Un silencio de nombres acalla
la brevedad de las palabras no-dichas
anudado al puño de las incertezas
afinando el tono de las voces al caer la noche
apuntalando la lengua antes de abrir
las ventanas de los ojos y hacer inventario
de como fue el destierro de los olvidos
y de las memorias que huelen a infancia.
Y nos cuenta sus cuentos. Sin hablar.
María de Paz
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