace lluvia en los ojos,
no cultivo lunas en el mar tembloroso;
del amigo leal, junto soles rojos,
que nacen después de un día doloroso.
Si ves caer tus sueños de rodillas,
alza tu dignidad… busca la luz,
que el alma que solloza en la orilla,
no grita, sólo ansia la quietud.
Nadie olvida su amor primero;
besa vidrios el cielo que llora.
Si piensas en mí ¡Hoy, perdí los fuegos!
Soy el lobo que aún… ¡Te busca en las sombras!
Del libro El ruido del silencio de
Raúl Ignacio Lario -Argentina-
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