FUE UN IR Y VENIR

Fue un ir y venir de nuestros corazones a la ocasión de amarnos, te solté de la mano... solté los sueños, yo no sé si eran grandes o pequeños; pero eran muy nuestros... Si al soltar tu mano... tú quedaste desvalida y con tus sentimientos por mí... a flor de piel, que otro amor se encargó de cobijarlos, y se atraparon miradas... se concibieron, sonrisas, y al estar tus manos tan ausentes de las mías, atrajeron la bonanza y se hizo amigo la ausencia con la confianza, él abrazó tu fe y yo quedé desde ese entonces; como el vagabundo solo y a pie... Se desnudó la tarde aquella en que te conoci y lloró al sentir las inclemencias del frío... sin ti, y al llegar la noche más aún... lloraba inconsolable, no era igual amarte en cuerpo y alma que estar, inventándote...Y unas lágrimas tus lindos ojos, soltaron; mis preguntas no supiste responder... otorga el que se queda tan callado, y tu silencio grande fue al grado que por una vez en la vida, sentí lástima por mí; a otro por soltar tu mano y dejarte tan sola y a tu suerte, ya estabas amando...

Agustín H. Castañeda