Acuna, acuna a esa niña
con voz de arrullo,
¡dile, dile, te quiero!
nanas para la niña en su cuna.
Dice la niña mamá,
busca brazos de abuela
sonríe entre risas
sus ojitos, mirando a su abuela,
están diciendo ¡Te quiero!
Esa vocecita suena
cómo cantar de jilguero,
bailando su cuerpecito
cuando escucha las canciones
de la madre que la trajo
desde el cielo...
Cepillaba su cabello,
era claro como el trigo,
y la miraba su abuela
comiéndosela a besos
a esa niña que tanto quiero.
Francisco Javier Díaz Aguilera
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