DISFRUTAMOS
contentos, felices y mansos,
de esta libertad de opresión
donde estás obligado a ser libre
siempre y cuando seas un buen esclavo
que acata lo que le dicen
obedeciendo ciega y alegremente.
Gozamos
de esta historia
basada en mentiras reales
con hijos de puta que deshonran a sus madres,
patriotas que alaban a la patria
cotizando en el extranjero
y olvido bajo palio.
Y tan disfrutones estamos
en esta democrática dictadura
exenta de toda duda,
que cuando nos demos cuenta
nos pasará tal que a aquel anciano
último habitante autóctono
de aquella aldea abandonada
que se tuvo que responder a sí mismo:
-¡Ya no tengo a nadie a quién preguntar!-
FRANCISCO TOMÁS BARRIENTO EUSEBIO -Campofrío-
No hay comentarios:
Publicar un comentario