UNA MISIVA AL AMOR

Querido Amor:
No sé por qué hoy siento la necesidad de decirte que te amo. Es un sentimiento que llevo tanto tiempo dentro de mí, que ya no soy capaz de callarlo más.
Necesito que sepas que sin ti, no soy nada, que deseo ardientemente que en cada momento de mi vida, en cada segundo de ella estés a mi lado, que nunca me abandones.
Sé que todo el mundo te demanda, inclusive los que no creen en ti, pero que quieres, tal vez peque de egoísta y te quiera acaparar demasiado. Sólo sé que la vida no tiene sentido, no vale la pena vivirla cuando faltas tú.
Puede que te sorprenda mi carta, se envían tan pocas ahora, se ha perdido tanto la costumbre de enviar una misiva , un verso, un suspiro invocando tu nombre, que hasta nos sentimos ridículos al coger un papel rosado o azul, perfumarlo con nuestro aroma e inclusive sellar nuestros labios al borde de la firma.
Más hoy debo decirte con el corazón en la mano, ese corazón que tú conoces también, que siempre seré una enamorada tuya. Aunque el tiempo pase, aunque la vida me golpee, siempre desearé ardientemente tenerte a mi lado.
Sin ti, Amor, nada es igual. Quiero que sepas que mi alma está impregnada de tu calor, de tu sensibilidad; que amo, porque tú me haces amar, que vivo, porque tú estás ahí, que nunca quiero perder la ilusión de ser niña porque en la niñez, Amor, te manifiestas más al no dejarnos saber lo que es el odio, el rencor, la dureza. Te amo por esa inocencia que me enseñaste siendo pequeña y ahora, ya mayor y peinando canas, te declaro mi amor eterno.
No quiero vivir sin ti. No me abandones nunca y yo te prometo serte fiel hasta el fin de mis días.
Sé que me responderás con alguna señal de las tuyas, me has mandado tantas a lo largo de mi vida, que espero tu respuesta.
Te ruego por favor que me correspondas. Nunca te alejes mucho de mí y te prometo tener siempre mi puerta abierta para que puedas entrar. Mi corazón te necesita.

Tu eterna enamorada…

Carmen Adelantado